Bilbao - No está nada mal para abrir boca un Athletic-Barcelona. En absoluto es casual que se anuncie una gran entrada. Pese a ser el clásico más repetido en la presente década, la expectación y los sentimientos que despierta en San Mamés solo tienen punto de comparación con el revuelo que se monta con cada visita del Real Madrid. Es el vigente campeón, un auténtico ogro para los rojiblancos especialmente intratable en las finales de Copa, el conjunto que diseñó un estilo que se ha convertido en la pauta a seguir en el fútbol mundial, pese a la dificultad que entraña reproducir una versión que guarde cierto parecido, y en sus filas actúa el mejor jugador en activo. Muchos son los alicientes que ofrece el cuadro catalán, incluso aunque en esta oportunidad Messi vaya a ausentarse de la cita por lesión, factor este que al margen de haber monopolizado buena parte de los prolegómenos constituye una gran noticia desde la perspectiva del Athletic.

La jornada inaugural del campeonato liguero siempre llega rodeada de incertidumbre, nadie se libra de ello porque la pretemporada apenas esboza una aproximación sobre el estado real de los equipos. No obstante, en este caso podría afirmarse sin temor alguno que las opciones del Athletic experimentan un alza gracias a la baja del astro argentino. Ernesto Valverde continúa barajando un elenco formidable, lo que objetivamente le otorga a su escuadra el cartel de favorito, si bien todos sabemos que no es lo mismo un Barcelona con o sin Messi. Este dato condiciona análisis y elucubraciones: supone una resta considerable en el potencial definidor de los azulgranas y facilita bastante la tarea a desplegar por los hombres de Gaizka Garitano.

Se trata de un detalle con la suficiente entidad para alterar el estado de ánimo de los contendientes. De alguna manera el partido aparece más abierto, lo cual alimenta la ilusión de iniciar con buen pie un curso donde volverá a ser fundamental el papel a desempeñar en campo propio. Ya lo fue durante la primera y delicada etapa con Garitano y por ello se convierte en una de las bazas a tener en cuenta desde esta misma noche. Por supuesto que el resultado dependerá de multitud de aspectos, no puede obviarse que por ejemplo en la delantera catalana figurará un tal Griezmann, que no es cojo precisamente, y que para variar pesará lo suyo el azar, la fortuna, pero el Athletic ya sabe, pues lo ha demostrado, que puede regatear el pronóstico si el Barcelona acusa la falta de su principal argumento intimidatorio.

TRES BAJAS También hay ausencias en el bando local. Se desconoce qué medidas adoptará el técnico a fin de compensar que tres hombres, dos de ellos al menos llamados a formar parte de la formación de salida, no lleguen a tiempo. El recambio de Iñigo Martínez, líder indiscutible de la zaga, será Núñez, mientras que el abanico se abre para escoger el sustituto de Córdoba. Normalmente, el relevo hubiese sido Ibai Gómez, casualmente el tercero de los indispuestos, por lo que el asunto se dilucidará entre De Marcos y Larrazabal. En teoría son las alternativas específicas, dado que tampoco Lekue puede jugar, y ambas implican que Muniain cambiaría de banda para colocarse en la izquierda, su sitio habitual en todos estos años. Cabe otra solución, dando entrada a Balenziaga para que Yuri adelante su posición, retoque que por cierto se utilizó con éxito en la anterior visita del Barcelona.

Si no fuera por estos contratiempos de última hora, el once del Athletic estaría cantado, pues se ha detectado con nitidez en los amistosos, salvo en lo que concierne a la portería. El reparto de minutos a lo largo del verano impide decantarse por Herrerín o por Simón, y el mutismo de Garitano aún dota de mayor misterio a una decisión que acaso no sea definitiva. Si no recluta a Balenziaga, Capa y Yuri completarán la defensa con Núñez y Yeray; Dani García y Unai López atenderán el círculo central; Raúl García ejercerá de enlace y Williams será el elemento más avanzado.

Desde fuera son los apuntes que más se aproximarían a las intenciones de Garitano, que esta semana ha apostado por dirigir tres sesiones consecutivas sin testigos, si bien se antoja improbable que haya querido aprovechar la intimidad para elaborar una fórmula diferente a la empleada en los ensayos de Inglaterra e Italia. Por de pronto, la lista, que reúne a diecinueve jugadores, no provoca sorpresa alguna. Sí es destacable que ha habido hueco para Vivian, Sancet y Larrazabal, pero de no haber mediado las lesiones comentadas, acaso solo uno de ellos, Sancet, hubiera asomado. Vivian y Larrazabal son los designados para paliar los contratiempos registrados en la antesala de la competición.