bilbao - Empieza la segunda vuelta en San Mamés, donde el Athletic está obligado a cambiar la tendencia apuntada desde el verano si pretende avanzar en la clasificación. Tres victorias, cuatro empates y dos derrotas es su balance. Poca cosa, como ayer admitió Ziganda, quien puso como referencia a seguir la actuación ante el Alavés de hace tres semanas, la más solvente que ha ofrecido el equipo a su afición, ejerciendo una superioridad incontestable. Darle continuidad a una victoria holgada, que incluso resultó cómoda, es el objetivo propuesto para esta noche, aunque la presencia del Eibar no augura precisamente un choque sencillo.
A este derbi se le presupone un grado de dificultad mayor al último. También es verdad que el Alavés, pese a sobrevivir en la parte baja de la tabla, ha espabilado en los últimos tiempos y su tropiezo en Bilbao figura como el lunar de una trayectoria reciente muy meritoria, en liga y en Copa. La inercia del Eibar es incomparable gracias a una serie de triunfos (seis sobre siete posibles y un empate) que le devolvieron la confianza extraviada al principio del curso. Hoy, aunque es obvio que no se le da bien San Mamés, Mendilibar llega con fundadas esperanzas, al volante de un grupo que funciona con la intensidad y eficacia que han caracterizado las versiones más sugerentes del proyecto armero.
Ayer el técnico del Eibar jugueteaba con la estadística. Cada vez está más próximo el día en que conquistará La Catedral, vino a decir con media sonrisa. Se esforzará en retrasar esa fecha un Athletic que comparecerá con dos novedades en la formación: Xabi Etxeita formará en el centro de la defensa, al lado de Unai Núñez, y Aduriz recobrará la titularidad perdida en el último desplazamiento en favor de Sabin. Las bajas por lesión de De Marcos y Balenziaga impiden que haya más cambios en una formación que empieza a ser reiterativa.
Con leves retoques, pero Ziganda está apostando por un grupo concreto y este no le da grandes motivos para ser cuestionado. El equipo no pierde, nueve encuentros sin hacerlo son una barbaridad, por mucho que casi todo sean empates, y mientras sea así, es normal que insista. De ahí que lo previsible es que Iturraspe y Rico actúen en el círculo central, que Williams y Susaeta partan desde los costados y que Raúl García sea el elemento más cercano a Aduriz. Atrás es donde no hay para elegir, como se ha apuntado. Bueno, Lekue es un asiduo en el once y Saborit va a establecer un récord personal en el equipo con el quinto partido consecutivo de inicio.
YERAY, AÚN NO El entrenador casi no hizo comentarios sobre cuáles son sus intenciones, aparte de aclarar que el estado de Yeray no es todavía el idóneo para aspirar a la titularidad: “Todos tenemos muchas ganas de que juegue. El otro día tuvo sesenta minutos buenísimos (el lunes en un amistoso celebrado en Lezama), luego se le hizo un poco largo. No se le ha olvidado jugar y sigue poniendo la cara, pero tengo que ser justo con todos. Yeray no está ahora para noventa minutos, sí puede estar para un rato”. Quizá ese momento tenga lugar hoy, quién sabe, pero la seriedad de la competición exige contar quienes están en mejor condición y en este caso, en la zaga, es de cajón que son Núñez y Etxeita los mejor preparados.
En la descripción del rival, Ziganda no regateó alabanzas a su entrenador: “Ya le conocemos a Mendi. Es un equipo que va de cara, llegan rápido y centran rápido. Creo que será un partido abierto. El Eibar es un club que trabaja bien, además ficha bien y está bien dirigido. Y tuvieron la tranquilidad para darle la vuelta a la situación porque empezó con algunas dudas y luego consiguió un registro increíble, 19 puntos de 21”. Sobre las bajas por lesión del cuadro armero, Enrich y Paulo, dijo: “Todos tenemos ausencias, pero para eso están las plantillas y la de Eibar es muy pareja”.