Cumplió el Athletic su parte del trabajo en una jornada donde no podía permitirse el fallo. Con el mínimo margen de maniobra que otorgan las tres últimas fechas del calendario, acudía forzado a compensar de inmediato las derrotas enlazadas ante Madrid y Sevilla. El Levante, en tierra de nadie y con la permanencia asegurada, era el oponente ideal para ello. Por si cupiese alguna duda sobre la trascendencia de la cita, Raúl García asumió el rol de guía rubricando con dos goles una actuación ejemplar. Se encargó de mostrar el camino jugando con una intensidad que triplicó la de los hombres de Paco López y la mayoría de sus compañeros le secundó en el empeño. Consecuencia de esa buena disposición coral, el Athletic pudo disfrutar de una tarde apacible, bastante más de lo que refleja el resultado, con final feliz.

Por segunda ocasión en este saturado verano, Gaizka Garitano diseñó una alineación sin muchos de sus hombres de confianza, decisión que por su carácter excepcional inevitablemente generaba cierta incertidumbre. Sin embargo, este factor que podía pesar negativamente en la relación de fuerzas para nada perjudicó los intereses rojiblancos. Al revés, los titulares de urgencia respondieron con solvencia, ni siquiera importó que cuatro de las bajas a suplir afectasen al armazón defensivo. En cierta manera se asistió a una reedición de aquel ensayo del Camp Nou que tan buen regusto dejó. Como entonces, coincidieron De Marcos, Núñez y Balenziaga en la última línea, así como Unai López y Vesga en el círculo central, además de que Sancet hizo de enlace. Aunque, como se ha apuntado, la tarea resultó más sencilla gracias al servicio prestado por el goleador de la tarde.No existe mejor plan que alojar en la red el primer remate. Apenas consumidos cuatro minutos, Raúl García empalmaba un centro salido de las botas de De Marcos sin excesiva intención hasta que Vezo intervino desviándolo hacia la posición del ariete. El remate de manual, con bote para que adquiriera mayor velocidad, se coló sin remisión. Por si existían dudas, era el detalle que debía definir de qué iba cada cual y tuvo ese efecto: el Levante pensó que arrancar perdiendo le abocaba a un sobreesfuerzo para el que no estaba mentalizado, mientras que el Athletic interiorizó que si no perdía el norte y persistía en facetas como el orden, la seriedad y la agresividad, sería muy improbable que se le escapasen los puntos.Una presión alta sepultó la creatividad de los Campaña, Rochina, Bardhi, dejando a Morales desasistido. Quiso el anfitrión saltarse la pegajosidad del Athletic con envíos a su capitán que acabaron siempre mansamente en las manos de Simón. La impotencia local presidió el primer acto. El Levante no trazaba una combinación con visos de éxito y encima andaba tarde para impedir que, bajo la batuta de Unai López, el Athletic amenazase con ampliar su cuenta. Comprobado que la propuesta del enemigo carecía de aliciente y sus ejecutores de alma, aquello derivó en un paseo. Puede afirmarse porque a los de Garitano no se les vio que pisasen a fondo el acelerador: el ritmo subía cuando había que robar, pero luego los medios ponían la pausa y el despliegue salía casi solo.La pena fue que ni Williams, muy desafortunado con la pelota, ni Muniain, que asomó con cuentagotas, aportaron una pizca más de mordiente y a Sancet, al moverse en la zona más poblada, le costó sacar jugadas limpias. Detalles que presumiblemente retardaron la sentencia, cuya llegada no obstante tuvo la virtud del oportunismo. Si ya es importante empezar con ventaja, duplicarla justo antes del descanso equivale a meterse el partido en el bolsillo. Sobre todo visto que en las filas del Levante tenían la mente más puesta en los preparativos de los viajes vacacionales que en lo que se cocía sobre