A falta de fútbol por el aplazamiento del partido que debía enfrentar al Athletic con el Barcelona en la segunda jornada de liga, la actualidad rojiblanca pasa por una inesperada sucesión de declaraciones que invitan, cuando menos, a la reflexión. Primero fue Gaizka Garitano, escasos minutos después de morder el polvo en Granada, quien lanzó un mensaje contundente y susceptible de incomodar a más de uno al poner el foco en que "hay muchos equipos con más pegada que nosotros". Tres días después, el martes, Unai Núñez dinamitó la tranquilidad del colectivo al manifestar públicamente su deseo de salir cedido y exponer dicha vía como "condición principal" para sellar una renovación como león que continúa sin firmar. Sus palabras encontraron respuesta en Raúl García, quien no se cortó. "Es joven, tiene que aprender. ¿Qué le transmito? Que trabaje. Si quieres algo de verdad, hay que intentar agarrarlo", dijo sin tapujos el navarro, que también dejó claro que "no ayuda que la gente cuestione al entrenador".

La última ración de tajantes reflexiones en voz alta, a la espera de lo que deparen los próximos días, llegó el miércoles. Yeray Álvarez, que no quiso mostrarse "a favor, ni en contra" de la postura de Núñez, fue un paso más allá en Cope Bilbao al dirigirse a los aficionados y señalar que "la gente no está valorando nuestro trabajo y ha llegado un punto en el que todo es criticar". "Cada vez que perdemos leo que soy malísimo, pero no me dejo guiar por lo de fuera; un poco de paciencia estaría bien", expuso a su vez Dani García en Radio Popular completando una serie de intervenciones que no han dejado indiferente a nadie. En medio de dicho escenario, tres exrojiblancos con marcada experiencia en el vestuario bilbaino como Carlos Ruiz (Bilbao, 1948), Iñigo Liceranzu (Bilbao, 1959) y Pablo Orbaiz (Iruñea, 1979) aportan a DEIA su visión y análisis de la situación.

El más crítico de los tres es el excentral bilbaino, quien entiende que solo Raúl García ha estado a la altura de las circunstancias. "Lo dijo él, lo que hay que hacer es trabajar y trabajar. Todo lo demás que se ha dicho solo vale para revolver, porque todo esto viene, además, después de perder un partido y está mal elegido el momento en el caso de todos los que han hablado, menos Raúl", defiende Liceranzu, que no ve "demasiado pesimismo" en la afición y tampoco cree que las manifestaciones de los jugadores sean un síntoma de nerviosismo en el seno de la plantilla, pues "ha sido una pretemporada atípica, el comienzo no ha sido el deseado y todo eso crispa a todos, pero esto no ha hecho más que empezar y no es la primera vez que se pierde el primer partido de liga, por lo que no hay que volverse locos".

Aun así, a fin de evitar nuevas declaraciones de dudoso beneficio para el colectivo, Liceranzu opina que "más que el capitán, el que debería intervenir para parar todo esto es el presidente al no haber sido un caso aislado, sino varios ya en una semana que está siendo movida". "El entrenador también dijo que al equipo le falta pegada y es cierto, lo saben los propios jugadores, pero otra cosa es si debe decirlo públicamente quitándose presión a sí mismo", apunta asimismo el exrojiblanco, mientras que a Carlos Ruiz, que tampoco piensa que exista nerviosismo en la caseta, no le parecieron apropiadas las declaraciones efectuadas en sala de prensa por Raúl García al entender que "si lo que se pretende es hacer equipo, eso va más allá de entrenar juntos en el día a día".

"Si quieres decirlo, se lo dices directamente a él, pero hacerlo a través de los medios€ Quizás quiso mandar un aviso a navegantes para estar todos unidos y que las cosas no se desmadren, pero habría sido mejor hablar las cosas con Unai sin dar pie a una repercusión tan grande", opina el último pichichi del Athletic, que pide tranquilidad y da la razón a los jugadores en relación a que "a nivel de afición, lo que está sucediendo ahora no tiene nada que ver con nuestra época. No se anima de igual manera y la gente se ve con derecho a decir lo que quiera y ahí sí es cierto que las críticas son excesivas, aunque lo que está pasando también puede ser una respuesta de los aficionados ante cosas que quizás tampoco han estado haciendo bien los jugadores".

UN GRUPO UNIDO

Pablo Orbaiz, por su parte, apunta que "cada uno es libre de decir lo que quiera, eso es fundamental, pero no tengo ninguna duda de que el grupo está unido y si los jugadores muestran ese pesar es porque así lo sienten y no creo que haya que criticarles por expresar lo que sientan".

"Ahora mismo hay una generación que se expresa con libertad y personalidad y me parece bien. Personalmente, apoyo a la plantilla. Uno no tiene siempre la razón, pero cuando las cosas se hablan y se dice lo que se piensa es más fácil solucionar los posibles problemas que haya", incide el excapitán del Athletic, quien sí vio oportunas y "para enseñar a los chavales y a toda la sociedad" las declaraciones de Raúl García y recuerda que "solo se ha jugado un partido de liga, no hay que sacar las cosas de quicio y no tengo ninguna duda de que tanto la plantilla como el entrenador y el club van a hacer una piña".

En cuanto a las palabras de Garitano lamentando la falta de pegada del equipo, Orbaiz también se expresa con suma claridad y rotundidad al afirmar que "el entrenador es el que piensa en todo el grupo y en el bien del equipo y si en un momento dado considera que tiene que decir algo o dar un toque de atención, el grupo lo tiene que respetar, asimilar y aplicarse de la mejor manera posible para salir más fuerte de ese tipo de situaciones, aunque pase unos días un poco duros". Palabra de excapitán.