La primera plantilla del Athletic se sometió ayer a los protocolarios test PCR obligada por una crisis sanitaria que no tiene visos de desactivarse a corto plazo y que puede marcar el futuro arranque de la nueva temporada en el fútbol profesional. Los jugadores rojiblancos están citados hoy de nuevo para, en este caso, realizar las pertinentes pruebas médicas y físicas previas al inicio, mañana, de los entrenamientos de una pretemporada, a priori, más corta de lo habitual y en la que Gaizka Garitano se encontrará en su arranque con un overbooking de futbolistas, en torno a la treintena, que no es del agrado del técnico, como ya manifestara un año atrás en las vísperas del comienzo de la liga. El derioztarra, entonces, se quejó públicamente de que no se generara una descarga del plantel, un hecho que se puede precipitar en esta nueva situación, porque la operación salida ya está en marcha. Se conocen los nombres de los jugadores que tienen pocas opciones de jugar con Garitano en el banquillo, por lo que no se esperan sorpresas en este concepto. Y los primeros movimientos se oficializaron ayer, con la rescisión del contrato de Cristian Ganea, al que le restaba un año más, y la cesión del central Daniel Vivian al Mirandés después de que el gasteiztarra renovara con el Athletic hasta el 30 de junio de 2023. Gaizka Larrazabal podría ser el siguiente en encontrar un nuevo destino para la cercana temporada.

Daniel Vivian (Gasteiz, 5 de julio de 1999) ha sufrido una interesante progresión en el Bilbao Athletic, lo que ha llevado a la dirección deportiva a propiciar su salto al primer equipo, en el que habría entrado en la dinámica de entrenamientos tras el periodo de confinamiento a causa de la pandemia del covid-19. Vivian, que no ha debutado aún como león, tenía firmado como cachorro hasta el 30 de junio de 2021, por lo que el club ha decidido renovarle por dos campañas más con una cláusula de 40 millones de euros. El central, una vez firmado su nuevo contrato, saldrá cedido al Mirandés, en el que ya ejerció el ejercicio anterior su compañero Iñigo Vicente, que de principio se queda a las órdenes de Gaizka Garitano. El joven central es consciente de la dificultad de hacerse con un hueco en la zaga rojiblanca ante la presencia de Yeray, Iñigo Martínez y Unai Núñez, por lo que intentará reivindicarse en la exigente categoría de plata y confía en mostrar su mejor versión.

Vivian renueva con el Athletic. Foto: Athletic Club

Por su parte, Ganea (Bistrita, Rumanía, 24 de mayo de 1992) se ha acostumbrado en los últimos tiempos a tener preparadas las maletas. Su caso es un tanto peculiar desde que fichara por el Athletic dos años atrás. No ha tenido ni la continuidad esperada ni la confianza de Eduardo Berizzo, primero, y de Gaizka Garitano, después, un matiz que le ha relegado al ostracismo en el conjunto rojiblanco, con el que solo ha disputado dos partidos oficiales, uno de liga y otro de Copa. Un recorrido decepcionante para sus intereses, con lo que el jugador criado en Basauri ha tenido que aceptar salir cedido en dos ocasiones, al Numancia y al Viitorul Constanta (club desde donde llegó a Bilbao), para disfrutar de los minutos que no iba tener como león.

Ganea ha cumplido en estas dos últimas experiencias y se ha reivindicado, pero no le ha servido para convencer a Garitano, que no ha contado para casi nada con el lateral. En cambio, sí son varios los equipos que han depositado sus ojos en el jugador criado en Euskadi en edades tempranas, entre ellos clubes estatales y de otros puntos de Europa. El Aris Salónica es el que más énfasis ha puesto en las última fechas para hacerse con los servicios del de Bistrita, con el que habría negociado un contrato para dos temporadas. El Athletic tenía la última palabra sobre el devenir del futbolista y ha acordado con el protagonista la rescisión de su relación, lo que allana el camino al rumano para comprometerse con el Aris, que considera a Ganea como un relevo de garantías del húngaro Mihaly Korhut, que ha regresado a su país para enrolarse en la disciplina del Debreceni. El conjunto que dirige Thodoros Karipidis valora el perfil del ya exjugador del Athletic, ya que ofrece una polivalencia ofensiva que destaca el entrenador del equipo heleno, que cerró la última edición de la liga de su país en quinta posición, lo que supuso el billete de la entidad de Salónica a la próxima edición de la Europa League, en la que paradójicamente no competirá el colectivo de Garitano, que ha vuelto a quedarse a las puertas de la competición continental.

La espera de Larrazabal

Otro de los futbolistas que no entran en los planes de Garitano es Gaizka Larrazabal, al que le queda un año de contrato y que podría tener los días contados en su primera etapa en el Athletic, en el que solo ha comparecido en once partidos, con tres únicas titularidades. El extremo necesita rodaje y son varios clubes, la mayoría de LaLiga SmartBank, los que han preguntado por su situación, aunque la dirección deportiva aún no se ha pronunciado sobre su futuro. La Ponferradina que entrena Jon Pérez Bolo puja fuerte por hacerse con el bilbaino.