- El anuncio de la continuidad de Gaizka Garitano (Derio, 9-VII-1975) en el banquillo del Athletic es cuestión de horas. La noticia salió a la luz el jueves, aunque su renovación se daba por hecha desde antes incluso de la dichosa pandemia del coronavirus. El presidente de la entidad, Aitor Elizegi, y el director deportivo, Rafa Alkorta, nunca han escondido su deseo de alargar el vínculo que une al club y al entrenador, que será, como firmó el 4 de abril del año pasado, por una única temporada, hasta el 30 de junio de 2021. Por delante tiene la posibilidad de alcanzar posiciones europeas en las once jornadas de liga que restan y que se disputarán en un breve lapso de tiempo, entre el 11 de junio y el fin de semana del 18 y 19 de julio; el reto mayúsculo de final de Copa frente a la Real Sociedad, para la que aún no hay fecha marcada en el calendario, además de la disputa de la Supercopa en Arabia Saudí; y la no menos importante tarea de liderar la renovación de una plantilla en la que no se intuyen grandes fichajes, al margen del regreso de los cedidos o la promoción de algún cachorro procedente del filial, pero sí salidas de mucho peso. Ya que a la forzosa retirada de Aritz Aduriz podrían seguirle el adiós de Mikel San José, Beñat Etxebarria y quién sabe si de Iago Herrerín.

A corto plazo, la liga focalizará toda la atención. No parte el Athletic en la mejor de las posiciones de cara a la resolución exprés del campeonato, ya que a día de hoy es décimo en la tabla con 37 puntos, a cinco del Valencia, que es séptimo. Un puesto que tras la decisión de la UEFA y el aplazamiento de la final de Copa hasta la próxima campaña para que se pueda disputar con público garantiza clasificación europea. Eso sí, quien la ocupe deberá disputar tres eliminatorias, ante rivales inferiores sobre el papel, para alcanzar la fase de grupos. Una especie de regalo envenenado. De las posiciones sexta, quinta y cuarta, en manos de Atlético de Madrid y Getafe y Real Sociedad, respectivamente, le separan ocho y nueve puntos. Tras la remontada del curso pasado, en el que los leones se quedaron a un larguero de entrar en Europa, Garitano quiere revancha. Tiempo y puntos, hasta 33, tiene para lograr el objetivo.

Un estilo de juego poco vistoso, sin apenas atractivo y excesivamente condicionado al buen hacer defensivo, han llevado al Athletic a una décima posición que no dice nada y que, al menos desde el vestuario, han tratado de explicar que es relación directa al esfuerzo copero. En esa dirección han ido muchos de los mensajes que han salido de la caseta. El técnico apostó decididamente por el torneo, aunque trató de no descuidar la liga, cargando de minutos a muchos de sus titulares debido a su decisión de no rotar en exceso. La clara apuesta por el torneo del K.O. dio al menos sus frutos tras un agónico partido de vuelta de semifinal en Granada, de donde Yuri Berchiche regresó convertido en todo un héroe.

Ahora solo queda un último paso, el más complicado, aunque todo lo que rodea a la histórica final, pues Athletic y Real se verán las caras por primera vez en la historia en la disputa de la Copa, es una incógnita. A día de hoy, las únicas certezas son que se jugará en Sevilla y que tendrá lugar la próxima temporada. En principio, si nada se tuerce, se disputará con público, condición indispensable para ambos clubes y aceptada por la Federación Española de Fútbol (RFEF). Garitano tiene ante sí la oportunidad de coger el testigo de Javier Clemente y 36 o 37 años después, en función de si se juega en lo que resta de año o se aplaza finalmente a 2021, ser el entrenador que conquista la Copa con el Athletic.

Obviando las competiciones de liga, Copa y Supercopa, torneo que le aguarda al Athletic allá por el mes de enero en Arabia Saudí en su condición de finalista copero, el técnico de Derio tiene ante sí la nada sencilla tarea de renovar la plantilla. Un trabajo conjunto con la dirección deportiva que dirige Rafa Alkorta. A la retirada forzosa de Aritz Aduriz como consecuencia de su maltrecha cadera -de la que será operado hoy en Barcelona para colocarle una prótesis, impidiéndole despedir la temporada sobre el césped- le seguirán casi con toda probabilidad las salidas de Mikel San José y Beñat Etxebarria tras once y ocho temporadas en el primer equipo, respectivamente. Así se le hizo saber hace un par de semanas el director deportivo, si bien se cubrió las espaldas dejando la puerta ligeramente abierta. La decisión última parece estar en manos de Garitano, cuyos hechos hablan por sí solos, ya que apenas ha contado con ambos futbolistas esta campaña, en la que el de Igorre ha disputado 626 minutos y el navarro, 467.

Unai Vencedor y Oihan Sancet asoman desde el filial como posibles recambios de ambos; también Peru Nolaskoain, cedido actualmente en el Deportivo. Al margen de los fichados Kenan Kodro y Jokin Ezkieta, Vencedor y Sancet son, junto a Gaizka Larrazabal, los tres cachorros que han debutado en el primer equipo desde la llegada de Garitano al banquillo de San Mamés.

Dejando a un lado al portero, titular en el filial, ninguno de los otro cuatro debutantes ha gozado de continuidad en el primer equipo. Y es precisamente esa, la apuesta por los jóvenes, donde se encuentra el mayor debe de un técnico que desde el minuto cero, si bien cabe recordar que la situación clasificatoria era muy delicada, apostó por los más veteranos. Confiar en los jóvenes valores de la cantera asoma como su principal reto, toda vez que acudir al mercado, más aún tras la crisis derivada del coronavirus, se antoja muy complicado. Este tampoco ofrece grandes oportunidades y las continuas alusiones a los Javi Martínez o Fernando Llorente de turno hace tiempo que perdieron su gracia. Solo Alex Berenguer, por juventud, calidad y polivalencia tiene cartel de apetecible.

Así, con el regreso de otros cedidos como Cristian Ganea, Iñigo Vicente o Andoni López, Garitano deberá dar forma a una plantilla que pide a gritos una apuesta decidida por un delantero centro que complemente a Williams. Los retos de Garitano.

El Basconia inicia el lunes los entrenamientos. Tras someterse el miércoles a los test del coronavirus, los jugadores y el cuerpo técnico del Basconia regresarán el lunes a los entrenamientos en Lezama con la vista puesta en el 'play-off' exprés que disputarán con el premio del ascenso a Segunda División B en juego. Patxi Salinas trabajará con 25 futbolistas, 19 de la plantilla del Basconia, 4 del Juvenil de División de Honor y dos que han estado cedidos. El equipo de Basauri descansará el jueves y el domingo.