la hierba. El alegato de Paco López, reclamando tensión a los suyos había caído en saco roto.EL SUSTOClaro que por mucha flojera que transmitan enfrente, tampoco la siesta está permitida en competición. Y es probable que el Athletic viera el asunto tan mascado que sin darse cuenta y al amparo de su concentración defensiva, aparte de renunciar al gol concedió en la reanudación un respiro a su rival. El correcto balance coral se reveló insuficiente, acaso lastrado por una actitud algo condescendiente. La misma desembocó en un error posicional de Iñigo. Salió demasiado pronto a la marca de Mayoral, al que habilitó quedando él descolocado para la disputa. El delantero apuró por la línea de fondo y sirvió para que Bardhi empujase.Por un instante planeó la amenaza de la voltereta. Lekue y Córdoba, recién ingresados, andaban despistados, Muniain seguía desaparecido, los centrocampistas ya no amasaban posesión y el depósito de Raúl García posee su límite. Pero el temor se desvaneció enseguida. Ni a un gol del empate expuso argumentos de fuste el Levante. De hecho, Simón no se sintió exigido en los veinte minutos largos que condujeron a la conclusión. Iñigo pudo resarcirse en un córner templado por Unai López que no conectó de lleno por centímetros. Nada más que reseñar en las áreas.La tardía tanda de cambios en ambos bandos más pareció una argucia para perder tiempo. Desde luego, el árbitro no mostró interés en estirar el partido, solo sumó cuatro minutos convencido de que ni alargando media hora ocurriría nada que influyese en el desenlace. Así, discretamente se fue apagando una tarde donde el dispar estado de necesidad de los equipos fue determinante. El Athletic suspiraba por los tres puntos y está liderado por un tipo que solo sabe jugar finales y responde al nombre de Raúl García.LEVANTE: Aitor Fernández; Postigo, Vezo, Duarte (Min. 89, Melero), Clerc; Vukcevic (Min. 62, Radoja), Campaña, Rochina (Min. 89, Giorgi), Bardhi (Min. 73; Hernani); Morales (Min. 62, Roger) y Mayoral.ATHLETIC: Unai Simón: De Marcos, Núñez, Iñigo Martínez, Balenziaga; Vesga, Unai López, Williams (Min. 67, Lekue), Sancet (Min. 67, Córdoba), Muniain (Min. 87, Kodro); y Raúl García (Min. 87, Villalibre).Goles: 0-1: Min. 3; Raúl García. 0-2: Min. 46; Raúl García. 1-2: Min. 71: Bardhi.Árbitro: Alberola Rojas (comité castellano-manchego). Solo amonestó al rojiblanco Iñigo Martínez (Min. 16).Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 36 de liga disputado en el Estadio Olímpico de La Nucía debido a las obras en curso en el Ciudad de Valencia. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Ramón Vilar, consejero del Levante.estadísticasLevante Athletic1Tiros a puerta52Tiros fuera63Paradas del portero00Tarjetas amarillas110Faltas cometidas1561Balones recuperados55130Balones perdidos1432Fueras de juego156%Posesión 44%

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Levante 1 - Athletic 2

Gaizka Garitano diseñó una alineación sin muchos de sus hombres de confianzalos titulares de urgencia respondieron con solvenciaNo existe mejor plan que alojar en la red el primer remate.

Una presión alta sepultó la creatividad de los Campaña, Rochina, Bardhi, dejando a Morales desasistido. la batuta de Unai López

ni Williamni Muniainaportaron una pizca más de mordiente

EL SUSTO

error posicional de IñigoMayoralapuró por la línea de fondo y sirvió para que Bardhi empujase

Por un instante planeó la amenaza de la volteretaSimón no se sintió exigido en los veinte minutos largos que condujeron a la conclusión

el árbitro no mostró interés en estirar el partido,El Athletic suspiraba por los tres puntos y está liderado por un tipo que solo sabe jugar finales y responde al nombre de Raúl García.

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