bilbao - El Deportivo Alavés regresa a San Mamés el domingo apenas cinco meses después de su anterior visita, dentro de la antepenúltima jornada de la pasada liga. El recuerdo, por tanto, se mantiene muy fresco en la retina del aficionado athleticzale, pero también en la de los jugadores. Especialmente, en la de algunos de ellos. Es el caso de Beñat Etxebarria (Igorre, 19 de febrero de 1987), que lo rememora en su interior porque ese derbi le supuso quitarse una espinita que tenía clavada. Se trataba prácticamente de una obsesión. El arratiano acumulaba casi dos años y medio sin ver puerta en la competición de la regularidad, una sequía que se hacía muy larga para un futbolista que es un especialista a balón parado y que no encontraba la forma de atinar en sus lanzamientos directos desde fuera del área. Necesitaba romper tan mala racha y lo hizo con motivo de la visita del equipo gasteiztarra. Beñat lo intuyó cuando a los 42 minutos se preparó para golpear una falta cometida sobre Markel Susaeta. El centrocampista rescató sus virtudes y superó al meta Pacheco por la escuadra derecha con un disparo magistral, marca de la casa. La alegría, sin embargo, duró poco, porque tres minutos después empató Borja y la pérdida de dos puntos resultó fatal para el Athletic, que se quedó a posteriori sin billete a la Europa League.

Beñat encontró el golpeo que tanto rentabilizó en el Betis y que ha asomado a cuentagotas como jugador rojiblanco. Aquel tanto eleva a diez su cuenta realizadora en el Athletic a lo largo de las siete campañas que lleva en el primer equipo, quizá una cifra más baja de lo que se esperaba de un futbolista que ha ejercido en 232 partidos oficiales y que es la primera opción en los golpes directos. El de Igorre vivió el éxtasis del goleador en liga después de que no lo disfrutara desde el 4 de diciembre de 2016, cuando batió con un nuevo lanzamiento majestuoso al Eibar también en La Catedral y que sirvió para que los dirigidos entonces por Ernesto Valverde vencieran al cuadro armero por 3-1. Los dos últimos tantos ligueros de Beñat se gestaron en sendas ejecuciones muy similares, lo que acentúa la condición de especialista del vizcaino, que solo ha visto puerta en dos acciones de jugada. Curiosamente, su estreno lo firmó en una bella jugada personal en el bautizo del nuevo San Mamés, del que se cumplieron el pasado lunes seis años, frente la Celta (3-2). El segundo lo ejecutó ante el Rapid de Viena en Bilbao en la campaña 2016-17 con un lanzamiento desde fuera del área. Los ocho restantes llegaron a balón parado, materializados, juntos a los mencionados ante el Alavés y el Eibar, frente al Getafe y Villarreal (2014-15); Sporting y por partida doble ante el Partizan Belgrado; y Huesca en Copa (2018-19).

último año de contrato El reencuentro con el Alavés puede suponer un estímulo para Beñat, consciente de este es un curso complicado para sus intereses, ya que su vigente contrato expira el próximo 30 de junio y necesita reivindicarse a sus 32 años de edad si quiere ganarse una hipotética renovación. La liga no ha comenzado demasiado bien en el plano personal, ya que solo ha sido titular en el partido en el Coliseum, mientras que se ha tenido que conformar con salir desde el banquillo en los compromisos ante el Barcelona, Real Sociedad y Mallorca, en todos ellos para sustituir a Unai López, el compañero que le hace sombra y que a día de hoy parece estar por delante como pareja en la medular del intocable Dani García.