De manera espontánea y tras ser detenido, Bara N. confesó que había matado a su mujer. El único imputado por el asesinato de Maguette describió a los ertzainas que le detuvieron en Mutriku que de madrugada y tras ser atacado la agredió. "Él era consciente de que su mujer estaba muerta", ha dicho uno de los agentes. Una vez en el coche, el ertzaina ha dicho que vieron a Bara N. una herida en el cuello con sangre seca. "Mi mujer me agredió con un cuchillo", les dijo. Tras ser atendido en el hospital de Mendaro, el acusado fue trasladado a dependencias policiales y ya no quiso declarar.

TERCERA JORNADA DEL JUICIO

Con la declaración de ocho ertzainas se cierra este miércoles los interrogatorios de los testigos que han declarado en el juicio por el asesinato de Maguette Mbeugou. Esta mañana se ha reanudado la vista oral en la Audiencia Provincial de Bizkaia por el asesinato de la joven senegalesa de 25 años cuyo cuerpo fue hallado degollado en presencia de sus dos hijas de 2 y 4 años en 2018 en un piso de Bilbao.

El martes declararon trabajadores sociales que atendieron a las niñas en el hogar de acogida, así como la trabajadora que atención a Maguette, nueve meses antes del fatal desenlance. Fue precisamente ella la que relató que la víctima le confesó que ya no podía más y que su marido le trataba mal. "Tenía claro que quería divorciarse". De hecho, según dijo cuatro días de que fuera hallada degollada en su casa de Ollerías Altas, en Bilbao, acudió a una cita y le entregó el certificado de matrimonio para solicitar la separación. La misma empleado dijo que Maguette tenía miedo y que en una ocasión llegó a decir que su marido le había amenazado con matarla. "O me mato yo, o te mato a ti". La mujer presentó denuncia ante el juzgado de violencia de género y pidió protección, pero el marido salió absuelto y la justicia le negó la protección.

En la misma línea también testificó el martes la médico de familia del matrimonio, quien dijo que los meses anteriores al asesinato, la mujer le contó que su esposo la trataba mal y le pidió ayuda para salir de su casa. "Estaba angustiada y no quería esperar más", dijo, y afirmó que se puso en contacto con las trabajadoras sociales y le dijeron que el protocolo sobre víctimas de violencia de género estaba activado, pero que había que esperar "un poco" porque estaban organizando una "salida ordenada" de la casa, que impidiera que el marido "aprovechara para quitarle a las niñas".

La Fiscalía y las diferentes acusaciones en representación del hermano de la víctima, del Ayuntamiento de Bilbao y de la Diputación de Bizkaia consideran al marido y padre de las niñas autor de este asesinato, y de los delitos de abandono de menores y maltrato habitual, por los que piden penas cercanas a los 40 años, mientras que la defensa mantiene que fue la esposa quien inició el ataque y que en el forcejeo, el acusado la mató, por lo que pide 8 años por un delito de homicidio.