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EN Usansolo hay mucha afición por el Athletic y lo que vimos nosotros es que esa gente se reunía en los bares, iba a San Mamés e intentaba viajar a los partidos de fuera", explica Xabier Zamakona, el presidente, el germen de la Peña Athletic Usansolo Gure Herria. De esta guisa y con estas premisas emergieron los peñistas de la localidad, que ayer celebraron su presentación oficial en el Frontón Meatzeta.

"En junio de 2007 nos juntamos una cuadrilla de 6 ó 7 socios, que nos gusta este mundillo, y pensamos en la posibilidad de montar una agrupación, para unir a todo el mundo que le gustara la idea", añade Zamakona. En la fiesta de ayer se observó su gestación. Una pantalla gigante sirvió para mostrar a través de instantáneas y un mural el paso de la breve pero intensa historia de la Peña.

Las fotografías recordaron aquel final del 2007 en el que Usansolo Gure Herria tomó la forma necesaria para ser calificada oficial. "Empezamos a mirar papeleo hasta que conseguimos todos los estatutos en regla. Tardamos unos meses. Dimos un poco de publicidad al tema y poco a poco la gente empezó a animarse. A día de hoy somos 220 socios. La mayoría son de Usansolo, pero también hay de otros pueblos y muchos amigos nuestros", afirma el mandatario.

Ayer, más de trescientas personas disfrutaron de una merienda popular, dantzaris, bertsolaris y trikitilaris, brindados en honor del colectivo. Además, representantes de otras 50 agrupaciones intercambiaron obsequios con los de Usansolo. Mientras tanto, jugadores del primer equipo como Gaizka Toquero, Fernando Amorebieta y Javi Martínez disfrutaron del acto con risas e, incluso, cánticos. Asimismo, Arrate Orueta, Nekane Díez, Joana Flaviano y Andere Legina, del Athletic femenino, dieron muestras de su simpatía en el Meatzeta.

Para culminar la fiesta, los organizadores se guardaron una bala en la recámara. Patxi González amenizó el evento con canciones y "puso a todos a cantar y bailar". De la misma manera que lo hiciera en San Mamés el día de la final de Copa, el showman se divirtió y entretuvo al personal hasta que la noche se acercó a Usansolo para despedir a todos.