Bilbao - Este mediodía en horario muy gracioso, el Athletic aspira a avanzar un puesto y colocarse por primera vez en plaza europea, suplantando al Alavés, que ayer cayó derrotado. Para ello debe vencer a un Rayo Vallecano que se presenta en San Mamés con la imperiosa necesidad de sumar los tres puntos a fin de mantener vivas sus opciones de permanencia. A ninguno de los dos le sirve el empate, de modo que cabe prever un partido movido, probablemente abierto. A estas alturas del campeonato cada cual sabe lo que tiene entre manos y depende sobre todo de sí mismo, no tanto de los resultados ajenos.

El factor campo se ha convertido en el gran aliado del Athletic. Con Gaizka Garitano se ha acostumbrado a imponer su ley como anfitrión, mientras que en calidad de visitante ofrece un peor rendimiento que se refleja en los marcadores. Solo le quedan tres balas en casa, la de hoy, el derbi con el Alavés y la visita del Celta en la penúltima jornada. Sobre el papel, los nueve puntos más asequibles, pues el calendario se completa con desplazamientos al Santiago Bernabéu, Butarque, José Zorrilla y Sánchez Pizjuán.

La dificultad extra que sugiere el negocio de hoy obedece a la personalidad del oponente. Penalizado por una debilidad en defensa que se concreta en una media de dos goles recibidos cada noventa minutos, el modesto club madrileño practica un fútbol interesante en la faceta ofensiva. La clasificación no miente, salta a la vista que el repertorio con balón no le ha compensado hasta la fecha, pero es su apuesta decidida, lo era con Míchel, el anterior responsable, y no ha variado con el actual, Paco Jémez.

El técnico de origen canario ha modulado un tanto el elevado riesgo que asumía en su anterior etapa en el banquillo de Vallecas, pero no ha trastocado la personalidad del equipo. Jémez piensa, no sin razón, que a tres puntos de la frontera de la salvación nada tiene que perder, por lo que advierte sin disimulos que su propuesta busca la victoria contra quien sea y donde sea. En tan delicado contexto, prefiere el atrevimiento a la especulación, no contempla salir a aguantar el 0-0 y a ver qué pasa luego, si caza una contra o hay un golpe de suerte. Consciente de que no dispone de una estructura sólida para refugiarse en terreno propio, la consigna es la opuesta: ir a la búsqueda del gol y hacerlo con alegría, tocando con dinamismo y buen gusto, confiando en que la valentía desemboque en el acierto de Raúl de Tomás, un rematador de enorme clase.

Si hace una semana, con ocasión del desplazamiento a Getafe, el Athletic se preparó para un tipo de partido muy definido, condicionado por la aspereza del rival, hoy afronta otro de corte muy distinto. El Rayo atacará cuanto pueda, es inferior en la faceta física, pero si coge el hilo generará complicaciones. Está peleando por sobrevivir en la élite, lo cual no deja de ser una meta muy inspiradora.

cambios De ello puede dar fe el Athletic gracias a la experiencia que tuvo que gestionar hace un puñado de meses. Enderezado el rumbo, ahora mira hacia arriba y el primer paso para consolidar su candidatura a Europa le exige hurgar en los agobios del Rayo, aprovecharse de sus debilidades. Garitano alineará el bloque habitual y podría limitarse a efectuar los dos cambios a que está obligado por la sanción de San José y la lesión de Ibai. Beñat y Susaeta se perfilan como titulares por tratarse de jugadores específicos de esas demarcaciones, aunque no es descartable que se registren más novedades.

En principio, si hubiese que imaginar otra incorporación al once, esa alternativa llevaría el nombre de Muniain. La cuestión es dónde y en lugar de quién buscarle acomodo. Las opciones de ver a Aduriz de inicio existen también, en su caso no habría dudas sobre qué posición se le adjudicaría y de confirmarse su concurso Williams regresaría a la banda derecha, donde salvo algún rato suelto no ha aparecido desde diciembre.

El club comunicó ayer una lista con diecinueve componentes. Faltan respecto a la convocatoria previa los ya citados San José e Ibai y se agregan Lekue, Muniain y Unai López. Lekue sería el recambio para cualquiera de las posiciones en el ala derecha, Muniain es Muniain y lo que resulta sorprendente es la inclusión de un futbolista que compitió por última vez en octubre. Eduardo Berizzo le dio un par de minutos en Mestalla y no ha vuelto a asomar. De hecho, con Garitano únicamente ha entrado en una citación, el día del debut del entrenador en Huesca, en compromiso copero. Nunca más le ha llamado hasta ayer.