FIN a la racha. Tras ganar al Atlético, Girona y Levante en las tres últimas jornadas de liga, el Athletic no pudo prolongar su estado de gracia en la visita al Coliseum Alfonso Pérez, donde los leones cayeron derrotados por la mínima. Un gol de Ángel Rodríguez en una de las escasas ocasiones que dejó un partido cerrado y sin apenas incidencias en ambas áreas dio los tres puntos a un férreo y sólido Getafe, que salió victorioso de un envite en el que la única nota positiva desde el punto de vista rojiblanco tuvo que ver con la esperada reaparición de Aritz Aduriz. El veterano delantero donostiarra, fuera de combate desde el pasado 10 de enero como consecuencia de la rotura parcial que sufrió en el ligamento cruzado de la rodilla derecha ante el Sevilla en Copa, regresó el sábado a una convocatoria y Gaizka Garitano no dudó ayer en recurrir a sus servicios instantes después del gol del Getafe.

Corría el minuto 79 e Iñigo Córdoba, que desaprovechó en la primera mitad la única opción clara de gol de la que dispuso el Athletic en todo el partido, dejó su lugar sobre el césped a Aduriz, que formó dupla atacante con Kenan Kodro en la recta final del choque, en la que no participó Iñaki Williams. El delantero bilbaino, sustituido en el minuto 69 por el internacional bosnio, pasó de puntillas por un encuentro en el que nunca se sintió cómodo. Sin espacios a la espalda de los centrales locales, Williams no encontró la vía para lucir y explotar sus habilidades para satisfacción de José Bordalás. El técnico azulón, que obtuvo el premio deseado con sus productivos movimientos desde el banquillo, tampoco vio amenazada su estructura defensiva con la entrada de un desapercibido Kodro, intrascendente en los veinte minutos que estuvo en el terreno de juego. Diez menos tuvo Aduriz para tratar de hacer lo imposible: igualar la contienda sin disfrutar de un solo balón cerca de las inmediaciones del guardameta David Soria.

La estadística, no en vano, plasmó en números la incapacidad del 20 del Athletic para cambiar el rumbo de los acontecimientos. Dio dos pases, uno de ellos con éxito y ganó dos de los tres duelos en los que se vio inmerso. Hasta ahí pudo llegar la aportación deportiva de un futbolista cuyo impacto en el equipo acostumbra a ir más allá. Al factor añadido de su vuelta a la actividad, sin ir más lejos, hizo referencia en la antesala del partido de ayer Garitano, quien recupera para el tramo final del curso a uno de los pesos pesados del vestuario rojiblanco y al principal goleador con el que cuenta en la plantilla.

SU FUTURO, EN EL AIRE Los problemas físicos, sin embargo, han lastrado a Aduriz en una campaña en la que solo ha disputado 14 de las 31 jornadas de liga, en las que no ha visto portería más allá de dos lanzamientos desde el punto de penalti. Sus goles contra el Girona y el Valladolid, ambos en San Mamés y con Garitano ya en el banquillo, asoman como las dos únicas aportaciones en materia realizadora que ha podido brindar el donostiarra para la causa. Con el objetivo de tener una mayor continuidad en las siete jornadas restantes, Aduriz tendrá también que dar una respuesta acerca de su futuro.

El contrato del punta guipozcoano, sin ir más lejos, tocará a su fin el próximo 30 de junio y el club, con Rafa Alkorta al frente de la dirección deportiva, aguarda la decisión del ariete de decir adiós al equipo o ampliar durante una temporada más su vínculo con el Athletic.