BILBAO. El último arresto de este asaltante de viviendas se producía anteayer, miércoles, en Mungia, tras colarse en 11 viviendas de una misma urbanización. Residentes de la zona alertaban a la Ertzaintza de su presencia en el lugar y varias dotaciones policiales de la Ertzaintza, que forman parte del Plan de Prevención de robos en viviendas establecido en colaboración con las Policías Locales, se desplazaban a esta finca, cubriendo todas las salidas para evitar su huida.

Durante tres horas agentes del dispositivo trabajaron para interceptar al sospechoso, que en su huida se encaramó a los tejados de varias viviendas, hasta que finalmente se pudo proceder a su arresto. Uno de los agentes del dispositivo llegó a recorrer a pie una distancia de 13 kilómetros durante la operación de seguimiento, según refleja su reloj. La colaboración de la Policía Local de Mungia y del vecindario fue fundamental en la captura del sospechoso.

Tras el arresto, los investigadores comprobaban que el sospechoso ya había sido detenido el pasado día 7 de marzo por la Ertzaintza de Getxo. Los hechos por los que había sido detenido en esa ocasión habían sido muy parecidos a los de ayer: junto a dos individuos, a los que todavía se está buscando, habría irrumpido en cinco viviendas unifamiliares de una urbanización de Barrika el pasado 28 de febrero.

Echando la vista más atrás, los investigadores confirmaban que el sospechoso habría estado implicado, sólo o en compañía de otros individuos, presuntamente, en otros 18 robos en viviendas unifamiliares y caseríos, ubicados en las demarcaciones de Getxo, Erandio y Gernika, desde principios del año pasado. En mayo de 2018 fue arrestado en Urduliz. Su primera detención por la Ertzaintza se registra en enero del año pasado por su implicación en dos robos con violencia perpetrados en Bilbao. Un juzgado de Getxo había dictado la semana pasada un orden de busca y captura contra él. En las próximas horas el arrestado será presentado ante la autoridad judicial en Gernika.