Bilbao - La cita del miércoles en el Estadio Ramón de Carranza era muy importante para el Athletic. En este mundo del fútbol, en el que todo acontece a ritmo vertiginoso, era vital aprovechar la ocasión para que el Athletic femenino escribiera la historia en la edición número 65 del mítico trofeo gaditano, primera en la que únicamente se disputaba en su categoría femenina. Y así lo remarcó el técnico rojiblanco, Ángel Villacampa, tras la final. “Lo más importante es que el Athletic Club tiene un trofeo tan prestigioso como es el Ramón de Carranza”.

El partido del miércoles entre el Athletic y el Tottenham fue una final de torneo veraniego de las de antes, en las que alzarse con el título se añadía al propio palmarés del club. Como contrincante, un complicado rival inglés que supo aprovechar su ocasión en el primer acto. “El partido no lo esperábamos de otra manera, contra un equipo que es muy intenso y que juega al límite. Sabíamos lo que teníamos que hacer, aunque cometimos un pequeño error de desajuste que nos costó el gol en la primera parte” relató el técnico toledano.

Tras el descanso, con las londinenses sólidas y cómodas sobre el verde, el Athletic tiró de raza y pundonor, más que de juego, para conseguir la igualada en el minuto 94, de los ocho de prolongación, debido a los once cambios que se contaron en la tacita de plata. “En la segunda parte ha sido un quiero y no puedo y al final hemos conseguido, en los últimos minutos, ese ansiado empate”, añadió el técnico rojiblanco. Finalmente, tuvo que ser la suerte de los penaltis la que dictara sentencia. Hasta un total de catorce se lanzaron (5-4), con la historia que se decantó del lado bilbaino. “Y luego los penaltis. Todos sabemos cómo es la tanda de penaltis”, finalizó Villacampa. El conjunto rojiblanco hizo más por sumar este prestigioso trofeo y la historia salda su deuda con las bilbainas.