Con las competiciones paradas y los entrenamientos colectivos suspendidos hasta nueva orden como consecuencia de la pandemia del coronavirus, el Athletic, al igual que el resto de equipos de la liga, ha tenido que romper en mil pedazos la agenda de trabajo que había diseñado hasta la propagación del Covid-19. La comprometida situación actual a nivel social, no en vano, ha obligado al club rojiblanco a establecer una nueva hoja de ruta sin saber exactamente cuándo y en qué condiciones podrán volver a la actividad grupal los jugadores, confinados en sus hogares como el resto de la población.

El frenazo en seco que ha sufrido la temporada 2019-20 en pleno mes de marzo, con el curso entrando ya en su fase decisiva y sin garantía alguna de poder retomar el pulso el próximo 4 o 5 de abril tras el aplazamiento de dos jornadas ligueras, ha modificado por completo el escenario que rodea a día de hoy a los futbolistas, con una especial incidencia en la manera de abordar y cuidar el aspecto físico de unas plantillas llamadas a mantener la forma lejos del verde. De las medidas a tomar y de las pautas a seguir en una situación tan excepcional como la actual es sabedor el especialista Endika Montiel (Llodio, 1989), reconocido entrenador personal y entendido en nutrición celular y deportiva que trabaja con el rojiblanco Ibai Gómez y otros componentes del primer plantel bilbaino, dado que cada vez son más los futbolistas de élite que “buscan profesionales que les apoyen creando así su propio equipo que le respalde para no decaer en este tipo de situaciones y poder seguir progresando”.

Desde el punto de vista físico, la situación que se ha dado con la paralización de la competición “la vemos como una oportunidad para que los jugadores puedan conceder un pequeño descanso a su organismo y bajar el estrés fisiológico que puedan tener, porque cada vez se están jugando más partidos y el volumen de participación de algunos futbolistas está incluso por encima de la media de lo que se puede considerar normal”, advierte Montiel, quien explica que con aquellos leones con los que trabaja “vemos su clínica y estado hormonal a través de unos análisis que se realizan cada seis u ocho semanas y el último, curiosamente, ha sido hace una semana”. “A través de esa clínica tenemos que generar las orientaciones nutricionales y de entrenamiento para poder optimizar aún más el rendimiento del jugador cuando vuelva la competición”, relata el de Llodio, que recuerda que “cuando hay parones se pierde músculo a partir del quinto o sexto día y no podemos permitirnos eso, por lo que debemos generar una estrategia”.

La actividad de los futbolistas estos días, por tanto, “se orienta más al trabajo muscular que no se puede realizar durante la temporada para poder conservar y mejorar así la masa muscular, aunque va también en función del estado hormonal de cada jugador”, apunta Montiel, que da a conocer que los futbolistas están trabajando en sus casas “entre una hora y media y dos y hay algunos que suelen dividir el entrenamiento entre la mañana y la tarde, porque lo que no se puede caer es en la inactividad”.

Sabedor de que el factor mental, ante el desconocimiento de lo que deparará el futuro a corto plazo es “lo más complicado de trabajar al generar mucha inestabilidad emocional que hace que no te adhieras tan bien a los planes nutricionales y de entrenamiento”, Montiel destaca el papel del Athletic en tan excepcional situación. “Desde el club han marcado unas pautas y se están tomando medidas muy buenas, hasta el punto de decir a los jugadores que, en caso de querer, les envían material de Lezama a sus casas. Muchos jugadores tienen ya sus propias herramientas, pero el club está en ese sentido un paso por delante y hay que felicitarle, porque los servicios médicos están muy encima de ellos con llamadas personales y consultas”, desvela el especialista vasco, quien asegura que los rojiblancos “volverán mejor de lo que estaban, porque por la fatiga que llevaban estaban llegando a un punto muy estresante y esto, como digo, es una oportunidad y así debemos considerarlo”.