La frase más repetida por la concejala de Fiestas en los días previos al txupinazo es: “A ver cómo solucionamos esto”. Porque los imprevistos llegan sin ser llamados y hay muchos fuegos que apagar. Nadie como ella sabe todo el trabajo que hay tras cada uno de los actos que se celebran en Aste Nagusia. Y son cerca un millar. Por eso le escuece, especialmente, cuando se juzga -de forma “injusta”, a su parecer- la programación musical. Siempre pendiente de las áreas de mejora, su equipo no teme reconsiderar algunas de las decisiones tomadas con anterioridad. Y para ello buscan alternativas que son valoradas. En otros aspectos, como evitar comportamientos incívicos o delictivos, tienen poco margen de maniobra. Ahí solo queda apelar a la responsabilidad colectiva y al respeto, para que Aste Nagusia siga siendo la mejor fiesta del mundo.  

Es concejala de fiestas desde 2011. ¿Ya lo ha visto todo?

No. Siempre hay cambios, aunque sean pequeños. Me sorprendo y me seguiré sorprendiendo cada año. Las legislaciones también van cambiando. Y el cambio climático nos obliga a veces a tomar decisiones. No creo que lo haya visto todo, pero espero seguir viendo cosas buenas.

Cuéntenos su secreto para no desfallecer durante nueve jornadas.

No lo sé. Siempre digo “este año me lo voy a tomar más tranquila” pero veo la agenda y digo “buf”. Luego empieza la dinámica y me dejo llevar. Me levanto pronto y me reúno con la gente del área, con el alcalde y los concejales. Las primeras horas del día son las más tensas, son reuniones en las que se ve qué ha pasado, sobre todo de noche. Después es ir de un sitio a otro, cumpliendo con la agenda, porque la gente quiere que estemos en muchos sitios. Los fuegos los ves más tranquila y siempre vamos un rato a los conciertos. 

Si la mejor Aste Nagusia de la historia ya se celebró tras la pandemia. ¿Qué podemos esperar de esta?

Que sea tan buena como aquella. Lo hacemos entre todas y todos. La gente responde muy bien a las actividades que organizamos. En Gasteiz y Donostia ha habido muchísima gente en fiestas, lo que demuestra que la gente sigue con muchas ganas de fiestas. La característica principal, además, es que las actividades son gratuitas, lo que anima a todas las cuadrillas y familias a salir y participar. Van a ser unas fiestas magníficas.

Este año el gastronómico cambia el rabo de toro por la pasta. ¿Confían en que los menos hábiles en la cocina se acerquen a los fogones?

Ha sido una decisión de Bilboko Konpartsak porque creen que así participará más gente, pero también está el concurso de tortillas, que tiene un índice de participación altísimo. Mi familia es de presentarse a los concursos gastronómicos de bacalao a la vizcaina, que ya desapareció el año pasado, o de pil-pil, marmitako y rabo de toro. Para ciertas cuadrillas que llevan muchos años tienen un aliciente diferente, porque la pasta la puede hacer cualquiera. Me da pena porque se pierden los platos tradicionales, pero vamos a ver cómo funciona. 

¿Se planteó el Consistorio cambiar la ubicación de los fuegos artificiales tras el susto de hace dos años?

No, ya lo hemos estudiado muchísimas veces y no hay mejor sitio. Ahora lo ve un montón de gente por la ubicación. Y también se escucha. Hay un informe de protección civil que dice que el incendio de hace dos años no fue por los fuegos artificiales. De todas formas tenemos una responsabilidad, por lo que hemos intensificado las precauciones con medidas que antes no se hacían para dar más seguridad a los vecinos. 

El tiempo ha confirmado que algunos cambios como trasladar el Txikigune de Uribitarte a la zona de Doña Casilda han sido aciertos. Hace unos años que no se han llevado a cabo cambios sustanciales, ¿los espacios están asentados? 

Sí, teniendo en cuenta que la ciudad es lo que es y tenemos el espacio que tenemos. Ya nos gustaría que hubiera un espacio más grande para hacer los conciertos. Con los conciertos hay veces que nos surgen dudas, pero luego no encontramos una alternativa mejor que puedan darnos seguridad en los espacios. Sabemos qué aforo tenemos y está todo muy estudiado. Lo que hemos hecho es cambiar de ubicación el teatro de calle. Este año lo pasamos de la Plaza del Gas a la Plaza de la Convivencia. Será una prueba y error, porque tenemos que ver cómo funciona. Otra cambio es la vuelta al Frontón de La Esperanza con los campeonatos de pelota masculinos y femeninos. 

