BILBAO. Los hechos ocurrieron el 10 de septiembre de 2016, sobre las 02.50 horas, cuando el condenado, Carlos Francisco, inició una discusión con su expareja, María Consuelo, en Bilbao, por celos, ya que la mujer se encontraba en compañía de un amigo, Carlos.

En el transcurso de la discusión, Carlos Francisco agredió a Carlos, y la mujer intentó parar la agresión, momento en el que el encausado le propinó un puñetazo en la cara, cayendo al suelo. La mujer quedó inconsciente en el suelo, sangrando abundantemente de la cara.

El puñetazo le causó a la víctima varias fracturas en el maxilar y en los huesos nasales y, además, le provocó un trastorno de ansiedad que tardó siete meses en superar y le dejó secuelas físicas.

Además de esta agresión, la víctima relató numerosos episodios de acoso y control constante al que el condenado la sometió a lo largo de su relación: control de su teléfono móvil, noches enteras mandándole mensajes, pagar con ella sus enfados con terceras personas, vejaciones, humillaciones, que eran conocidos por las personas cercanas a María Consuelo.

Por todo ello, el tribunal ha condenado al agresor a dos años de prisión por lesiones psíquicas en el ámbito de la violencia de género, más tres años por las lesiones. Además, deberá indemnizar a la mujer con un total de 74.000 euros.