1. El alto precio de un plan equivocado

Bilbao - El Ahletic no dio la talla en el José Zorrilla, lo que genera un punto de incredulidad entre su parroquia, a la que no le valen las excusas que se puedan argumentar. No es la primera ocasión en la que el conjunto rojiblanco ofrece un juego tan pobre, especialmente ayer en la primera mitad, porque ya viene de una trayectoria descendente en juego, como sucediera en Leganés y en el derbi frente al Alavés. En estos dos últimos casos, los resultados taparon las carencias que afloraron en Pucela, sobre todo en la media hora inicial, en la que el Athletic estuvo a merced de un Valladolid que sí fue fiel a la necesidad que tenía. El gol de Waldo Rubio fue un ejemplo de una debilidad impropia a estas alturas de la película y cuando está en juego la conquista de una plaza para la Europa League.

Gaizka Garitano arriesgó con un plan insospechado y le salió rana. Visto lo visto, se equivocó y no tuvo reparo en reconocerlo cuando a los 25 minutos salió a calentar en banda Raúl García, la ausencia más llamativa en el once inicial. El navarro es un activo valioso en este Athletic y de sobra es conocida su genética competitiva, además de aportar pegada. Se entiende hasta como una osadía prescindir de semejante arma en un encuentro en el que los leones estaban obligados a sumar una vez conocidos los resultados el sábado de sus más cercanos perseguidores. Ya con Raúl García en el césped, el conjunto rojiblanco ganó dosis de poderío, aunque no fue suficiente para arreglar el desaguisado del primer periodo.

Raúl García compartió banquillo con Iñigo Martínez, que se probó durante el calentamiento, pero con la mala noticia de que no se encontraba al cien por cien de las molestias que arrastraba desde días anteriores. Garitano, entonces, dio más protagonismo a Iker Muniain en la media punta, pero se olvidó de blindar otras zonas, sobre todo cuando el Valladolid ganaba todos los pulsos en corto con los leones, que se sentían desprotegidos ante las embestidas de un rival que sí supo leer la letra pequeña. El plan inicial fallido tuvo a la postre sus fatales consecuencias para un Athletic que pone más suspense a su objetivo.

2. Las ocasiones falladas generan su lamento

Munain, San José, Raúl García y Unai Núñez disfrutaron de remates que no tuvieron premio por diferentes motivos, por lo que la fortuna tampoco acompañó a los leones

Bilbao - El fútbol que ofreció el Athletic en el José Zorrilla dejó mucho que desear, pero paradójicamente el conjunto rojiblanco disfrutó incluso de más oportunidades de gol claras que el Valladolid, que se sintió agobiado cuando los leones apretaron en ciertas fases del segundo acto, lo que evidencia el porqué de la situación de los de Sergio González, que, no obstante, salen de la zona de descenso, en la que meten al Girona. Iker Muniain gozó de un remate de cabeza a placer dentro del área pequeña a los 33 minutos y sorprendentemente lo mandó fuera, con lo que no pudo rememorar su primer gol en liga con el Athletic, conseguido en este mismo campo casi diez años atrás. Ya en la segunda parte, fueron San José, con otro cabezazo desviado; Raúl García, al que Masip sacó una gran mano; y Unai Núñez, cuyo testarazo se estrelló en el palo derecho de la meta blanquivioleta; los protagonistas, pero en esta ocasión ni la fortuna acompañó al colectivo de Garitano, que regresó a casa lamentando su falta de pegada en momentos decisivos del duelo.

3. La presión de los que vienen por detrás se deja notar

Bilbao - La antepenúltima jornada resultó desastrosa para los intereses del Athletic, que nota la presión de los equipos que llegan por detrás en el mismo objetivo de atrapar la séptima plaza, porque la sexta o a la quinta ya se consideran prácticamente inalcanzables. El conjunto rojiblanco saltó al campo pucelano conocedor de las victorias sabatinas de Real Sociedad y Espanyol, y dejaron escapar la opción de ampliar la renta de tres puntos cuando quedan otros seis por jugar. El momento es inquietante porque tanto el equipo realista como el periquito ganan el average particular con el Athletic, obligado a vencer al Celta y esperar que los dos equipos mencionados no ganen en sus respectivos compromisos, ante Real Madrid y Leganés, combinación que aseguraría matemáticamente el séptimo puesto y el billete a la Europa League. Otro escenario exigiría a los leones a puntuar en el Sánchez Pizjuán en la última jornada.