bilbao - Gaizka Garitano lo dejó caer durante su comparecencia tras el fiasco en el Sánchez Pizjuán. “Venimos trabajando desde hace tiempo en la confección de la plantilla del año que viene y, en principio, las cosas están más o menos decididas”. No en vano, el técnico y la dirección deportiva asumen que apenas habrá caras nuevas procedentes del exterior, quizá alguna incorporación no top. Suenan los nombres de Alain Oyarzun, del Numancia, e Iñigo Ruiz de Galarreta, de Las Palmas; pero los tiros se dirigen a Lezama, el corazón de la entidad. Gaizka Larrazabal, que ha extendido su contrato por dos temporadas más; Iñigo Vicente, que ya se probó el verano pasado con Eduardo Berizzo aunque no pasara el primer corte; Oihan Sancet, que también estuvo a las órdenes del argentino; y Asier Villalibre, pichichi del Bilbao Athletic con una tarjeta de 23 goles; son los cuatro cachorros elegidos en primera instancia para tomar parte en la próxima pretemporada que arrancará a principios de julio, si bien el ariete aún debe firmar la renovación, ya que se da por hecho que aceptará la oferta que le ha trasladado el club. El central Daniel Vivian y el centrocampista Unai Vencedor, ambos de 19 años de edad, también tienen opciones de trabajar con el primer equipo, pero se encuentran a la espera de la decisión definitiva.

El Athletic desperdició en Sevilla la gran oportunidad de regresar a la Europa League, lo que ha generado un cambio en la hoja de ruta de Garitano y Rafa Alkorta, como confirmó el primero el último sábado. La confección de la plantilla estaba subordinada de inicio a la hipótesis de competir en el Viejo Continente y desactivada esta posibilidad toca gestionar los propios recursos, manejo en el que ganan protagonismo los futbolistas de la cantera. Villalibre, que ha jugado los 38 partidos de liga con el filial; Larrazabal, con 34 partidos y nueve goles; y Vicente, con una hoja de servicios de 34 encuentros y diez tantos; han sido tres de los fijos en el Bilbao Athletic, lo mismo que Sancet, que ha gozado de su recorrido (diez jornadas y un gol) una vez superada la grave lesión de rodilla que le tuvo en el dique seco durante seis meses. Son cuatro jugadores con mucha proyección y a los que conoce perfectamente Garitano, a los que incluso ha recurrido en este último tramo de curso en entrenamientos puntuales con los leones.

Rafa Alkorta, además, ha subrayado en sus últimas declaraciones el valor de Lezama. Es el sello de la casa, ha venido a decir. Y el director deportivo conoce que en la factoría rojiblanca asoman futbolistas a los que se detecta un futuro prometedor en caso de continuar con su actual progresión. Villalibre (Gernika, 30 de septiembre de 1997) ya cuenta con pasado en el primer equipo, con el que participó en ocho encuentros en la campaña 2016-17 de la mano de Ernesto Valverde, aunque sus dos cesiones consecutivas al año siguiente en el Valladolid y en el Lorca, ambas en LaLiga 1/2/3, no fueron fructíferas. Su vuelta al Bilbao Athletic le ha servido para reinventarse y ganarse, a la espera de que firme su nuevo contrato, el salto al colectivo de Garitano, donde ejercería como alternativa a Williams y Aduriz.

Iñigo Vicente (Derio, 6 de enero de 1998) y Larrazabal (Bilbao, 17 de diciembre de 1997) son dos extremos de perfil dispar. El primero encarna el talento, el virtuosismo con el balón y es un especialista en el último pase, en tanto que el segundo es un portento físico y se caracteriza por su verticalidad. La marcha de Markel Susaeta permite esa entrada de jugadores de banda, si bien Vicente puede jugar más centrado, lo que se entiende como una plusvalía. Sancet (Iruñea, 25 de abril de 2000) es un futbolista completo, con un gran dominio de la posesión y con llegada al área contraria, si bien necesita ganar un punto de músculo competitivo. Las salidas de Ander Iturraspe y Mikel Rico dan chance al navarro, aunque Garitano también cuenta con el regreso de Mikel Vesga.