SALUD y títulos. Dos conceptos que sirvieron de plegaria en la tradicional ofrenda en la Basílica de Begoña del Athletic. El presidente Aitor Elizegi, así como Iker Muniain y Ainhoa Tirapu, capitanes del primer equipo masculino y femenino respectivamente, pidieron sus mejores deseos. El club rojiblanco continuó en el día de ayer los actos institucionales de Aste Nagusia. A la salida de la iglesia, los dos capitanes atendieron a los medios de comunicación. Realizada la ofrenda, Tirapu deseó “no lesionarse y títulos”. La guardameta se mostró muy ilusionada con la nueva temporada y respecto al estilo de juego que está imponiendo el nuevo entrenador Ángel Villacampa, destacó que el equipo “necesita adaptarse”.

Muniain, por su parte, admitió estar emocionado ante el reto de regresar en mayo con un trofeo. “Ojalá. Para eso tienen que pasar muchas cosas, pero sería increíble. Vamos a pelear por conseguir cosas bonitas”, destacó el navarro. El de la Txantrea dijo que fue bonito comenzar LaLiga derrotando al Barcelona, pero recordó que el año pasado el inicio del campeonato fue igualmente positivo y que después se torcieron las cosas. A pesar del jolgorio vivido en San Mamés tras imponerse al campeón, Muniain mantiene los pies en el suelo: “Nosotros tenemos que mantener la calma. Ya pensamos en el siguiente partido que es otra historia y todo vuelve a empezar cada semana. El Getafe es un rival duro”.

La jornada de actos arrancó en Ibaigane antes de la ofrenda. Elizegi, junto con otros miembros del club y de la directiva, recibieron por la mañana al Diputado General de Bizkaia, Unai Rementeria, y a otros representantes del ente foral. Tras este primer compromiso, tuvo lugar la tradicional ofrenda a la virgen en la Basílica de Begoña. El presidente acudió a la cita junto con la primera plantilla masculina y femenina. El párroco de Begoña, José Luis Atxotegi, condujo la misa en la que se recordó y rindió homenaje a todos los miembros del Athletic Club que fallecieron este último año.

Tirapu y Muniain realizaron la ofrenda a la Amatxu y Elizegi pidió la bendición de la Virgen para que no haya ningún percance físico a lo largo de la temporada. Además, se mostró muy ambicioso: “Tenemos que ofreceros tensión, lealtad, compromiso y mucho trabajo, todo el que podamos hacer para volver aquí a poder ser con algún trofeo como el que trajeron las chicas de Joseba Agirre”. La jornada concluyó con una comida de jugadores y miembros del club en San Mamés.