Bilbao - Los estudios topográficos que ha elaborado la Diputación en la ladera del desprendimiento del vertedero de Zaldibar son claros: de momento el terreno no se ha movido pero existe el riesgo de que se produzcan nuevos deslizamientos. Por ello, y ante la previsión de que se puedan producir nuevos derrumbes sobre la autopista A-8, se van a reforzar los sistemas de protección, añadiendo al muro que ya se construye a la altura del by-pass una nueva malla metálica que permitirá soportar hasta 7.700 metros cúbicos de material, el doble de lo que cayó a la carretera el jueves 6. La malla, que se está fabricando a medida en Suiza, se empezará a instalar la próxima semana y se espera poder tenerla disponible para finales de este mes. Se siguen estudiando, además, medidas adicionales para garantizar la seguridad de los conductores que utilizan la autopista.

Desde el viernes 7, un día después de que se derrumbara el vertedero, Verter Recycling, geólogos e ingenieros del departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial mantienen monitorizada la masa de residuos que se deslizó por la vaguada hasta alcanzar la autopista, sepultando ambas calzadas bajo más de 3.000 metros cúbicos de residuo y afectando también a la variante de Ermua. Dada la inestabilidad del terreno, conocer las características geotécnicas de la masa de residuos, así como del suelo sobre el que se asienta, es fundamental para dar cualquier paso sobre la zona con seguridad.

Para ello, se han dispuesto 19 testigos en puntos clave tanto del vertedero como de la zona del deslizamiento ladera abajo. Muchos de ellos se colocaron de forma manual pero para algunos se tuvo que recurrir al helicóptero de la Ertzaintza, que descolgó a los técnicos para situar las estacas. Estos testigos rebotan la señal que envía una estación topográfica situada en las inmediaciones, lo que permite determinar si se producen movimientos a escala milimétrica.

La información recabada hasta el momento concluye que, aunque no se han producido nuevos deslizamientos significativos, la lengua de residuos y materiales que se deslizó ladera abajo al derrumbarse el vertedero es inestable y existe el riesgo de que se produzcan más desplomes. Un peligro que se acentúa con la presencia de lluvia, como la que cayó durante la mañana de ayer, ya que todo el sistema de drenaje del vertedero, que canaliza el agua de escorrentía desde los montes, quedó destruido por el derrumbe. “Once días después del desprendimiento, tenemos más información de la geotecnia. Conocemos los riesgos y trabajamos en nuevas medidas de seguridad”, anunció el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales.

La Diputación va a reforzar los sistemas de protección para evitar que, de producirse un nuevo deslizamiento, los materiales caigan de nuevo sobre la autopista, en la que se logró abrir un by-pass en el carril en sentido Bilbao por donde circulan los vehículos en ambas direcciones. Así, en las próximas semanas se va a colocar una malla metálica, a mitad de la vaguada, que complementará el muro de seis metros de altura que ya se está levantando junto a la autopista.

Hasta 7.700 metros cúbicos Esta pantalla dinámica antialudes tendrá una superficie de 75 metros cuadrados y se instalará unos cuarenta metros más arriba del dique de contención, en un zona con poca pendiente, el lugar que los cálculos de los geólogos e ingenieros forales han establecido más efectivo. Ambos elementos tendrían capacidad para soportar 7.700 metros cúbicos de vertidos en el caso de que se produjera un nuevo deslizamiento, el doble de lo que cayó a la autopista el día del derrumbe.

Se ha encargado ya el material necesario para construir la pantalla, que procede de Suiza, con el objetivo de empezar a instalarla la próxima semana y tenerla finalizada para finales de este mes. Previamente se deben retirar unos 6.000 metros cúbicos de residuos que quedaron depositados en la zona baja del deslizamiento ya que esta zona servirá de plataforma de operación para las excavadoras y camiones. Para agilizar la actuación, se ralentizará durante unos días la construcción del muro, que también se quiere tener terminado para finales de este mes. Este vaciado del terreno supondrá, además, que la zona tendrá mayor capacidad para albergar los materiales que pudieran deslizarse en el caso de un nuevo derrumbe antes de alcanzar la autopista.

La Diputación también va a reforzar el control topográfico del vertedero y de toda la vaguada por la que se deslizaron medio millón de metros cúbicos de material. Está previsto que hoy terminen los trabajos para instalar una segunda estación topográfica en la zona, que permitirá disponer de información redundante de las señales de los testigos.

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