UÉ larga se le hizo la cuarentena a Iñaki Williams. Y qué larga se le está haciendo la liga tras su regreso. Porque el delantero rojiblanco ha sido titular en seis de los siete partidos que el Athletic ha disputado en la vuelta de la competición doméstica y, sin embargo, todavía no ha hecho gol. Ayer, ante el Real Madrid, el bilbaino, que suma 153 partidos seguidos en liga, puso ganas, pero le faltaron la puntería y la suerte necesarias para marcarle a un gigante como Thibaut Courtois, que se acerca a su primer trofeo Zamora vestido de blanco. Así que en San Mamés se enfrentaron el hambre y la opulencia, dos rachas opuestas: un guardameta en buena dinámica, que tan solo ha recibido un gol tras el parón obligado; y un atacante necesitado, que tiene que remontarse hasta el pasado 8 de marzo, a la vigésimo séptima jornada y el encuentro frente al Valladolid (1-4) en Pucela, para invocar su último tanto -esta temporada, lleva seis en liga-.

Y no será por no intentarlo. Porque a apetito no le gana nadie. Sabe que los delanteros viven del gol. Que cada encuentro que pasa sin comer, es más presión. Más hambre. Pero ayer Williams estuvo desacertado. En ocasiones, errático. Protagonizó las oportunidades más claras del Athletic, sobre todo en la primera mitad, pero todos los balones se le marcharon. La primera, un derechazo desde fuera del área, tras un buen robo de Muniain, que asustó al Real Madrid, pero que se acabó desviando tras rozar el larguero. La segunda, después de plantarse solo ante Courtois, un intento de vaselina que también se marchó por encima. Aunque se invalidó por un fuera de juego que no era. Dio igual porque su tercera ocasión tampoco terminaría dentro. De hecho, no acabó ni en tiro. Fue una carrera con Militao que acabó perdiendo. Porque ayer a Williams no solo le falló la puntería, sino que también le falló la velocidad. Y es que el central del Real Madrid, que entró en el once para sustituir al habitual pero lesionado Varane, le ganó todos los duelos. Quizá por colocación o por un esfuerzo implacable -porque tuvo que esforzarse mucho para ello-, pero Militao mejoró el ritmo de bilbaino. Por milímetros y gracias a la puntera, pero lo mejoró lo justo para que Williams se marchara al descanso preocupado y sin haber abierto todavía la cartera de goles tras el parón.

Sin embargo, la vuelta de los vestuarios no mejoró la versión del rojiblanco. Es más, tuvo menos protagonismo en el juego del Athletic, las oportunidades ya no recayeron solo en él. Y eso que el partido se convirtió en un ida y vuelta constante, de robo y balón largo, de transiciones rápidas y directas. Perfecto para sus cualidades. Perfecto para sus galopadas. Pero lo cierto es que desde entonces Williams solo generó peligro en una contra comandada por Raúl García cuyo centro no llegó a rematar porque Courtois, de nuevo atento, se adelantó a las intenciones del bilbaino. Después, una secuencia de faltas pitadas en contra del propio Williams terminó por desquiciarle, así que Garitano movió el banquillo con la intención de darle descanso y con la esperanza de que contra el Sevilla tenga mejor día.

Era el minuto 77 cuando Williams salió del campo para dejar su sitio a Asier Villalibre. Tras el parón liguero, el delantero gernikarra se ha convertido en un verdadero revulsivo, en la opción que Garitano utiliza para dar frescura y verticalidad al equipo en los últimos minutos. Sin embargo, ayer tampoco fue el día del Búfalo. Al igual que Williams, él tuvo intención y ganas, pero no acierto; y su única jugada con peligro, un pase atrás para De Marcos, fue mandada a córner por la defensa blanca. Con todo, parece indicar que la ausencia de Raúl García en el encuentro ante el Sevilla por acumulación de tarjetas, podría darle una oportunidad a Villalibre de entrar en el once, y otra a Williams, que sin el navarro se convertirá en la referencia ofensiva.

Williams le puso ganas en el clásico, pero estuvo desacertado de cara a portería y ya acumula siete partidos sin marcar

El bilbaino, que suma 153 partidos seguidos de liga, no pudo batir a Courtois, que tiene todas las papeletas para llevarse el Zamora