Bilbao - Iñigo Córdoba, brillante ante el Valladolid con una asistencia y un gol, el primero que firma como león desde su llegada al primer equipo rojiblanco de la mano de José Ángel Ziganda en el curso 2017-18, no ocultó su felicidad por perforar las redes rivales en un partido resuelto con goleada bilbaina. "Estoy contento por haber marcado y también por mi hermano pequeño, que también jugó y marcó el sábado con el Bilbao Athletic", destacó el extremo en la zona mixta del Nuevo José Zorrilla, donde recordó que "llevaba tiempo sin entrar en dinámica de partidos, pero esta semana he participado en los tres y tengo que ponerle las cosas difíciles al míster para que siga contando conmigo".

"Sé lo que me pide el entrenador, intento hacerlo lo mejor posible y trabajo durísimo en el día a día para que me tenga que poner en el once por el rendimiento que doy, pero tiene que tomar decisiones, somos muchos en la plantilla y entiendo perfectamente que no haya contado conmigo", relató asimismo un comprensivo Córdoba, que admitió, no obstante, que haber enlazado diez encuentros de liga consecutivos sin ser convocado "gracia no hace ninguna, pero no he dejado de trabajar en ningún momento y ahora solo pienso en estar en el once inicial ante el Atlético". Ayer, además de atacar y golear, el bilbaino actuó incluso como carrilero para "ayudar en tareas defensivas" en el cierre de una semana "redonda" para el Athletic tras la abultada victoria a costa del Valladolid en un choque en el que "hemos sido efectivos en las dos áreas y lo más importante es haber sumado los tres puntos en una semana tan bonita para nosotros". "La mejor forma de llegar preparados a la final de Copa es estando finos en liga y trabajando bien", advirtió además el propio Córdoba.