A Aitor Seguín (Eibar, 1995) le gusta el Barakaldo y al Barakaldo le gusta Aitor Seguín. Así que el acuerdo entre el Athletic y el club fabril para hacerse con los servicios del jugador en calidad de cedido fue bastante sencillo. De esta forma, el extremo zurdo regresará durante la temporada 2020-21 al club en el que ya militó el tramo final del pasado curso, en el que volvió a sentirse futbolista tras disputar 492 minutos en siete encuentros. Porque, en 2016, la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha hizo que Seguín sufriera un largo calvario de cuatro años. Varias recaídas provocaron que el eibartarra, que fue quemando etapas en Lezama desde infantiles hasta el Bilbao Athletic, estuviera en el dique seco durante más de 28 meses. De hecho, era un fijo en las alineaciones del Kuko Ziganda, por aquel entones técnico del filial rojiblanco, pero entonces la mala suerte se cebó con Seguín y el extremo acumuló 9 partidos en tres temporadas. Pasó por el quirófano más de cinco veces. Estuvo más de dos años y medio sin jugar. Hasta que el Barakaldo se fijó en él y, en enero de este año, se hizo con sus servicios en forma de cesión hasta final de temporada. "Cuatro años sin jugar son muchos, se notan y no puedes ocultar la realidad. Pero he vuelto a coger buenas sensaciones después de haber pasado un auténtico calvario durante cuatro años. He abierto una nueva etapa y estoy muy satisfecho", reconoció Seguín a DEIA durante el estado de alarma.En Segunda B, el eibartarra disputó siete encuentros a un buen nivel, pero la pandemia provocó la finalización de la temporada y, con ella, volvió a parar. Vio frenada su progresión justo cuando volvía a coger ritmo. A ser competitivo. Sin embargo, ahora, justo después de renovar con el Athletic por una temporada más, el Barakaldo le da una nueva oportunidad para demostrar su calidad, para mantener la continuidad que siempre le ha faltado y confirmar, a las órdenes de Aitor Larrazabal, que ha dejado atrás la pesadilla de las lesiones. "Pensé en colgar las botas, incluso durante cuatro o cinco meses llegué a iniciar los trámites para coger la invalidez. Pero llegó el doctor Mikel Sánchez y me propuso aplicar células madre. Era mi última oportunidad y tenía todo el apoyo del mundo en Lezama", contó Seguín.

A pesar de ello, a pesar de tener todo el respaldo del Athletic, que le ofreció un año más de contrato y le otorgó minutos con una cesión al Barakaldo, Seguín ve muy complicado no solo debutar como león, sino también mantenerse en un Bilbao Athletic que, a sus 25 años, ya le queda muy joven: "No creo que me vea en el primer equipo, no creo que llegue al nivel de antes al menos a corto plazo porque es evidente que las lesiones me han perjudicado. Por eso, mi prioridad ahora es coger mi mejor nivel". Y eso es lo que intentará durante el próximo curso en el Barakaldo.