Se llamaba Maguette Mbeugou, tenía 25 años, dos hijas de corta edad y toda una vida por delante. Pero en septiembre de 2018, su verdugo se encargó de arrebatárselo todo. Le asestó sin compasión 80 puñaladas y le dejó muerta en su casa y en presencia de sus dos niñas de 2 y 4 años. Este lunes comienza en la Audiencia Provincial de Bilbao el juicio contra Bara N., pareja de la víctima y único acusado de matar presuntamente a Maguette hace tres años en la capital vizcaina. Desde hoy, cinco mujeres y cuatro hombres juzgarán al acusado de los hechos que se le imputan. La Fiscalía acusa a Bara N. de un delito de homicidio y solicita 25 años de prisión. También hay acusación particular -que pide los mismos 25 años más otros ocho por abandono de las hijas y tres más por maltrato.

La primera sesión oral arranca hoy lunes con el interrogatorio al acusado. Cabe la posibilidad de que el acusado rehuse declarar amparándose en su derecho a guardar silencio y que tan solo se limite a responder a preguntas de su abogado defensor. Sea de una manera o de otra, la familia de Maguette quiere respuestas. Quieren saber por qué lo hizo. Solicitan que se aclare lo que sucedió aquella mañana de septiembre en la vivienda de la calle Ollerías Altas de Bilbao. La abogada que representa al hermano de Maguette, Jone Goirizelaia, solicita poner fin a la lacra que representa la violencia contra las mujeres, y que en el caso de la migrantes sufren todavía más. El hermano de Maguette vive en París y se ha hecho cargo de las dos hijas de la víctima que ahora tienen 5 y 7 años.

La vista oral, que se prolongará durante siete días; se inició el pasado viernes en la Audiencia Provincial de Bizkaia con la deliberación de las cuestiones previas y la selección de los miembros del jurado popular, que deberán determinar si el marido de Mbeugou es culpable o no de la muerte de su mujer.

Fue una vecina la que dio la voz de alarma al intuir que algo había ocurrido en la vivienda del número 25 en la que el matrimonio africano residía junto a sus dos hijas menores. Cuando llegaron se encontraron a la mujer cosida a acuchilladas y a las dos hijas de la pareja en el domicilio familiar.

La principal hipótesis arroja que el presunto asesino degolló a su mujer y posteriormente huyó del piso abandonando a las niñas. Fue detenido por este crimen unas horas después del hallazgo del cadáver, en la localidad guipuzcoana de Mutriku. La autopsia determinó que el crimen se produjo entre 28 y 36 horas antes de que se encontrara el cadáver, por lo que lconvivieron con el cuerpo sin vida de su madre durante más de un día.

La joven asesinada llegó a presentar hasta dos denuncias por malos tratos contra su pareja. Una de ellas, el 6 de diciembre de 2017 fue interpuesta ante la Policía Municipal de Bilbao solicitando una orden de protección en el juzgado, que fue denegada al día siguiente de acuerdo con la petición hecha por el fiscal y por el abogado del denunciado, sin que el auto fuera recurrido. Al presentar la denuncia, la mujer aceptó acudir con sus dos hijas a un piso refugio del Ayuntamiento de Bilbao, por lo que la jueza entendió que, al salir de la vivienda en la que estaba el denunciado, el riesgo para la joven se había reducido.

La jueza fijó en el auto la apertura del juicio para el 21 de diciembre de 2017, advirtiendo de que, en caso de sentencia condenatoria, llevaría implícita la pena accesoria de alejamiento. Sin embargo, la sentencia del 12 de enero de 2018 fue absolutoria "por falta de prueba suficiente" que acreditara las amenazas continuadas en el ámbito familiar. En septiembre la joven de 25 años fue degollada en presencia de las dos menores. La autopsia determinó además que presentaba otra herida en el cuerpo