Lezama - El entrenamiento matinal celebrado ayer en Lezama deparó buenas y malas noticias para Gaizka Garitano, quien recuperó definitivamente a Kenan Kodro, pero no así a Óscar de Marcos, quien no se dejó ver en el exterior de las instalaciones tras ejercitarse el lunes, pero quedar fuera de las últimas convocatorias, en las que no ha conseguido hacerse un hueco a la espera de recuperar las sensaciones y el ritmo necesario para volver a competir. Tampoco asomaron en la sesión Cristian Ganea, Iker Muniain, Aritz Aduriz, ni Gorka Guruzeta, ausentes los cuatro en una intensa práctica que contó con la presencia de cuatro porteros y en la que pudo observarse a pleno rendimiento a Kodro.

El delantero bosnio, tras superar la sobrecarga muscular que arrastró la pasada semana y que le impidió entrar en una lista en la que figuró Asier Villalibre, busca su primera titularidad como león, la cual podría llegarle este mismo domingo en el Benito Villamarín en caso de que Garitano opte por no mover de la banda derecha a Iñaki Williams. A la espera de conocer la decisión del técnico rojiblanco, Kodro se empleó al cien por cien en Lezama, al igual que hizo la totalidad de una plantilla enchufada y con el ánimo subido después de los tres triunfos consecutivos firmados en liga a costa de Levante (2-1), Osasuna (1-2) y Granada (2-0).

SUSTO DE HERRERÍN El único susto de la mañana, así las cosas, lo protagonizó Iago Herrerín. El guardameta bilbaino, que hizo trabajo de portería junto a Unai Simón, Jokin Ezkieta y Ander Iru, tuvo que recibir asistencia médica en la última acción del entrenamiento al ver lastimado su codo derecho. El percance, sin embargo, pareció no ir a mayores en una soleada, pero fría mañana a la que Garitano puso el punto final con un carrusel de saques de córner en busca de remates y goles. Fue así como el técnico derioztarra, tras una primera parte del entrenamiento puramente física y una posterior práctica de situaciones de ventaja numérica en ataques de dos contra uno y tres contra dos, finalizó una sesión en la que solo separó los ojos de sus pupilos para dialogar y fundirse en un abrazo con Josu Etxaniz.

El exjugador del Eibar, que coincidió con Garitano cuando el de Derio hacía labores de segundo entrenador en el equipo armero, acudió a la factoría rojiblanca como profesor de instituto de unos jóvenes que tampoco perdieron detalle de la actividad de los leones, con los cinco sentidos puestos en el próximo partido de liga contra el Betis. - A. Aramendia