El parecer es unánime. El acuerdo alcanzado entre el Consejo Superior de Deportes (CSD), La Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Federación Española de Fútbol (FEF) para retrasar la disputa de la final de Copa entre Athletic y Real Sociedad más allá del verano, a fin de que el encuentro pueda celebrarse con público y no con las puertas de La Cartuja cerradas a cal y canto, satisface al entorno rojiblanco. Exentrenadores del conjunto bilbaino como Javier Irureta y Joaquín Caparrós, así como el presidente de la Agrupación de Peñas del club, Aitor Pereira, y David Iglesias, al frente de la Peña Goitiko Taldea, se muestran favorables a un pacto que se valora positivamente en la capital vizcaina, a la espera de poder establecer una fecha definitiva para la gran final a finales de este año o en 2021, con la posibilidad, incluso, de que la histórica cita copera tuviera lugar una semana antes de la disputa de la final de la próxima edición.

Irureta destaca que "está bien pensado, porque el fútbol sin público tiene un sentido distinto. No digo que no se pueda jugar también, pero es otra cosa y la gente ha estado siguiendo todo el año a su equipo en la Copa, por lo que eso tiene que tener un colofón en el campo". "Si no, se le quita su esencia", resalta el irundarra, quien recuerda que ganó la Copa "como jugador y como entrenador, también la perdí como futbolista y son partidos que quedan para siempre en la memoria, porque se desplazan muchos seguidores y son muy especiales". En el plano estrictamente deportivo, Irureta no cree que la celebración de la final en las próximas navidades o en 2021 vaya a ir acompañada de un profundo cambio en las plantillas de uno y otro equipo, dado que "puede haber algunas modificaciones, pero también podía haber habido cambios si se hubiera jugado en su momento y hubiera habido lesionados, por ejemplo".

"Al ser, además, dos equipos de cantera no creo que vayan a cambiar mucho y no va a tener tanta influencia como podría tener en otros casos", sostiene el de Irun, cuyo punto de vista comparte Caparrós, a quien el pacto entre CSD, LFP y FEF le parece "lo mejor". "Estaba convencido de que la final se iba a jugar y el siguiente paso era este, que se juegue con gente, porque es un espectáculo y un partido tan importante tiene que tener su colorido dentro y fuera del campo". "Si todo va bien, el ambiente que habrá en el prepartido cuando se juegue será impresionante y La Cartuja seguro que se quedará pequeña por toda la cantidad de gente que acompañará al equipo en caso de jugarse a puerta abierta, como parece que podrá ser", agrega el de Utrera, flamante seleccionador de Armenia que no olvida la final copera de 2009 ante el Barcelona como técnico rojiblanco y que, de dirigir a los leones en la actualidad, con la final aplazada, admite que "estaría deseoso de tener noticias definitivas y si se confirma que al final se juega con gente, perfecto, lo recibiría con plena satisfacción, porque la Copa es la competición del Athletic y los aficionados tienen que estar apoyando al equipo".

Aitor Pereira, en la misma línea de Irureta y Caparrós, subraya que "los aficionados somos los que más vivimos esto y yo no me imagino viendo la final por la televisión y sin gente en las gradas". "Algún otro equipo podría salir perjudicado en cuanto a billetes para jugar la próxima temporada en Europa, pero estamos viviendo una situación excepcional que no se ha dado nunca antes, el público es primordial en el deporte y hay que mirar todo desde un punto de vista global, no particular de cada uno", indica asimismo Pereira, quien no resulta ajeno a la importancia que juega el aspecto económico, pues "la Junta de Andalucía buscará también una final con público por el dinero y por el trasfondo político que hay detrás, porque ha puesto un dinero para que la final se juegue allí, pero con gente que vaya y se deje un dinero". "Lo entiendo, porque pasaría también en Bilbao", asume el presidente de la Agrupación de Peñas del Athletic, quien advierte que en caso de jugarse la final una semana antes que la de la próxima edición "pasaremos quince días seguidos en Sevilla, porque jugaremos las dos y quizás celebremos dos títulos de golpe".

Lo firmaría sin pensar David Iglesias, quien, no obstante, argumenta lo "extraño" que resultaría "ver jugar al Athletic eliminatorias de Copa de una nueva edición del torneo sin saber todavía quién gana la actual". "Pienso y quiero pensar que se va a aplazar la de este año por seguridad y no por dinero, pero el aspecto económico también está ahí", añade Iglesias, a quien le parecía "muy triste" que Athletic y Real hubieran tenido que disputarse el título copero sin público en las gradas, por lo que más allá de cuándo se juegue finalmente y de que la cita haya perdido ya "un poco de la magia que había adquirido", hace hincapié en la importancia de que "los seguidores podamos ir al campo, pero siempre con la máxima seguridad y sin que se ponga en riesgo la salud de la gente".