Quienes opinan que tranquilamente se podría prescindir del partido que esta noche acoge el Nuevo Estadio Los Cármenes, que ante la ausencia de aliciente clasificatorio esta última jornada está de más, en el fondo están deseando, al igual que aquellos que lo ven de otra manera, que el Athletic cierre la temporada con victoria. Y al margen de las sensibilidades que cohabitan en el entorno, los más interesados en derrotar al Granada son los jugadores y su entrenador, no en vano esa es su obligación. Lo único que sentaría mal es que el equipo no saliese ambicioso e invirtiese las fuerzas que le quedan, el máximo ahínco, en imponerse, al margen de que ello se traduzca en subir uno, dos o tres puestos. La colocación final en la tabla también posee su valor y no solo desde la perspectiva económica, pero por encima de todo está el prestigio.

Es como lo ve Gaizka Garitano, quien dejó sentado que quiere ganar y que ha preparado la cita con la seriedad de siempre. Llegó a afirmar el sábado que su intención es alinear el mismo once que escogería si los puntos en juego diesen el acceso a la Europa League. No entiende que deba dar minutos a hombres que hasta la fecha han participado menos, casi nada o nada y se van a ir. En fin, que no contempla realizar gestos propios de un amistoso. La jornada 38 forma parte del campeonato, es un compromiso oficial más, en absoluto un trámite o una excursión a tierras andaluzas a modo de aperitivo de las vacaciones estivales.

Definida la predisposición del Athletic y a la espera de comprobar en qué se sustancia, no cabe olvidar que el Granada sí puede colarse en Europa. Uno y dos puntos le separan del Getafe y la Real Sociedad, séptimo y sexto. El conjunto de Diego Martínez lo ha hecho algo mejor que el Athletic en este durísimo mes. Partía con un punto más cuando se reanudó la competición y ahora le saca dos. Un detalle que refleja la tremenda igualdad que ha presidido la extenuante carrera y que, por su nimiedad, invita a lamentar profundamente la oportunidad perdida, a maldecir determinados marcadores como el de Ipurua (2-2) o el del pasado jueves con el Leganés.

El calendario parecía tirarle un guiño al Athletic, que aspiraba a consolidar su candidatura continental en el mismo escenario donde certificó el pase a la final de Copa a comienzos de marzo. Parecía, pero los acontecimientos posteriores han desbaratado la celebración de un segundo cara o cruz. Hombre, así se lo tomará el Granada porque al contrario que el Athletic sí tiene a tiro un objetivo tangible, un Granada que además seguro retiene en la memoria la enorme decepción que le produjo el inesperado gol que le clavó Yuri Berchiche en la semifinal.

MUCHOS CAMBIOS

Garitano aseguró que baraja introducir “cinco o seis cambios” respecto a la última formación. No resulta complicado concretar por dónde irán los tiros. De entrada, Herrerín ocupará la plaza del sancionado Simón. Iñigo Martínez, cumplida su sanción, volverá en detrimento de Núñez al eje de la defensa, línea donde es muy probable que figure Capa en el lugar de De Marcos. Dani García, que únicamente contó con un cuarto de hora el jueves, también será titular y el sacrificado podría ser Vesga atendiendo al estado de forma que exhibe Unai López. Otro ausente fijo es Sancet, convocado para jugar con el Bilbao Athletic en el play-off de ascenso a Segunda Aplay-off, lo mismo que el central Vivian, presente en la anterior lista, lo que podría favorecer el concurso de Córdoba, inédito contra el Leganés después de haber intervenido en todos los partidos.

Ahí están los cinco cambios anunciados. Si finalmente hubiera un sexto, adivinar su identidad es más costoso pues se debe considerar que con la incrustación de Herrerín, Garitano tendría a su disposición el once tipo de la temporada. Por rendimiento, Williams y Muniain han ido adquiriendo un bonito número de boletos para pasarse por el banquillo, pero la pregunta sería quién entra. De Marcos en la banda y Villalibre en punta se perfilarían como alternativas con cierto sentido dado que los demás apenas han asomado la cabeza. Aunque visto lo visto en el año y durante la vorágine de partidos que culmina hoy, la apuesta de menor riesgo es con Muniain y Williams dentro.