En la línea apuntada en Alemania y en Inglaterra, también en Italia el Athletic dejó una bonita tarjeta de presentación. En el que quizás haya sido el amistoso más complejo del verano, supo mostrar unas credenciales interesantes ante una Roma áspera y que tuvo que recurrir al balón parado para batir a Unai Simón, la noticia de la alineación escogida por Gaizka Garitano. La cita celebrada en Perugia, sobre una superficie bastante irregular, estuvo muy mediatizada por la fulminante expulsión de Yuri Berchiche a media hora de la conclusión. Detalle este que comprometió seriamente las opciones rojiblancas, pero que por aquello de que no hay mal que por bien no venga sirvió para dejar sentado que el sistema de contención funciona y es el pilar de la propuesta.

El marcador es lo de menos, pero posee su valor eludir la derrota, así como haber adquirido ventaja en dos oportunidades. Son datos que reflejan el nivel competitivo exhibido por el equipo, que tuteó siempre al conjunto italiano. Garitano fue con todo desde el comienzo, mientras que cabe interpretar que Paulo Fonseca apostó por un plan concreto a fin de buscar el triunfo en el último tramo. El técnico luso empezó con un once que podría considerarse como reconocible, aunque reservó a dos o tres elementos con miras a forzar la máquina cuando el cansancio hiciese mella. Kolarov y Zaniolo comparecieron tras el descanso y Dzeko, la referencia en ataque se incorporó junto con Kluivert poco después de que Yuri perdiese los papeles en una violenta entrada sobre Defrel en una zona no comprometida del campo.

La extemporánea reacción del lateral pudo ser una respuesta a la dureza de la que hizo gala la Roma en muchos pasajes del duelo, dureza consentida por el colegiado pues determinados jugadores no se anduvieron en chiquitas. El perjuicio ocasionado por la roja a Yuri implicó una reestructuración inmediata que desplazó al lateral a Iñigo Martínez, que era el hombre a sustituir por Núñez. En su lugar se fue al banquillo Córdoba y el bloque se vio obligado a replegarse en la idea de frenar la presumible ofensiva de la Roma. Y sí, la posesión correspondió al adversario, pero fue baldía gracias a la organización y solidaridad de los nueve elementos que protegían a Simón.

Salvo un gol anulado a Zaniolo por fuera de juego, no hubo situaciones de peligro que contabilizar. De hecho, el empate definitivo se produjo a raíz de un penalti en la única jugada bien trenzada de la Roma por la banda de Kolarov, autor del otro gol en un formidable golpeo que superó la barrera y entró por una escuadra. Moría el partido cuando el árbitro señaló mano de Yeray. La decisión fue muy protestada y trajo un retraso de tres minutos hasta que Pellegrini rubricó la igualada desde los once metros. El gol neutralizaba otro penalti, cobrado por Dani García, quien tras robo cerca de la frontal buscó el disparo y encontró el brazo del central Mancini. Tan flagrante que nadie discutió al colegiado. Raúl García asumió la responsabilidad y engañó a Pau López.

LA PRESIÓN Lo que sucedió antes de la accidentada segunda mitad se atuvo a un guión previsible. Fue evidente que ambos conjuntos tenían la consigna de no asumir riesgos, de ser precavidos. La pelota circuló a ras de césped casi todo el tiempo, pero la diferencia estuvo en la ubicación. Mientras la Roma prefirió esperar replegada, con frecuencia el Athletic mordió muy arriba y cortocircuitó la salida que pretendían Diawara y Pellegrini, los medios creativos fichados a petición de Fonseca. Fruto de esa presión constante nacieron las mejores oportunidades, las dos primeras con la firma de Córdoba, tan sacrificado como infeliz en la toma de decisiones.

Nació asimismo el gol que rompía la contienda. Esta vez fue Williams quien se lanzó raudo sobre Diawara, forzó un mal control y arrancó camino del área. Muniain, atento, esprintó a la espera de un posible pase que finalmente Williams sirvió en boca de gol y el capitán se anticipó al brasileño Juan Jesús para empujar a la red. En el área opuesta, poco que comentar. De no ser por un par de despistes, cabría afirmar que la Roma permaneció inédita en ataque. Un servicio al espacio de Pellegrini permitió que Florenzi le robase la cartera a Yuri, pero no pudo dominar el balón y la salida de Simón abortó el intento. Luego, en una contra de Ünder, Simón midió mal, el extremo turco se percató de que el meta había abandonado la portería y chutó con efecto. Por fortuna, Yeray se hizo cargo de la situación y despejó un tiro que hubiese subido al marcador.

Por lo demás, el Athletic nunca se alejó de la sobriedad, ofreció sensación de eficacia y fortaleza, básicamente es el aspecto a resaltar, con el añadido de que no renunció a tocar en la franja central. Acaso lo hiciera sin excesiva soltura y en última instancia siempre buscando una vía de descongestión con Capa o Yuri, pero es que la Roma, como se ha comentado, tampoco estaba para bromas y se ha de ponderar su aplicación, su agresividad.

En suma, el ensayo concede a Garitano razones a sumar a las conclusiones positivas extraídas frente al West Ham United, el otro partido donde utilizó su formación tipo. Visto el comportamiento de anoche, el entrenador alberga más motivos para creer que el equipo está correctamente orientado en su preparación y se asemeja al modelo que tiene en mente.

ROMA: Mirante (Pau López, min. 46); Florenzi (Kolarov (min. 46), Mancini, Juan Jesús (Fazio, min. 46), Spinazzola (Santon, min. 74); Pellegrini, Diawara (Cristante, min. 46), Under (Zaniolo, min. 46), Antonucci; Perotti (Kluivert, min. 68) y Defrel (Dzeko, min, 68).

ATHLETIC: Unai Simón; Capa, Yeray, Iñigo Martínez, Yuri; Dani García, Unai López (Vesga, min. 87), Muniain, Raúl García, Córdoba (Unai Núñez, min. 62); y Williams (Kodro, min. 81).

Goles: 0-1: Min. 26; Muniain. 1-1: Min. 59; Kolarov. 1-2: Min. 78; Raúl García, de penalti. 2-2: Min. 92; Pellegrini, de penalti.

Árbitro: Fabio Maresca (Italia). Expulsó con tarjeta roja a Yuri Berchiche (min. 61). Mostró amarilla a Raúl García (min. 22), Unai López (min. 43), Zaniolo (min. 50), Antonucci (min. 76)

Incidencias: Penúltimo partido amistoso de la temporada rojiblanca, disputado en el estadio Renato Curi de Perugia.