El Athletic ha alcanzado prácticamente el ecuador de la rentrée de LaLiga Santander. La pandemia del covid-19 ha ocasionado un impacto en muchos conceptos, tanto organizativos como deportivos, pero el conjunto rojiblanco no solo ha salido del apuro en estas cinco jornadas posconfinamiento sino que ha acentuado su candidatura a coger una de las tres plazas que dan el billete a la próxima edición de la Europa League, aún consciente de la dificultad que entraña y con un calendario exigente a la vuelta de la esquina. El equipo de Gaizka Garitano presenta una tarjeta de dos victorias, dos empates y una derrota, ocho puntos sobre quince posibles, lo que le ha permitido cerrar la trigésimo segunda jornada en novena posición, a solo dos puntos del séptimo puesto, que es el que marca la muga continental. Son seis conjuntos, entre ellos el bilbaino, los que pujan por hacerse con los ansiados salvoconductos, sin desdeñar a Levante y Osasuna, que aparecen, tras sus respectivos éxitos del fin de semana, rezagados a la espera de que la divinidad propicie que llegue a sonar la flauta. Con todo, el duelo que protagonizan esta noche en el Coliseum Alfonso Pérez el Getafe y la Real Sociedad, que pone fin a la jornada, aclarará un poquito más la lucha por Europa.

A la espera de lo que suceda en el feudo azulón, el Athletic asume que sus rivales son el Getafe, Villarreal, Real, Valencia y el mismo Granada, que ayer tropezó ante el Eibar por lo que reduce sus opciones, una vez que los dos puestos de Champions en juego parecen destinados al Atlético de Madrid, especialmente, y al Sevilla, si bien los de Julen Lopetegui, que además tienen pendiente enfrentarse a los leones, no pueden despistarse. Restan seis encuentros comprimidos en tres semanas, una traca final en la que cualquier concesión podría resultar fatal para cualquiera de los equipos implicados, sobre todo cuando emergen varios compromisos entre rivales directos, lo que aumenta la temperatura en una pelea que se intuye intensa hasta el mismo colofón de la competición.

El conjunto de Garitano, que superó el sábado con cierta solvencia al Mallorca en San Mamés, debe hacer frente a una traca final de alto voltaje para salir bien parado si no quiere apearse del tren que viaja a una Europa League que no cata desde hace dos temporadas, con la plusvalía competitiva que supone al margen de los réditos dinerarios que aporta de cara a los duros tiempos que se avecinan a corto plazo a causa de una pandemia que ha puesto al planeta patas arriba. El Athletic arranca el miércoles una semana decisiva con su comparecencia en Mestalla ante un Valencia fuera de los puestos europeos y en plena caída después de sucumbir ayer en el derbi ante el Villarreal, que ha puesto la sexta en su camino hacia la competición continental, al mismo tiempo que acecha la plaza de Champions del Sevilla, con el que firmó tablas en la pasada jornada.

El encuentro en Valencia debe marcar un antes y un después para el conjunto rojiblanco, que, en caso de vencer, daría todo un golpe sobre la mesa además de ganar el gol average con el equipo de Albert Celades, valor añadido en el que también supera a la Real Sociedad, a la que ha recortado siete puntos en esta nueva era, y al Villarreal, el equipo más en forma, mientras que lo tiene perdido con el Getafe. Su duelo particular con el Granada lo dirimiría en la jornada que cierra la liga en caso de que fuera necesario. El Athletic afronta al regreso de Mestalla dos partidos consecutivos en San Mamés y ambos de alto voltaje. El domingo recibe al Real Madrid, que se juega el título en su mano a mano con el Barça, y en una semana aterriza en Bilbao el Sevilla, al que no se le da nada bien La Catedral en los últimos tiempos. Tres encuentros que decidirán el futuro del colectivo de Garitano, que se la jugaría en la última tacada con un calendario más amable ante Levante, Leganés, que podría estar ya descendido matemáticamente, y Granada, que quizá no se juegue ya nada.

El Athletic debe pasar la prueba del algodón en una semana sumamente exigente, pero sus rivales directos tampoco deben estar tranquilos con lo que les queda por delante. El mismo Villarreal ha hecho caja desde el confinamiento, pero debe dar lo máximo cuando, tras visitar al Betis, se enfrentará de forma consecutiva a Barcelona, Getafe, Real Sociedad y Real Madrid; mientras que al Getafe, que no ha ganado desde el retorno de la liga, le espera hoy la Real, que tampoco lo ha hecho; y de seguido tiene que visitar al Madrid. O sea, restan 21 días de liga en los que todavía hay mucha tela que cortar.