LA necesidad de romper cuanto antes la adversa dinámica de resultados establecida en liga, con diez jornadas consecutivas sin ganar que pasan a ser historia tras la sufrida victoria a costa del Villarreal, impulsó ayer a Gaizka Garitano a dar vuelo a un once inicial más que reconocible. Si siete fueron los jugadores que reservó el sábado el Granada en su duelo con el Celta en Los Cármenes, donde los leones buscarán el jueves el billete para la final de Copa, a solo tres presumibles titulares decidió dar descanso el técnico rojiblanco, que dejó en el banquillo a Unai Núñez, al sustituto del sancionado Dani García para el trascendental choque copero en tierras nazaríes y a Iñaki Williams. Fue así como encontró en la tarde de ayer una vía hacia la titularidad Ibai Gómez y, también, un rescatado Iñigo Córdoba, quien no asomaba en escena desde la visita al Elche en la ronda correspondiente a los dieciseisavos de final del torneo del K.O.

Corría entonces el 22 de enero y el extremo bilbaino, que afrontó el choque desde el pitido inicial, fue sustituido tras el descanso por Iker Muniain. Era la quinta vez que Garitano optaba por retirarle del terreno de juego en un curso en el que también había desaparecido al término de la primera mitad en los envites ligueros ante Leganés, Levante, Betis y Eibar, el último rival al que se había medido Córdoba en liga. Su última actuación en el campeonato de la regularidad, no en vano, correspondía al derbi que albergó San Mamés contra el conjunto armero el pasado 14 de diciembre. Dos meses y medio habían transcurrido sin que apareciera por el verde el 11 del Athletic, fuera del equipo desde la jornada 17 e, incluso, de las convocatorias en los diez partidos encarados por los leones en liga, resueltos con cinco empates y cinco derrotas.

El triunfo regresó ayer, casualidad o no, con el bilbaino de por medio en un partido en el que sus 82 minutos de recorrido dejaron más que satisfechos a los asistentes a La Catedral, que despidieron con una ovación al atacante rojiblanco olvidando así los murmullos y los pitos de meses atrás, cuando la parroquia bilbaina, el pasado 30 de octubre con el Espanyol como adversario, mostró su descontento por el rendimiento ofrecido por un futbolista formado en Lezama al que no dudaron en defender públicamente Garitano y sus propios compañeros. No necesitó ayer ayuda externa de ningún tipo un solvente y decidido Córdoba, que cuajó una notable actuación a título individual con dos disparos incluidos que cerca estuvieron de encontrar la portería defendida por Sergio Asenjo.

"Físicamente es un superdotado, entrena de maravilla, ha tenido una oportunidad y la ha aprovechado", aseguró tras el partido Garitano, quien, tal como expuso Adurizpedia a través de Twitter, suma diez victorias y dos en empates en los doce partidos de liga que ha dirigido al Athletic con Córdoba como titular. Invicto, por tanto, con el extremo vizcaino siendo de la partida en San Mamés bajo el marco liguero, el derioztarra agregó en relación a la actuación de su pupilo que "le he visto muy bien y es un jugador que nos da mucho en cuanto a aspectos intangibles. Se había criticado mucho su aparición, pero sin él no habíamos ganado ningún partido en liga y nos da mucho, aunque le falta un poco de pausa que ya cogerá al ser un jugador joven".

FELIZ Y TRANQUILO En la zona mixta de La Catedral, Córdoba, por su parte, reconoció su felicidad por haber vuelto a disponer de minutos, toda vez que "llevaba tiempo sin tener oportunidades y estoy contento por haber jugado de nuevo y porque el equipo ha ganado". "Intento demostrar en los entrenamientos que estoy capacitado para jugar y cuando lo hago trato de hacerlo lo mejor posible y poner todo lo que está en mi mano", añadió el bilbaino, quien desapareció de las alineaciones coincidiendo con el cambio de sistema que estableció en diciembre Garitano, a lo cual se refirió también Córdoba al apuntar que "el míster tiene que tomar decisiones, optó por un sistema diferente sin extremos y me tocó ver desde la grada los partidos, pero somos profesionales y siempre hay que trabajar".