RECUERDOS del pasado mezclados con la novedad de un escenario nunca visto. Los residentes de la Residencia Orue de Amorebieta conocieron ayer con más detalle San Mamés, algunos de ellos por primera vez. Visitaron el museo, pasearon a pie de césped y conocieron lugares que no son visitados en el día a día como los vestuarios, la sala de prensa o el palco. Un cambio en la rutina para viajar a tiempos pasados y recordar momentos históricos que hicieron que la emoción aumentara entre los residentes y los familiares que les acompañaron. Todo ello con un anfitrión de lujo, Xabi Etxeita. La madre del central zornotzarra, Ana Gorritxategi, trabaja en esta residencia de ancianos como cocinera y cuando salió esta oportunidad pidió a su hijo que estuviera en la visita. Etxeita no se lo pensó dos veces en realizar este gesto que trasciende de su guion habitual en los terrenos de juego y sorprendió a los visitantes con su presencia, siempre disponible y sin parar de sacarse fotos con quién se lo solicitara.
Las visitas a San Mamés son algo frecuente, gran cantidad de grupos visitan sus instalaciones. Lo extraño es que lo hagan con un jugador como guía, aportando pequeños detalles menos conocidos. “Me hace ilusión que esta gente tenga la oportunidad de venir a esta visita y que puedan ver el museo y el campo. Es una alegría para todos y me siento satisfecho por la llamada que he tenido para acompañarles y darles alguna que otra foto”, comentó Etxeita. La entidad Igurco fue la encargada de gestionar todo con el club para realizar esta visita, pero la verdadera responsable fue Gorritxategi. “Mi ama trabaja en esa residencia y me dijo que venían gente de ahí. Estoy contento por ayudarles y hacer esta visita para poder dar esta pequeña sorpresa”, afirmó el rojiblanco.
Las circunstancias de esta visita eran algo impensable para Gorritxategi en el momento en el que entró a trabajar en la Residencia Orue: “Empezamos a trabajar en la residencia hace 18 años y, lo hablaba con mis compañeras, quién hubiera dicho que íbamos a venir a San Mamés con los residentes y acompañados por mi hijo. La vida da muchas vueltas y es gratificante”. En aquella época el nuevo campo no era más que una futura idea y a Etxeita todavía le quedaban muchas etapas por quemar antes de llegar al primer equipo rojiblanco. La carrera del zornotzarra ha sido muy seguida por los trabajadores de la residencia y cada partido era vivido con más pasión de la habitual. “Al ser el hijo de una trabajadora, siempre hemos vivido los partidos con más entusiasmo. Por eso le pedimos que le dijera a Xabi para venir. Ha sido muy bonito el detalle que ha tenido de acompañar a su madre y a los residentes durante esta visita. Ha sido emocionante”, reconoció Mercedes de la Sota, directora del centro.
La pequeña aportación de Etxeita y el espíritu de San Mamés crearon una escenario perfecto para estos residentes que disfrutaron desde el principio hasta el fin. “Ha sido muy emocionante. A los residentes siempre les gusta salir, pero también está siendo muy bonito para sus familiares. Están encantados y como directora estoy emocionada”, expresó De la Sota. La emoción fue el sentimiento habitual. Desde los residentes, los grandes protagonistas, hasta Etxeita y su madre: “Ha sido muy emocionante, porque les he visto a todos los residentes muy emocionados y más cuando han visto al jugador, que es mi hijo. Estoy contenta por verles contentos a ellos, porque veo que cosas tan pequeñas, significan mucho para ellos”. Detalles alejados del día a día, convertidos en gestos recordados.