bilbao - Se conoce la dificultad de gestionar un grupo de 26 futbolistas para una campaña en la que solo emergen dos competiciones. El propio Gaizka Garitano puso el acento en este matiz en plena pretemporada. No deseaba trabajar con una plantilla con excedentes y donde el overbooking le suponía un pequeño lastre, ya que el número idóneo se reducía a los 22. Las salidas a modo de cesión de Iñigo Vicente (Mirandés), Peru Nolaskoain (Deportivo), Andoni López (Elche) y Hodei Oleaga (Melilla) aliviaban esa carga, pero no erradicaba todo el problema. No en vano, el técnico se ve obligado a dejar a ocho jugadores en casa en cada convocatoria, si bien Gorka Guruzeta es un fijo de esos descartes debido a la lesión de larga duración de la que se recupera. Al margen de percances físicos puntuales, Garitano ya ha señalado a varios de sus futbolistas, resignados a ejercer un rol secundario y trabajar en el ostracismo. Recorridas siete jornadas son cuatro los leones que no han se han estrenado este curso, entre ellos Mikel Balenziaga, que tiene opciones de hacerlo el domingo en Balaídos debido a la baja de Yuri Berchiche, que permanecerá en el dique seco unas tres semanas por culpa de la luxación de hombro que sufrió en el tramo final del último encuentro frente al Valencia.

El de Zumarraga se ha visto ensombrecido por Berchiche, que lucía pleno hasta la fecha, lo mismo que Dani García y Raúl García, los tres únicos leones que han disputado los 630 consumados en lo que va de curso. Pero Balenziaga, que se ha tenido que conformar con su presencia en tres convocatorias (Barcelona, Real Sociedad y Mallorca) no es el único damnificado de los nuevos tiempos. Cristian Ganea, que no llegó a certificar su salida en calidad de cedido en el mercado veraniego; Asier Villalibre, que vivió una experiencia similar a la del rumano; y Mikel Vesga, que ha regresado tras su notable cesión en el Leganés; son los compañeros que no han disputado minuto alguno, lo que retrata las prioridades de Garitano, fiel a un bloque en el que caben contadas innovaciones, sobre todo cuando funcionan las cosas, como ha sido hasta el pasado domingo.

Los casos de Ganea y Villalibre son aún más duros. Los dos saben que no cuentan nada para el entrenador, pese a que el segundo fuera renovado por cuatro temporadas por la actual dirección deportiva. Su frustrada salida en agosto ha penalizado al de Gernika, que le toca ejercer el papel de cuarto delantero y que no ha entrado en ninguna de las siete convocatorias de esta liga, lo mismo que Ganea, que ha sufrido algunas molestias que le impidieron incluso participar en el amistoso de septiembre en Baiona frente al Tolouse, en el que Villalible solo tuvo seis minutos. El caso de Vesga ofrece su propio cariz. El gasteiztarra, que ha estado citado en los tres últimos partidos, esperaba tener oportunidades después de haberse curtido en el Leganés, pero estas no han llegado pese a la ausencia de Mikel San José en este mismo periodo, por lo que Dani García, Unai López y Beñat han copado los dos puestos en la parcela ancha.

Precisamente, San José tampoco ha tenido el recorrido que manejaba, en parte por las molestias de espalda que le han dejado fuera en las semanas precedentes. Mientas estaba en condiciones, el navarro solo participó un minuto, el que consumó en el Coliseum y con la idea de proteger el empate sellado ante el Getafe. Caso similar es el de Kenan Kodro, uno de los dos fichajes de la era Garitano. El donostiarra de origen bosnio no ha dado el salto cualitativo que intuían los promotores de su incorporación el pasado enero y no ha llegado a ser titular en ninguno de los doce partidos oficiales en los que ha comparecido, el último una semana atrás en Butarque, donde presume de su único minuto jugado en este curso.