bilbao - La primera plantilla del Athletic está citada en Lezama el próximo lunes para comenzar una pretemporada más que ilusionante, con la previa de la Liga de Campeones en el horizonte. Las vacaciones se acaban y, mientras los jugadores ultiman sus últimos días de descanso antes de comenzar a preparar la temporada. Un elevado número de jugadores, hasta 34, se reencontrarán en Lezama el próximo día 7, por lo que Ernesto Valverde se verá obligado a aligerar la plantilla. Tal y como desveló ayer este periódico, Jonás Ramalho y Enric Saborit deberán buscar una salida, pues no entran en los planes del técnico rojiblanco. Este no es el caso de Iñigo Ruiz de Galarreta que, en principio, realizará la pretemporada de manera íntegra, pues el club, al menos de momento, no escuchará ofertas para cederle. La decisión está en manos del entrenador.

Si bien hace un par de semanas lo más lógico parecía buscarle una salida, la marcha de Ander Herrera al Manchester United ha revertido esta situación. Valverde, que nunca ha ocultado su admiración por el joven valor de la cantera, le quiere testar en pretemporada. El técnico tiene confianza en el de Eibar, aunque el propio jugador es consciente de que si se queda deberá pelear duro para disfrutar de minutos, pues la competencia en el centro del campo es elevada. Además, tras dos años prácticamente en blanco como consecuencia de dos graves lesiones de rodilla, necesita disputar partidos para recuperar viejas sensaciones.

Tras romperse el ligamento cruzado de su rodilla derecha el pasado 27 de octubre mientras estaba cedido en el Mirandés -un año antes sufrió la misma lesión, aunque en la otra rodilla-, Galarreta, que para entonces se había convertido en una de las sensaciones positivas del conjunto burgalés, no volvió a disputar un partido hasta la conclusión de la temporada. Reapareció, como hiciera doce meses antes, frente al Somorrostro en El Malecón de Muskiz. Fue el 22 de junio. Además, tuvo tiempo para jugar un segundo encuentro, ante una selección de futbolistas del Bermeo y el Gernika.

menos vacaciones Su recuperación ha ido por buen camino, sin necesidad de forzar los plazos, siguiendo el mismo procedimiento que en su primera lesión de rodilla. No había prisa porque se recuperase. Lo importante, como señalan desde su entorno, era que la rodilla sanase por completo. La predisposición del jugador también ha sido máxima, hasta el punto de que mientras la mayoría de sus compañeros se fueron de vacaciones tras la celebración del último encuentro amistoso, él decidió continuar ejercitándose en Lezama. Fueron dos semanas de entrenamientos extra en los que el centrocampista trabajó a destajo con la idea de iniciar la pretemporada el próximo lunes junto al grueso de la plantilla rojiblanca en perfectas condiciones.

Iñigo Ruiz de Galarreta está, pues, ante un gran reto. Le restan dos años más de contrato y debe demostrar su valía. Recuperar las sensaciones que tuvo en sus primeras semanas en el Mirandés, donde no tardó en ganarse la confianza de Arconada, que le dio la batuta del equipo. A diferencia de lo acontecido el curso pasado, en el que a pesar de que viajó con el equipo al stage de preparación en Austria, su salida estaba cantada, este año tendrá más opciones de lucir dorsal del primer equipo.

De momento, cuenta con la tranquilidad de que el club cuenta con él. No se escucharán ofertas para una posible cesión. Valverde lo quiere a su amparo. La salida de Herrera deja la media punta coja y, si bien esa no es la posición en la que mejores prestaciones ofrece el eibartarra, tiene características para suplir al bilbaino con garantías. La competencia, sin embargo, será mayor. Pues además de con los jugadores que ya estaban el año pasado para ocupar la medular: Iturraspe, Beñat, Rico, Morán o De Marcos; este curso deberá pelear por un puesto con Unai López y Ager Aketxe, ambos citados por Ernesto Valverde para el periodo de preparación. De esta forma, Galarreta, totalmente recuperado de su lesión, está ante una pretemporada de especial relevancia para su futuro.