El Nuevo Arcángel de Córdoba, La Rosaleda de Málaga y La Cartuja de Sevilla acogerán desde mañana y hasta el domingo, cuando tendrá lugar la final, la Supercopa. Un torneo por el que pugnarán el Athletic, el Real Madrid, la Real Sociedad y el Barcelona y que asoma rodeado de incógnitas por los distintos estados de forma de los cuatro contendientes, especialmente en lo que al conjunto rojiblanco respecta, cuyos futbolistas ni siquiera podrán completar diez sesiones de entrenamiento con su nuevo técnico antes de medirse al Madrid pasado mañana en las semifinales. Es por ello el Athletic el equipo sobre el que más dudas recaen, aunque seguramente también al que menos se le pueda exigir, siendo el Barça, al menos a día de hoy y a tenor de lo visto en sus últimos partidos, quien debe partir con la vitola de favorito. Más aún cuando Leo Messi parece haber recuperado no solo su mejor versión, sino también la puntería de cara a gol.

El Athletic se estrenará pasado mañana en un torneo que varió su formato hace ahora un año para tratar de ganar en repercusión y audiencia, que se traduce también en un mayor beneficio económico para las arcas de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), organizadora del campeonato a cuatro. Una Supercopa que los bilbainos conquistaron por última vez en 2015, cuando derrotaron al Barcelona a doble partido, con la recordadísima goleada (4-0) del choque de ida. Fue la particular venganza de lo acontecido en 2009, cuando los culés se hicieron con el título por un parcial de 1-5 (1-2 en San Mamés y 0-3 en el Camp Nou). El segundo título de Supercopa que figura en las vitrinas rojiblancas data de 1984, que fue la tercera edición del torneo, y en el que el Athletic, gracias a su doblete, liga y Copa, se proclamó campeón de manera automática.

Ahora, deberá superar en primer lugar al Real Madrid y después al ganador del duelo entre la Real Sociedad y el Barcelona si quiere volver a conquistar la Supercopa. Una cita a la que acude con muchas dudas, toda vez que Marcelino García Toral, que llegó a Bilbao el pasado lunes, apenas ha podido dirigir un puñado de entrenamientos, estando los dos primeros condicionados por el partido de liga ante los azulgrana.

Se estrenó con derrota el técnico asturiano, aunque se vieron algunas pinceladas del estilo de juego que quiere que su equipo desarrolle, especialmente en los primeros 20 minutos del encuentro. Se desconoce, porque apenas ha tenido tiempo para trabajarlo, si el equipo ha hecho suyo ya parte de su librillo -se entiende que todo es imposible-; del mismo modo, tampoco se puede tener una certeza absoluta sobre el efecto que el aplazamiento del choque del pasado sábado ante el Atlético de Madrid ha tenido en la plantilla. Por un lado podría darse por válida la teoría de que disponer de más entrenamientos es, sin duda, algo positivo, más aún con un calendario tan apretado, pero tampoco puede pasarse por alto que la cita del Wanda Metropolitano podría servirle a Marcelino como una nueva prueba, condicionada seguramente por el estado del césped del estadio madrileño, pero quizá suficiente para ver en acción a algún futbolista más de los catorce que participaron ante el Barça.

Así las cosas, es todo un interrogante saber qué versión del Athletic se verá pasado mañana en La Rosaleda. Marcelino, por su parte, tiene ante sí una especie de revancha particular con el torneo, ya que ganó la última final de Copa que se disputó, la de 2019, pero fue despedido en septiembre del Valencia, meses antes de disputar la Supercopa de 2020.

Enfrente, eso sí, tendrá a un Real Madrid capaz de lo mejor y de lo peor, en la línea de los últimos años, y ante el que el técnico asturiano no maneja buenos registros, precisamente, con solo tres victorias en dieciséis enfrentamientos. El conjunto merengue, vigente campeón de un torneo que debió celebrarse en Arabia Saudí por segundo año consecutivo pero al que el coronavirus mandó a Andalucía, llegó el lunes a Málaga después de pasar tres noches en Iruñea. No han podido pasar los futbolistas del Madrid por sus hogares, lo que se ha convertido en algo así como una cuestión de Estado, pero los pupilos de Zinedine Zidane al menos sí pudieron ejercitarse con normalidad en la tarde del lunes en la ciudad de la Costa del Sol. Algo que a duras penas hubieran podido hacer en Madrid. No hay mal que por bien no venga.

Tras dejarse cuatro puntos en los tres últimos partidos de liga, contra el Elche (1-1), el Celta (2-0) y Osasuna (0-0), con Benzema peleado con el gol en esa terna de encuentros y con un Hazard ya recuperado, aunque con la incógnita de si a día de hoy es más una solución que un problema, es difícil vaticinar con qué versión de los blancos se topará el Athletic, que hace un mes cayó 3-1 en su visita a Valdebebas en un partido condicionado por la tempranera expulsión de Raúl García.

Duelo desigual

En lo que al otro partido respecta, el Barcelona llega en una buena dinámica, con un Messi que recuerda al de sus mejores tardes y, pese a la importante baja de Gerard Piqué en defensa, Ronald Koeman parece haber dado con la tecla y con un once de garantías. La Real Sociedad, por contra, atraviesa por su peor momento de la temporada. No hay rastro del equipo que impresionó en las primeras jornadas y los muchachos de Imanol Alguacil solo han ganado uno de sus últimos doce partidos entre liga y Europa. Curiosamente, en el derbi ante el Athletic. Sin Silva y con una defensa que hace aguas, mucho deberán mejorar los txuri-urdin para tratar de eliminar al conjunto azulgrana, aunque a un partido nada es imposible.

Debut en Copa. El Athletic jugará ante el Ibiza el próximo día 21, jueves, a partir de las 19.00 horas en el encuentro correspondiente a los dieciseisavos de final del torneo del K.O. Una competición en la que el conjunto rojiblanco tratará de emular lo logrado el curso pasado, alcanzando una final que aún está pendiente de disputarse. El choque ante el equipo balear, que camina con paso firme en su subgrupo de Segunda División B, del que es líder con cinco puntos de ventaja sobre el Hércules, segundo clasificado. El partido, que se jugará sin público, será una nueva oportunidad para que el Ibiza siga haciendo historia después de eliminar en la ronda previa al Celta por un contundente 5-2.

Hoy, penúltima sesión. El Athletic se ejercitará esta tarde en Lezama a partir de las 18.00 horas en la que será su penúltima sesión de cara a las semifinales de la Supercopa. Mañana viajarán a Málaga.