MADRID. La polémica le persigue. Es el estigma que pesa sobre uno de los jugadores con más talento de la cantera blanca. Su actitud aparentemente indolente sobre los terrenos de juego, su controvertida personalidad fuera de ellos y su carpe diem ante la vida han hecho que su calidad surgiera a cuentagotas, lo que le ha impedido triunfar como hubiera deseado. Pero José María Gutiérrez, Guti, como todos los genios, no tiene espíritu de enmienda. Este curso ya vivió en el alambre cuando confesó que frecuentaba las discotecas porque no se veía en ellas "con 60 años". La noche del alcorconazo pagó los platos rotos tras discutir en tono agrio con Manuel Pellegrini, el técnico blanco, en el descanso del encuentro. Desde aquel 27 de octubre hasta el pasado domingo no había entrado en ninguna convocatoria. Sospechosas molestias musculares desataron la rumurología en el entorno madridista. "Está castigado", "le están buscando equipo", "no va a volver a jugar"... El silencio del rubio de Torrejón de Ardoz alimentaba las dudas. Hasta que ayer las despejó en la sala de prensa de Valdebebas. "El que no se crea mis lesiones que se vaya a coger amapolas" fue la respuesta del centrocampista cuando fue cuestionado sobre su larga ausencia.

"Me parece ridículo tener que responder sobre mi lesión. Lo tiene que hacer el médico. Quien no se crea mi lesión que mire las ecografías y verá el hematoma que tenía en ese momento", aseguró sobre la lesión muscular que se produjo tras un choque con Higuaín en un entrenamiento. El equipo médico del equipo madridista le detectó entonces un hematoma de cuatro centímetros de largo por 0,3 de ancho en el vasto externo del cuádriceps de su pierna izquierda. Una lesión muscular que le impidió alinearse en doce partidos de Liga y Liga de Campeones.

"No tengo que dar explicaciones a nadie. Soy futbolista, me debo al Real Madrid, quiero jugar siempre y si no lo hago es porque estoy lesionado. ¿Me veis que duermo mal o que tengo ojeras? Yo cuando me acuesto tengo mi conciencia tranquila", añadió antes de volver a encararse con un periodista que le preguntó si se había planteado en estos dos meses y medio cambiar de equipo. "Yo no he tenido ninguna oferta y tú, ¿te has planteado en ese periodo irte de Radio Marca?".

Guti no daba su brazo a torcer y advirtió de que "hay que informarse bien cuando se van a decir cosas que no son ciertas. No me pasa nada con la prensa ni con nadie de mi equipo. Estoy muy tranquilo. No tengo problemas con ninguno, ni me he pegado con nadie. Mi relación es cordial con todos".

alabanzas para al Athletic Estaba claro que Guti no tenía ganas de ahondar en el tema, así que cambió radicalmente de tema: "¿Me veis dolido? Estoy en el mejor momento de mi vida. Estoy sano y feliz. Me acabo de recuperar de la lesión, estoy entrenando, he pasado las Navidades con mis hijos. Qué más quiero".

El centrocampista madrileño tuvo palabras de elogio para el Athletic, al reconocer que "está claro que si sigue con aspiraciones en dos competiciones como la Liga y la Liga Europa es que están haciendo un buen trabajo. Y eso que sólo se nutren de jugadores de la cantera, lo que aumenta todavía el valor de sus méritos. Además, en los últimos años están sacando jugadores jóvenes de mucha calidad lo que les permite seguir manteniendo su peculiar apuesta".

Para quién sí tuvo palabras de aliento y respeto fue para su compañero Raúl, de quién aseguró que, pese a haber perdido la titularidad con la llegada de Pellegrini, "va a aportar mucho al equipo. Va a tener minutos y va a hacer goles importantes. Dentro o fuera del campo es un referente. Somos conscientes de que vienen jugadores jóvenes de mucho nivel y con ganas, por eso cada día tenemos que esforzarnos más para tener minutos", valoró el de Torrejón de Ardoz, que el pasado 31 de octubre cumplió 33 años y enfila la recta final de una carrera que no ha sido todo lo fructífera que apuntaba cuando debutó con el primer equipo el 2 de diciembre de 1995 de la mano de un Jorge Valdano que un año antes había apostado por Raúl. Vidas paralelas con destinos diferentes que pueden tener un final semejante.