bilbao - El Athletic es consciente de que se ha subido a la ola buena desde la llegada de Gaizka Garitano al banquillo. El nuevo técnico ya ha dejado su marca en los nueve encuentros oficiales que lleva recorridos al frente del colectivo rojiblanco, muy reconocible en los últimos tiempos, que ha sabido pasar página a la etapa de Eduardo Berizzo y que es fiel a una idea que le viene como anillo al dedo tal como está su situación deportiva, que continúa siendo delicada, ya que está situado aún muy cerca de la zona e descenso, pese a las sensaciones positivas que ofrece el equipo y a los notables resultados que ha cosechado en las jornadas precedentes. La estadística, para lo bueno y para lo mal, no suele engañar y se entiende como un fiable termómetro del retrato de un conjunto. El del Athletic es amable para la vista, ya que ha sumado 12 de los 18 últimos puntos posibles, unas cifras que hablan bien de los leones, que no conocen la derrota en LaLiga Santander con Garitano al frente de la nave bilbaina.
El compromiso de esta tarde ante el Betis ofrece su punto de exigencia al cuadro rojiblanco, conocedor de que cada partido supone una nueva prueba de algodón para la tropa de Garitano, que cuenta con la baja por sanción de Beñat, quien no podrá reencontrarse con su exequipo. Este Athletic ha ganado en capacidad competitiva, si bien su fútbol no presume de cierta belleza plástica, porque su prioridad es salir del pozo y comenzar a pensar en objetivos más atractivos. Para ello, los leones son conocedores de la trascendencia que guardan los tres puntos en juego, ya que la consecución de los mismos no solo les permitiría dar un salto cualitativo, sino también enseñar el morro por el camino que lleva a Europa y en el que también transita el conjunto de Quique Setién, un equipo que gusta de la posesión y que dispone de futbolistas interesantes a la hora de generar peligro al rival.
Garitano, que ha dejado en casa por motivos técnicos a Remiro, Unai López y Nolaskoain, insistió ayer en un discurso que lo tiene muy interiorizado. Su Athletic debe ser fiel al de los últimos partidos, humilde a la hora de trabajar en el césped y evitar dar concesiones al contrario, que ya pagó caro en el tramo final del choque frente al Valladolid y en el capítulo de ida de la eliminatoria de Copa con el Sevilla, en la que es la única derrota que ha encajado el derioztarra como técnico de los bilbainos. El Athletic, por tanto, asume que su peor enemigo es el propio Athletic, ante lo cual debe sacar su mejor versión si quiere superar a un Betis que se presenta un tanto despistado por la Copa, en la que tiene muchas opciones de alcanzar las semifinales, como así lo reconoce el propio Setién, que gestionará un once con un ojo puesto en su partido de vuelta en el Benito Villamarín de la eliminatoria con el Espanyol.
solo san josé El Athletic se desenganchó de la Copa en octavos, lo que le da un alivio en cuanto a la carga de partidos. Situación de la que no goza el Betis, inmerso en tres competiciones y que causa cierto desgaste. Garitano, por tanto, no se reserva nada, salvo, claro está, las ausencias que tiene por lesión, con mención especial a Aduriz, que no termina de recuperarse de su dolencia en la rodilla derecha, y a Raúl García, que no llega a tiempo pese a haber entrenado dos sesiones con el resto de la plantilla y que suma ya una mes en el dique seco. Sí lo hará Mikel San José, muy bien en sus veinte minutos en el Estadio de la Cerámica, que ocupará el hueco dejado por Beñat, sancionado tras recibir la quinta amarilla en el duelo anterior frente al Villarreal. La presencia del navarro en la medular junto a Dani García aportará más músculo en esa parcela ancha, pero podría resentirse la circulación de balón, déficit que deberá resolver Garitano con un mayor impacto del juego por los costados. Se espera a Iñigo Córdoba en el lado izquierdo, en tanto que en el derecho aparece la mayor incógnita. Ibai Gómez y Óscar de Marcos son las opciones más fiables para ejercer por delante de Ander Capa, intocable para Garitano en el lateral, aunque también se detecta alguna posibilidad para Markel Susaeta, que será homenajeado en San Mamés tras alcanzar la mítica cifra de 500 partidos oficiales como león. Arriba, Iñaki Williams, excelso en el último choque liguero en La Catedral frente al Sevilla, buscará dañar la defensa bética de tres centrales, misión en la que tendrá un rol relevante Iker Muniain, de nuevo en la media punta.
Son los recursos que deben exprimir los rojiblancos en su deseo de batir a un Betis que comparecerá con ciertos retoques en su once inicial. Es en la punta del ataque donde Quique Setién, sin el capitán Joaquín, está con lo justo después de la salida del paraguayo Tonny Sanabria al Genoa italiano, ya que Loren Morón acabó algo tocado en el partido frente al Espanyol y por ello gana opciones Sergio León. La defensa también podría diferir en poco a la empleada en los últimos partidos, con Barragán y Tello en las bandas, y Mandi, Marc Bartra y Zou Feddal, por el centro.