Fernando Llorente (Iruñea, 26-II-1985) no volverá al Athletic. No al menos a corto plazo, aunque su nombre volverá a sonar con fuerza cuando en enero se abra la próxima ventana de fichajes. Entonces, como si se tratase de un soniquete que se repite año tras año, coincidiendo siempre con unas fechas muy concretas además, el debate sobre la idoneidad o no de su fichaje volverá a salir a la palestra. Pero la decisión de la Junta Directiva que preside Aitor Elizegi, y más concretamente de la comisión deportiva que lidera Ricardo Hernani, es clara: no hay hueco para Llorente. No al menos a día de hoy. Como tampoco lo hubo en ventanas de fichajes pretéritas, cuando el club también sondeó incorporar al atacante, pero el resultado fue el mismo que el de ayer. La falta de quorum entre los directivos, que no "división", como señalan a este periódico las fuentes consultadas, ha frenado en más de una ocasión, siendo ayer la última y quién sabe si la definitiva, la llegada de un Llorente que estaba como loco por regresar a Bilbao y que sabía de primera mano que tanto el director deportivo, Rafa Alkorta, como el entrenador, Gaizka Garitano, suspiraban por sus servicios. Más aún ahora, cuando el equipo está inmerso en una preocupante crisis deportiva.

Cerrado el mercado de fichajes esta pasada medianoche, Llorente seguirá en el Nápoles, donde su papel es residual -hasta el punto de que en Italia aseguran que no ha sido inscrito para participar ni en la Serie A ni en la Europa League-, tras rechazar las propuestas que hasta ayer tuvo sobre la mesa de otros dos equipos transalpinos como la Sampdoria o el Hellas Verona.

Sobre la balanza, como ya ha sucedido en alguna otra ocasión, se pusieron los pros y los contras de una operación que a buen seguro levantaría ampollas en buena parte de la masa social del club. Fue precisamente ese el motivo principal por el que finalmente se decidió no abordar una operación que, eso sí, desde el entorno del futbolista asumían desde primera hora de la tarde que no se concretaría. Radio Marca Bilbao destapó la liebre y las noticias se sucedieron a lo largo de una intensa tarde, al menos en las redes sociales, toda vez que la posibilidad de que se concretara el fichaje de Llorente, que según narró TeleBilbao llegaría en forma de cesión y no como un traspaso, nunca pareció estar demasiado cerca, como finalmente así ocurrió.

El qué dirán pesó más que las cuestiones deportivas, donde también existen dudas, entre otras cuestiones por su edad, 35 años, y porque en las tres últimas campañas ha anotado 14 tantos en total, toda vez que el apartado económico no parecía que fuese a resultar un problema. El revuelo que generaría el regreso a Bilbao de un futbolista que se marchó por la puerta de atrás en 2013, sin querer renovar su contrato pese a que lo intentaron Fernando García Macua en primera instancia, y Josu Urrutia, con una propuesta que el propio delantero calificó de "irrechazable", después, pudo con los deseos del técnico y el director deportivo. Un Alkorta que tendrá hoy la posibilidad de explicar su versión de los hechos durante la presentación de Álex Berenguer, la única cara nueva del mercado veraniego más largo y extraño que se recuerda y que ha estado muy condicionado por la pandemia del coronavirus.

Hasta ayer, cuando el mercado estival tocó a su fin en Europa, quien de manera pública más había forzado para contar con Llorente había sido el propio Garitano. Hasta el punto de que el pasado jueves, tras la disputa del encuentro ante el Cádiz, en el que el Athletic fue incapaz de conseguir si quiera un empate frente a un equipo que jugó prácticamente media hora con dos futbolistas menos sobre el terreno de juego, y sabedor de que la incorporación de Berenguer era un hecho, pidió que le trajeran un nueve. "Cuando no tienes un delantero centro referencia€ Tenemos carencias que no son fáciles de solventar", declaró el técnico, a quien Aitor Elizegi no ha colmado sus deseos, no del todo, al menos. un presidente que tomará la palabra este jueves después de muchas semanas de silencio y que, según distintas informaciones, en esta ocasión sí era partidario de incorporar a Llorente.

EL PAPEL DE LOS JUGADORES

En la ecuación, tal y como informó en la tarde de ayer Onda Vasca, también entraron algunos futbolistas con peso en el vestuario. Estos, al parecer, se habrían puesto en contacto con el máximo dirigente rojiblanco para hacerle llegar su conformidad con el fichaje del futbolista del Nápoles, sin que dicha presión cristalizara finalmente en su contratación.

Así las cosas, el culebrón Llorente, que fue más corto que en ocasiones anteriores pero que tuvo más visos de concretarse que nunca, tocó a su fin con el delantero en Italia y Garitano y Alkorta sin poder contar con un futbolista por el que suspiraron. Un atacante de 35 años que dejó tirado al Athletic siete años atrás, que cuajó una muy buena temporada en su primer año en la Juventus (2013-14, con 17 goles en liga), una gran actuación que repitió en el Swansea (2016-17, 15 goles en la Premier), pero que en sus otras cinco campañas lejos de Bilbao, con pasos por el Sevilla y el Tottenham, además de Juventus, Swansea y Nápoles, nunca ha superado la barrera de los siete goles en liga.