Bilbao - El sentimiento athleticzale acompaña a Jon Rahm (Barrika, 10-XI-1994) por todo el mundo. Allá donde viaja el golfista vizcaino, cuarto clasificado en el ranking mundial y reciente ganador del World Tour Championship de Dubai, brota con fuerza el amor por unos colores y por un club que Rahm lleva “muy dentro”. En ello hizo hincapié durante una larga entrevista concedida al Athletic en las entrañas de San Mamés, donde inauguró el martes “con un simbólico tiro a palos” las porterías de rugby instaladas como prueba en La Catedral de cara a las finales europeas que se disputarán en el coliseo rojiblanco en mayo de 2018. Será en los días 11 y 12 cuando San Mamés se transforme para albergar las finales de la Challenge Cup y la Champions, respectivamente.

Fue en el golf y en el Athletic, sin embargo, en lo que se centró Rahm a la hora de sumergirse en sus sentimientos aprovechando su emotiva visita al ilustre hogar rojiblanco, donde no perdió detalle de cuanto observó cual niño preso de la más tierna ilusión. El Athletic, no en vano, es “una religión y casi un estilo de vida” a ojos del de Barrika, cuyo primer recuerdo como aficionado en la antigua Catedral corresponde a “la melena de Julen Guerrero tras marcar un gol”. “Tendría 3 o 4 años, estaba en Abertzale Sur y me quedé dormido, pero ese recuerdo se me ha quedado”, subraya Rahm con una reveladora sonrisa, la misma que invade su rostro al recordar que desde los trece años siempre recorre los campos de golf repartidos por el mundo con “un peluche o algo del Athletic” y que su pasión por el conjunto bilbaino le viene de lejos.

“Para los que somos de aquí y para mi familia, sobre todo, el Athletic es algo muy emocionante y algo que nos viene muy de dentro. Siempre que hablamos de ellos lo hacemos con mucha pasión. Mi aitite fue delegado del Athletic 35 años y lo hizo por amor al deporte y al club. Yo lo haría también si pudiese, aunque no tengo ni idea de cómo es ser delegado ni nada del fútbol”, advierte el golfista vizcaino, quien reivindica el “orgullo” que cada seguidor del Athletic debe tener por sentirse parte de un club al que defiende a capa y espada en Estados Unidos, donde asegura que “si no nos ven ganar ligas, no entienden”. “Hay alguno que me dice que el Athletic es mal equipo y yo les digo que no tienen ni idea, porque quedar entre los seis primeros cada año es un hito, algo muy difícil de conseguir. Lo que pasa es que es difícil explicar lo que es el Athletic y la filosofía de este club, hay que vivirlo para saberlo”, remarca Rahm.

El vizcaino, que recuerda con especial emoción el partido de vuelta de la semifinal de Copa que enfrentó a los leones con el Sevilla en marzo de 2009, pues “tener que remontar y marcar los tres goles en mi portería fue algo muy bonito”, desvela además que “ha habido veces que he tenido suerte y, viajando por el mundo, he podido ver partidos en aviones no sé cómo”. “También en torneos, hoteles y en casa, incluso hay muchas veces que estoy entrenando y pongo la radio porque juega el Athletic. Me pongo los cascos y a escuchar. Sé que no soy el único que hace eso y que haya tanta gente interesada en un equipo como este quiere decir que es especial”, añade el de Barrika, socio e incondicional aficionado rojiblanco que compara San Mamés con St. Andrews, porque “al igual que La Catedral es donde más se sabe de fútbol, St. Andrews es donde empezó el golf, donde más se sabe de ello y donde se respira golf puro”.

Sin miedo a la presión En cuanto a su ADN como golfista, Rahm, que también recuerda que en su etapa como amateur “casi me echan” de una cafetería durante un torneo, dado que “me volví loco con la Supercopa que ganó el Athletic en el Camp Nou”, deja claro que no le inquieta la presión. “Yo disfruto. Siempre hay nervios y algo de estrés, pero son los momentos en los que me gusta jugar, porque quiere decir que estás ahí y si lo haces bien vas a ganar algo”, reflexiona el vizcaino, quien señala asimismo que “cuando juegas un Grande cuesta un poco más seguir al Athletic por horarios y por tener que estar más centrado en lo mío, pero si juego en Augusta lo intentaré también”.