En el Parque Europa solo hay conciertos de miércoles a sábado. ¿A qué se debe?

Cuando desapareció la Botica Vieja y se trasladaron los conciertos al Parque Europa hubo vecinos en contra, por lo que llegamos a un acuerdo: empezar solo cuatro noches y que a las 2.00 de la madrugada terminaran los conciertos. Así lo hemos dejado. Funciona bien. A lo mejor les molesta tener los conciertos, pero ¿qué dirán los vecinos de El Arenal? El acuerdo se mantiene porque hay una paz social en ese sentido. 

El programa de música de este año ha sido tildado de “flojo” en varios foros. ¿Le parece una crítica justa? 

“No me parecen justas la críticas al programa de música, tenemos que darnos cuenta de las limitaciones”

No me parece justo nunca. Siempre es lo mismo. Tenemos que darnos cuenta de las limitaciones que tienen los espacios de conciertos. O el que no todo el mundo quiere cantar en abierto. Lo hemos dicho más veces: mucha gente quiere cantar en espacios cerrados cobrando entrada. Y con el presupuesto que tenemos, que es muy adecuado para las nueve jornadas, no vamos a gastar un montón de dinero para un espacio limitado. ¿Una partida de 200.000 euros para un concierto en espacio con un aforo de 9.000 personas? No estamos dispuestos.

En este sentido, ¿las comparaciones son odiosas?

Es injusto porque muchas veces me dicen “son mejores los conciertos de Santurtzi”. Pero es que el año pasado trajimos a esos mismos nosotros. Intentamos no pisarnos con Barakaldo y Santurtzi, para que haya un poco de variedad. Izaro por ejemplo, va a estar en las tres capitales vascas, pero es lógico, porque ¿dónde tiene a su público? Es de aquí, ha sacado disco y tiene tirón. Hay muchas variables y no puedes traer todo lo que quieres. Los programadores se ven muy limitados, pero más por los propios artistas o los aforos.

Uno de los actos incívicos más inherentes a la Aste Nagusia es el de orinar en la calle. ¿Se han planteado alguna solución a este problema?

No sabemos cómo abordarlo. Cada año ponemos más baños, este año serán 250 baños públicos. En muchos hay personas que están continuamente limpiándolos. Y es verdad que en otras zonas solo hay químicos. Pero no podemos poner baños en cualquier sitio, porque tiene que tener una bajada a fecales. El problema es la educación y el civismo. Hemos hecho algunas campañas. Y también las comparsas están preocupadas. ¿Hay muchas colas en los baños? Sí, pero no tantas como pensamos. Donde veo colas es en los contenedores.  

Y la Policía no puede estar a todo.

Hay una ordenanza y se puede sancionar, se hace durante todo el año, de hecho. También hay algunas sanciones en Aste Nagusia, pero hay muchas más cosas que atender antes que parar a 100 personas que están meando. 

Como los hurtos dentro del recinto festivo, ¿cómo encaran estos hechos que deslucen las fiestas?

Hay un dispositivo policial, pero creo que nosotros mismos tenemos que intentar poner trabas al amigo de lo ajeno. Porque la mayoría de los hurtos son al descuido. No digo que nos enfrentemos, sino tener más cuidado, sobre todo, con el móvil que ya no cuesta 100 euros. La policía aconseja que estemos atentos, y para el resto va a haber un dispositivo, porque la mayor parte de la plantilla trabaja esa semana, se refuerza muchísimo. También se acompaña con auxiliares y vigilantes para los conciertos o el Desfile de la Ballena, por ejemplo. 

¿Y qué hay de las agresiones? ¿Perciben más concienciación?

Yo creo que sí. El año pasado tuvimos muy pocas denuncias, fue un año, en ese sentido, inmejorable. Esperamos que este año también lo sea. Hay un protocolo con diferentes áreas municipales y la formación que se está dando se trabaja también con Bilboko Konpartsak. Por ejemplo, los auxiliares y vigilantes que están en los conciertos, hombres, en su mayoría, reciben una serie de pautas para saber cómo hay que atender a las personas en caso de que ocurra algo. 

