Bilbao - La magnitud del desastre ocurrido hace una semana en el vertedero de Zaldibar es de tal envergadura y complejidad técnica que una brigada holandesa especializada en gestión ambiental de residuos se sumó ayer a los equipos desplegadas sobre la lengua de escombros -entre los que fueron detectados restos de amianto- con la misión de encontrar una solución pronta, viable y eficaz al problema ambiental ocasionado y, al mismo tiempo, facilitar las labores de búsqueda y rescate de los dos operarios sepultados bajo el mazacote de residuos.

La posibilidad de recurrir a un asesoramiento externo fue puesta sobre la mesa en cuanto se comprobó in situ, sobre el terreno, la dificultad existente para trabajar con seguridad. También la cobertura brindada por Verter Recycling 2002 con motivo del colapso de la instalación ayudó a tomar la decisión con celeridad. "Esta empresa -Afvalzorg- conoce muy bien cómo funciona un vertedero por dentro y nos puede ayudar cuando, una vez concluya la situación de emergencia en la que estamos para contener los efectos del derrumbe y localizar a los dos operarios sepultados en el mismo, haya que vaciar los restos de forma controlada", subrayaron fuentes de la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno vasco.

Los servicios contratados incluirán el asesoramiento para vaciar y tratar los residuos desparramados. Uno de los especialistas de la firma holandesa se desplazó ayer hasta el lugar para conocer de primera mano la situación en que quedó la escombrera tras el derrumbe de gran parte de los residuos que acogía, entre ellos el amianto. La empresa holandesa, ilustraron fuentes oficiales, está especializada en el "almacenamiento, reciclaje y vertido de residuos, así como en el cuidado posterior de ubicaciones contaminadas y en el desarrollo de sitios de descarga cerrados en destinos seguros".

La compañía, de capital público-privado, detalla en su página web que su red de instalaciones distribuidas por los Países Bajos admite la entrada de amianto -también llamado asbesto- y "está especializada en depositar y confinar de manera segura y responsable, aquellos residuos que no se puedan reciclar". Precisamente, encontrar un vertedero al que trasladar los residuos industriales no peligrosos descargados a consecuencia del desmoronamiento de la ladera es una prioridad para el Ejecutivo vasco.

A Gardelegi, en Gasteiz Finalmente, y tras la solicitud formal lanzada a los titulares de vertederos autorizados en la geografía vasca, el Ayuntamiento de Gasteiz ofreció ayer el vertedero municipal de Gardelegi. Gracias a esta respuesta de auxilio se resuelve una necesidad urgente de gestión de residuos no peligrosos que hasta la fecha recogía el vertedero de Zaldibar. El concejal de Planificación y Gestión Ambiental del Consistorio gasteiztarra, César Fernández de Landa, puntualizó que este favor se consumará "siempre que se cumplan los requisitos del propio vertedero" de Gardelegi. El alcalde de Zalla ya confirmó el martes que no quería recibir residuos de Zaldibar.

"Nosotros somos los primeros interesados en conocer las causas del derrumbe de la estructura del vertedero, por lo que estamos colaborando plenamente con la investigación en curso" manifestaron, por su parte, fuentes de la empresa propietaria. Y justo ayer mismo se hizo público que la balsa de lixiviados y la de decantación de residuos antes de su eliminación definitiva en las aguas sucias se salvaron del derrumbe del vertedero, lo que evitó que la catástrofe ambiental fuera mayor.

Lod que sí resultaron afectados por el reventón de esa pared del vertedero fueron algunos tramos de los "conductos del subsuelo encargados de dirigir los líquidos que genera el almacenamiento de los residuos industriales a la balsa de lixiviados". El contenido de los conductos afectados habría podido ser arrastrado por la lluvia. Ese es el motivo por el que hay establecidos controles de las aguas utilizadas en la zona y, lógicamente, se ha prohibido por precaución usar el agua de fuentes y manantiales en barrios próximos al vertedero.

Todos estos detalles fueron puestos en conocimiento de Richard Gronert, jefe de proyectos de la firma holandesa, desplazado a Zaldibar a primera hora de ayer para sumarse al equipo que lleva a cabo los trabajos de geotecnia para la estabilización del vertedero integrado por una ingeniería ambiental y una empresa constructora especializada. Acompañado por la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno; por el director de Patrimonio Natural y Cambio Vlimático, Aitor Zulueta, y junto a personal técnico del Departamento de Medio Ambiente, el experto holandés subió hasta la cota más alta del vertedero para comprobar el estado del vaso del vertedero e identificar los problemas más urgentes, así como las prioridades a acometer.

También ayer y alejado de los focos mediáticos, el lehendakari, Iñigo Urkullu, se desplazó hasta el vertedero donde conversó y escuchó a los técnicos de los grupos de rescate y a los dueños del vertedero. Posteriormente se desplazó hasta el Ayuntamiento de Zaldibar donde mantuvo un encuentro con los familiares de los dos trabajadores desaparecidos.