EL centro del campo, que continúa sujeto a cambios ante la falta de un sólido acompañante para Dani García, volvió a presentar ayer una novedad en la visita a Balaídos, donde figuró de inicio Mikel Vesga (Gasteiz, 8-IV-1993). El centrocampista, inédito hasta la fecha y fuera de los planes de Gaizka Garitano hasta el punto de asomar más fuera que dentro del equipo durante el mercado estival, fue llamado a filas ante el Celta para ocupar de entrada una demarcación reservada previamente para Unai López y Beñat Etxebarria. El primero, que vio los noventa minutos desde el banquillo, pasó de titular a no disponer de una oportunidad durante el choque al igual que le ocurrió en la segunda jornada de liga frente al Getafe a domicilio, mientras que el de Igorre, tras salir desde el banquillo ante el Valencia en San Mamés, ni siquiera formó parte de una convocatoria en la que tampoco encontró un lugar Mikel San José.

A los tres, así las cosas, superó ayer en la rotación Vesga, que también impuso sus características sobre las de Oihan Sancet para configurar una novedosa alineación que no dio el resultado esperado a Garitano, quien reconoció tras el partido que su apuesta por el 16 del Athletic se debió a un doble motivo. Por un lado, el deseo de contar con un “doble pivote fuerte” para hacer frente a la tendencia de los jugadores del Celta a ocupar posiciones interiores y, por otro, la falta de Yuri Berchiche y la consiguiente puesta en escena de un equipo “pequeño” y “poco fuerte”. Con dichas cuestiones en mente y con el objetivo de dotar a sus hombres de la mayor solidez posible, Garitano armó un centro del campo que consiguió cubrir de cemento un encuentro en el que futbolistas como Rafinha Alcántara, Denis Suárez o Iago Aspas apenas encontraron espacios para desenvolverse con comodidad por dentro, si bien la falta de claridad y lucidez en las transiciones ofensivas acabó lastrando las opciones de los rojiblancos.

El trabajo de Vesga, no en vano, resultó favorable en términos defensivos, pero no tanto a la hora de dar continuidad a las acciones tras robo de balón, factor que lamentó Garitano hasta el punto de señalarlo como una de las claves del partido. Poco o nada, sin embargo, pudo reprochar el técnico vizcaino al gasteiztarra, quien se fajó de lo lindo durante los 81 minutos que estuvo sobre el césped. Activo en la presión y sin desconexiones de por medio, Vesga se alió con Dani García para disputar su primer partido oficial con el Athletic desde el 15 de marzo de 2018, cuando saltó al terreno de juego en el minuto 78 en sustitución de Beñat para medirse en San Mamés al Olympique de Marsella en la vuelta de los octavos de final de la Europa League, cita que supuso la eliminación de los leones tras morder el polvo por 1-2. Desde entonces no había vuelto a ejercer como rojiblanco Vesga, quien completó el curso 2018-19 en las filas del Leganés, donde sumó 26 partidos de liga y un gol.

Un total de 30 encuentros oficiales y también una diana acumula con el Athletic el de Gasteiz, quien halló ayer un inesperado espacio en los planes de Garitano a la espera de saber si su inclusión en el equipo ha sido flor de un día.

BALENZIAGA, CUMPLIDOR También tuvo en Balaídos sus primeros minutos de la temporada Mikel Balenziaga (Zumarraga, 29-II-1988), quien sustituyó al lesionado Yuri Berchiche en una cita en la que no acusó la inactividad. Efectivo como de costumbre en defensa, el lateral rojiblanco incluso se dejó ver en varias acciones ofensivas dejando buenas sensaciones, las cuales admitió tener también a nivel personal durante los noventa minutos. “Físicamente me he encontrado bien, cómodo en el campo, y por ese lado estoy a gusto, pero es el míster quien decide y la lástima es que no hemos podido puntuar”, señaló en zona mixta Balenziaga, quien no quiso poner el foco en su persona y sí, por el contrario, en lo colectivo.

“No hemos hecho el mejor partido de la temporada y ellos tampoco, pero nos han marcado en un córner y no hemos podido reaccionar después para lograr el empate”, apuntó el de Zumarraga, quien aseguró que las dos derrotas sufridas de manera consecutiva ante el Valencia y el Celta no dan lugar a hablar de preocupación, pues “lo que tenemos que hacer es mirar lo que hemos podido hacer peor en estas dos derrotas y preparar con tranquilidad el siguiente partido, porque los más fastidiados somos nosotros al querer seguir arriba en la tabla”.