Bilbao - Unai López no olvidará la noche de su debut con el primer equipo del Athletic en un partido oficial. La alternativa le llegó en una eliminatoria de la Champions que pasará a la historia del club, el primer todo o nada del nuevo San Mamés. Ernesto Valverde no dudó en echar mano del habilidoso y menudo centrocampista guipuzcoano para terminar de dar la puntilla al Nápoles. Sumó sus primeros 18 minutos como león al sustituir a Markel Susaeta. Tiempo suficiente para demostrar el desparpajo con el balón al que ha acostumbrado en los últimos años a los asiduos de Lezama. Sus 169 centímetros de altura no fueron problema. Mostró fortaleza y no evitó el choque.

No le temblaron las piernas. Mostró el oficio necesario que requería el momento del partido (ingresó en el terreno con 2-1 en el marcador). En uno de los primeros balones que tocó fue capaz de asistir a Ibai en la jugada del gol con el que los rojiblancos certificaron su pase a la fase de grupos de la Liga de Campeones. La pelota le cayó en la medular, levantó la cabeza y metió en profundidad para que el de Santutxu pusiera la rúbrica a un contragolpe de libro. Poco después, lo intentó desde el borde del área obligando a estirarse a Rafael Cabral. Luego llegaría el éxtasis final, una fiesta que arrancó sobre el césped y continuó en el vestuario. Ya ante los periodistas, parco en palabras y con cierta timidez, Unai no acertaba a encontrar las palabras adecuadas para describir todo lo vivido. “Ha sido el debut soñado. Estoy muy contento con lo que me ha ocurrido. No me esperaba jugar hoy. La camiseta me la quedo yo, pero le dedico la victoria a los míos, a mi abuelo, a mi familia, a mi padre...”, destacó el principal referente de la generación de 1995, una camada a la que se sigue con especial atención en la factoría rojiblanca.

El de Errenteria, que evitó las comparaciones con Ander Herrera, no acusó la presión. Algo que el propio Valverde reconoció. Pese a tener ficha con el filial, el entrenador del Athletic le ha incluido en la rutina del primer equipo desde el último tramo del curso pasado. Fue uno más de la pretemporada, donde acumuló bastantes minutos. En la ida de la fase previa disputada en San Paolo, entró en la convocatoria. A día de hoy está por delante de otras opciones ofensivas como Viguera, Kike Sola o Toquero.

“Ha entrado muy bien en el partido y no le ha pesado la responsabilidad. Ha sido una sorpresa agradable para todos por el empaque que ha demostrado”, subrayó el técnico rojiblanco, que señaló a Unai López como una alternativa a Beñat para ocupar la media punta. La salida precipitada de Ander Herrera ha dejado una vacante en la medular. El de Igorre, que volvió a estar participativo en la vuelta del miércoles, tocando el esférico con mucho rigor, ha arrancado la temporada como titular. Lo que parece evidente es que en Lezama que hay mimbres suficientes para hacer olvidar al jugador del Manchester United.

Los que siguen la trayectoria de Unai desde que recaló en los cadetes del Athletic tras dejar la Real Sociedad no están sorprendidos por su rendimiento. Es uno de los principales activos de la factoría rojiblanca. Entonces, el jugador y su familia tenían libertad de elegir equipo al no haber cumplido los 16 años. El de Errenteria aceptó la oferta del Athletic, lo que sentó muy mal en la entidad realista, que reaccionó con críticas hacia Ibaigane.

El jugador tiene hasta el 30 de junio de 2016 un contrato como jugador del Bilbao Athletic, pero en caso de que suba al primer equipo su relación se prolongaría, como mínimo, dos temporadas más. Fijo el curso pasado para Ziganda y asiduo en las categorías inferiores de la selección española, en el Athletic se sienten reconfortados por el compromiso adquirido por un jugador que contaba con ofertas de clubes importantes. Ahora, está por ver el protagonismo que adquiere Unai, el duodécimo cachorro al que Valverde da la alternativa.