El comienzo de la temporada 2020-21 se acerca y el Athletic continúa poniéndose a tono en Lezama. Lo hace, eso sí, en medio de un delicado escenario habida cuenta de la plaga de bajas a la que tiene que hacer frente Gaizka Garitano en el día a día. A los seis jugadores afectados por el coronavirus se unen los tocados Iñigo Martínez, Mikel Vesga y Peru Nolaskoain, así como el lesionado Ibai Gómez y el renqueante Yuri Berchiche, a vueltas con una pubalgia tras ser clave el pasado curso en el aspecto defensivo y ofensivo al igual que Ander Capa, sin problemas físicos tras las dos primeras semanas de entrenamientos. Ambos, desde los laterales, tuvieron durante el ejercicio 2019-20 un tremendo impacto en el funcionamiento de un equipo que agradeció sobremanera la gran campaña que completaron como parte de una defensa a la que pocas cosas se pudo achacar. Centrados, comprometidos y efectivos en el repliegue, aportaron también de lo lindo en labores de despliegue para ofrecer una apreciada vía para hacer daño por fuera. La siempre cotizada capacidad de sorpresa corrió a cargo de ellos, dos de los leones que más brillaron en un plantel que espera con una mezcla de deseo y necesidad que mantengan un nivel al que a día de hoy se desconoce si podrán dar continuidad a partir del próximo 12 de septiembre.

Será entonces cuando LaLiga vuelva a ponerse en marcha y el contador se ponga a cero para los veinte clubes participantes, si bien el kilometraje de Berchiche y Capa no se restablecerá por arte de magia. Preocupa, en ese sentido, el escaso tiempo habilitado para el descanso antes de la puesta de largo de una pretemporada que alcanza hoy los catorce días de recorrido en el caso del Athletic tras apenas tres semanas de asueto desde la finalización del pasado curso. El desgaste físico, además, resultó más que notable para dos hombres que acumularon una importante suma de minutos en las piernas. Cerraron la temporada, sin ir más lejos, como quinto y sexto jugador con más participación contabilizando liga y Copa. Berchiche, al que solo superaron en actividad cuatro compañeros -Iñigo Martínez, Iñaki Williams, Raúl García y Dani García- alcanzó los 3.373 minutos con la disputa de 39 partidos, 37 de ellos como titular con un total de seis goles marcados.

Dos llegaron en el campeonato de la regularidad y nada menos que cuatro en el transcurso de una Copa en la que el de Zarautz se erigió en gran protagonista con tantos de vital relevancia como los firmados ante el Tenerife en el minuto 118 de la ronda de octavos de final o la diana que sirvió para salvar los muebles en Granada y meter al Athletic en la final. A tan señalados zarpazos se unió el doblete que logró en la visita al Sestao River. La incidencia directa de Capa también resultó digna de mención al posar en 41 choques y partir de inicio en 37 de ellos para un total de 3.337 minutos y tres goles, todos en liga. Los nueve tantos sumados entre uno y otro, dato de inmenso valor que no hace sino constatar la productividad ofensiva que tuvieron para satisfacción y alivio de Garitano, ponen de manifiesto hasta qué punto elevaron sus prestaciones naturales dos futbolistas que volverán a tener un papel de suma trascendencia en el ejercicio venidero.

espaldas cubiertas

Se prepara para volver a volar por el costado derecho Capa, quien cumplirá su tercera temporada como león con sesenta partidos ya a sus espaldas y con Óscar de Marcos como principal competencia por el puesto de titular. El de Biasteri, que arrancará el curso como suplente con el objetivo de aprovechar cada minuto que le brinde el técnico, se encuentra ante la necesidad de reivindicarse para no seguir el camino enfilado por excompañeros como Mikel San José y Beñat Etxebarria al finalizar contrato el 30 de junio de 2021. En la misma tesitura se halla en el carril izquierdo Mikel Balenziaga, el encargado de cubrir cualquier ausencia de Berchiche. Lo hará el 24 rojiblanco, con la determinación y profesionalidad que siempre le ha caracterizado, a sabiendas también de que puede ser su último año en un equipo que volverá a ganar enteros en la medida que sus laterales funcionen.

A falta de fichajes y de un juego interior que marque las diferencias en un campeonato en el que volverá a reinar la igualdad, los carriles asoman como uno de los puntos fuertes del Athletic. Se da por hecho que en el plano defensivo los elegidos para jugar cada semana ofrecerán un rendimiento si no igual, al menos similar al exhibido durante el año y medio de Garitano al frente de la nave. No hay indicios para pensar que no será así al no haber cambiado nada por Lezama, si bien sobra recordar que el fútbol resulta del todo impredecible y que la suma de dos y dos no acostumbra a ser cuatro.

En el caso de Berchiche, además, entra en juego una latosa pubalgia que le ha impedido ejercitarse con normalidad en las dos primeras semanas de la pretemporada y que, de no corregirse adecuadamente, podría obligar a parar en seco próximamente a un hombre que requiere de una regularidad en sus apariciones sobre el verde para alcanzar una plenitud que, si no mostró la pasada campaña, cerca estuvo de hacerlo al igual que Capa.