aitor Fernández (Arrasate, 3-V-1991) se ha ganado el derecho a estar en boca de todos. Su temporada es, sencillamente, espectacular. Nadie para más que él en LaLiga y en el Levante, que recibe esta tarde al Athletic en un choque con Europa en el horizonte, ya se frotan las manos ante un posible traspaso al término del curso con el que relanzar la economía interna. A pesar de no tener en la plantilla un sustituto de garantías para el guipuzcoano, dado que el andaluz Koke Vegas no ha demostrado aún su valía para la elite, el club granota no vería con malos ojos activar una operación en la que apunta a estar interesado el Athletic. Con Unai Simón afianzado en la titularidad de la portería rojiblanca y con el futuro inmediato de Iago Herrerín en el aire debido a su falta de minutos y protagonismo, no se descarta un inmediato regreso a Bilbao de Aitor Fernández, quien reemplazaría al bilbaino y apretaría las tuercas al murgiarra en su vuelta a casa, si bien el Levante ni mucho menos regalará al portero revelación del campeonato.

Con 155 paradas en las 35 jornadas de liga disputadas, cuarenta más de las que suma el mallorquinista Manolo Reina como segundo cancerbero con más intervenciones, en Orriols son conscientes de que tienen ante sí la oportunidad perfecta para sacar una buena tajada por los servicios de Aitor Fernández. Mas aún tras sellar el pasado noviembre su renovación hasta el 30 de junio de 2023 con una maniobra llamada a fortalecer al club en una hipotética mesa de negociaciones, pues la cláusula de rescisión del de Arrasate se duplicó para pasar de los 15 a los 30 millones de euros.

Con un contrato de mayor duración y un salario también superior al anterior para situar al guipuzcoano en el tercer escalafón de la plantilla granota, el Levante se ve ahora con la fuerza necesaria para encarar un caso que interesaría abordar al Athletic y que ya contaría con el visto bueno de Rafa Alkorta. El máximo responsable de la dirección deportiva rojiblanca, a falta de las pertinentes negociaciones, habría dado luz verde a la llegada del portero a la capital vizcaina, según informó recientemente Cadena Cope Valencia, donde, no obstante, también hacían hincapié en que el de Arrasate en ningún caso saldrá del Levante convertido en una ganga, mientras que desde Ibaigane no se contemplaría realizar un elevado desembolso por un potencial suplente de Simón.

LA PRESIÓN DE AITOR

Las llaves de la portería de San Mamés, no en vano, están en poder del de Murgia, cuya temporada resulta también extraordinaria. Ambos, con Herrerín sentado en el banquillo visitante del Estadio Olímpico de La Nucía, se verán las caras hoy sobre el césped sin saber si compartirán trabajo en el día a día de Lezama en apenas un par de meses. Para cristalizar la operación, en caso de tomar vuelo definitivamente, se antoja trascendental la presión que pueda ejercer el meta levantinista, quien no ha escondido públicamente su deseo de regresar en algún momento al club en el que se formó como portero tras ingresar en la factoría bilbaina en categoría infantil en 2003 y alcanzar el Bilbao Athletic en 2010.

Dos años después, lastrado por dos inoportunas lesiones de codo y clavícula cuando Marcelo Bielsa, en 2011, se disponía a abrirle las puertas del primer equipo rojiblanco y Julen Lopetegui le había elegido como portero titular para el Mundial sub’20 de Colombia, fue cedido al Barakaldo y de ahí salió rumbo al Villarreal B. Allí lo reclutó Paco López, su actual entrenador en el Levante, para disputar más de cien partidos con el filial castellonense, comprometerse con el Numancia en 2016 y aterrizar en Primera División de la mano del Levante en 2018.

Su crecimiento como portero, con una sobresaliente concentración en el juego a cada instante y unos felinos reflejos que le han servido para protagonizar las mejores paradas en varias jornadas del presente campeonato, con tres de seis penaltis detenidos, ha ido en aumento para satisfacción del Levante. Tanto es así que el de Arrasate asoma como el futbolista más determinante del conjunto granota en un curso en el que la ya amarrada permanencia en Primera ha pasado por sus guantes. A falta de solo tres jornadas para que la temporada toque a su fin, hoy recibe a Simón y Herrerín en un duelo con morbo bajo palos.

  • El guipuzcoano, la gran revelación del curso, ingresó en Lezama como infantil hasta alcanzar el Bilbao Athletic en 2010.
  • Tiene contrato como granota hasta 2023 tras renovar en noviembre y su cláusula de rescisión es de 30 millones de euros