NO es el de los últimos meses el mismo Pedro León que contribuyó al despegue del Getafe en la primera vuelta del campeonato. Tampoco aquel al que la afición azulona admira y en el que deposita buena parte de sus esperanzas de supervivencia en la élite futbolística. El murciano acumula malas actuaciones individuales desde que la crisis deportiva llamó con contundencia a la puerta del Getafe, donde echan de menos las rutilantes apariciones de un jugador capaz de definir la suerte de un partido con eficaces golpes de puro talento.

Dicho de otro modo, Pedro León es la estrella que asoma últimamente perdida, escondida, en medio de una delicada situación que amenaza con acarrear el descenso del club madrileño a Segunda División. La hinchada getafense, sin embargo, aún no ha perdido la fe en su jugador fetiche, el mismo que tras la derrota sufrida en el Benito Villamarín dos semanas atrás, llegó a intercambiar opiniones y reflexiones a través de su cuenta oficial en Twitter. No obstante, sus plegarias, así como su deseo de que los seguidores no den la espalda al equipo en tan delicado momento, no tranquilizan a una afición tan deseosa como necesitada de ver signos de reacción individual y colectiva en el campo. Porque el Getafe camina a la deriva y Pedro León figura como uno de los llamados a revertir la situación. Por su destacada pierna derecha pasan muchos de los billetes que hay en juego para mantener la categoría. Lo sabe el murciano y es consciente de ello Cosmin Contra, el nuevo inquilino del banquillo azulón.

La semana pasada, en el bautizo del rumano como timonel de la nave, Pedro León tuvo 68 minutos para buscarse a sí mismo y, al mismo tiempo, ayudar al Getafe a lograr la tan ansiada victoria liguera que se le resiste desde el pasado 29 de noviembre. Pero tampoco hubo noticias del exmadridista. Solo Codina y Alexis rayaron a un nivel inferior que él, lejos de nuevo de la agradable versión mostrada en la primera vuelta de la Liga. Entonces, cuando la temporada avanzaba plácidamente para el Getafe, Pedro León sí marcaba diferencias. Se echaba el equipo a la espalda e incluso veía portería con relativa facilidad.

A día de hoy, a falta de solo diez jornadas para la conclusión del campeonato, el murciano aún figura como el máximo goleador del Getafe con seis goles, dos más de los que suma Lafita. Su último gol, sin embargo, asoma muy lejano en el tiempo. Tanto que el penúltimo fue el que sirvió al conjunto azulón para derrotar por la mínima al Levante en el Coliseum, en la que hasta la fecha supone la última victoria en Liga del Getafe; y el último, para firmar las tablas contra la Real el pasado 19 de enero. Han pasado más de dos meses desde entonces y, además de no marcar, Pedro León tampoco ha vuelto a ver la luz.

Esta noche, con la confianza de Contra por bandera, pero consciente de que se le acaba el tiempo para dar un golpe en la mesa y ejercer de líder en un vestuario seriamente lastimado deportiva y anímicamente, el murciano aterriza en San Mamés. Y el Athletic, a pesar del mal momento que atraviesa el 14, es sabedor de que dar un metro de más a Pedro León puede suponer despertar a una bestia que busca abrir los ojos.

Mosquera confía en ganar Por su parte, el centrocampista Pedro Mosquera, que podría reforzar el centro del campo ideado por Cosmin Contra para la relevante cita de hoy, advirtió ayer de las ganas que tiene el vestuario de lograr cuanto antes una victoria. "Llevamos muchos partidos sin ganar. Necesitamos los tres puntos, necesitamos ganar, los equipos de atrás aprietan. El míster es muy ambicioso y quiere ganar donde sea", subrayó el gallego, que tras opinar que "no merecimos perder en la ida contra el Athletic", agregó que "ahora hay jugadores faltos de confianza y el míster intenta recuperarlos; sabemos que San Mamés es un estadio muy complicado, pero podemos ganar, estamos convencidos".