¿Hay buena sintonía con Bilboko Konpartsak?

Sí, muy buena. Tenemos nuestras diferencias, eso no se puede evitar, pero son diferencias salvables. El objetivo común es que Aste Nagusia sea la mejor posible, la mejor del mundo. Llevamos muchos años, con muchas reuniones, trabajando para ello.

“TicketBAI no es cuestión de vigilar a Bilboko Konpartsak, sino de vigilar que no haya fraude en general”

La Diputación alavesa ha abierto expedientes sancionadores a las txosnas de Gasteiz por no incorporar TicketBAI. En Bilbao habrá más tiempo para la transición, ¿pero la resistencia será la misma?

Desde hace un tiempo la Diputación está trabajando con Bilboko Konpartsak para ver cómo se puede encaminar. TicketBAI llegará a Bizkaia y las txosnas tendrán que amoldarse. A nadie nos gustan los cambios ni que parezca que nos quieren vigilar. Pero no es cuestión de vigilar a Bilboko Konpartsak, sino de vigilar que no haya fraude en general.

¿Votó a favor del nombramiento de Itziar Ituño como pregonera? 

Cuando hicimos la comisión de fiestas comenzamos a ver qué alternativas había y había varias. Somos el equipo de gobierno pero la parte responsable del área de Fiestas, en este caso. Nosotros dimos una opinión, expresando que teníamos que haber intentado llegar a un consenso mayor. Y nos abstuvimos. Nosotros no vamos a votar en contra de nadie. 

¿Y cómo la ve como pregonera?

Creo que Itziar Ituño va a ser una pregonera adecuada. Es una mujer reconocida por el trabajo que está haciendo como actriz. Y eso nos viene muy bien a las fiestas. Estoy muy contenta porque en los últimos años estamos teniendo unos pregoneros que son muy significativos para la ciudad: Aiora de Zea Mays, Itziar Lazkano, Zorion Eguileor… Dan un prestigio a lo que es ser pregonero. Porque no solo es echar el pregón. 

“Itziar Ituño va a ser una pregonera adecuada. Es una mujer reconocida por su trabajo como actriz”

Los integrantes del Ayuntamiento de Iruñea han firmado este año un pacto para la convivencia. ¿Hace falta algo así en Bilbao? 

Aquí nadie lo ha planteado. Tenemos buena sintonía aunque, lógicamente, no todos pensemos igual, ni mucho menos. En la comisión de Fiestas hay un tono fenomenal. Participamos todos juntos en varias actividades, además del txupinazo. Y este año el Partido Popular va a poner una txosna, eso es síntoma de normalidad. De momento, en Bilbao, no parece que haya un problema de convivencia y esperemos que no lo haya.

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¿Sigue yendo a los toros? 

No, no. Iba a los toros al principio, con el alcalde Azkuna. Nunca había ido antes. A mí me horrorizan, cuando he podido dejar de ir a los toros lo he hecho. Lo paso francamente mal. Pensaba que lo mataban a la primera o a la segunda, que era algo rápido. Pero es que es terrible. Y no sabes cómo suena. Yo no digo nada a nadie, pero va a desaparecer por inercia.

¿Es sintomático que hayan puesto entradas por 2,5 euros para menores de 25 años?

Es un síntoma. Hace unos años hicieron una campaña para jóvenes. ¿Qué está pasando? Que a los jóvenes no les interesa nada de eso. A la sociedad de hoy en día tiene otras prioridades y otras sensibilidades. Eso creo que es bueno. Va a desaparecer, como muchas cosas, ello solo.

La seña de identidad de Aste Nagusia es la oferta gratuita y pública. ¿Es una línea roja?

Alguna vez nos han propuesto hacer algún acto de pago, pero entonces las fiestas perderían toda su esencia. ¿Por qué cobrar por unas cosas y no por otras? Desde 2011 que empecé, Bilbao ha cambiado mucho. Tenemos durante todo el año un montón de ofertas musicales que son de pago. Aste Nagusia es para la gente. Son nueve días en las que todo el mundo tiene que disfrutar, algo seguro que te va a gustar: si no son los conciertos del Ayuntamiento, serán los de Bilboko Konpartsak. Hay que dar un poco a diferentes colectivos. Y luego estamos trabajando con la accesibilidad para que la gente que lo tiene más difícil y pueda también disfrutar.