El tiempo que se tarda en dar la primera atención médica a una persona que está sufriendo un ictus importa y mucho ya que de ello dependen las posibilidades que tiene el paciente de sobrevivir o las secuelas con las que tendrá que vivir en el futuro. El 30% de las personas que han sufrido un ictus tienen secuelas incapacitantes, y ante esta realidad el departamento vasco de Salud está trabajando en la puesta en marcha de una nueva estrategia que pretende optimizar el tiempo que tardan los pacientes en ser atendidos cuando presentan síntomas compatibles con una enfermedad tiempo-dependiente, entre las que se encuentra el ictus, pero también otras dolencias como los infartos de miocardio o la sepsis, en las que la superviviencia del paciente puede depender del tiempo que se tarda en dar el tratamiento adecuado

Nuevo protocolo

La estrategia en la que trabaja Osakidetza busca establecer un marco que permita a todos los agentes implicados identificar y poner en marcha las actuaciones prioritarias para atender episodios agudos que representan un riesgo inmediato para la vida. El plan mejorará el código Ictus, que ya está en marcha en Euskadi, y que sienta las bases de la cobertura de la población atendida en el sistema vasco de Salud. 

Un código que ha dado resultado a tenor de los datos que el departamento de Salud ha hecho públicos coincidiendo con el Día Mundial del Ictus, que se conmemora el 29 de octubre, y que muestran que la supervivencia al ictus ha aumentado de forma exponencial en Euskadi a lo largo de los últimos años a pesar de que han crecido los casos, debido a una mayor esperanza de vida de la sociedad. 

8.900 casos en 2023

En 2023, Osakidetza atendió a 8.900 personas que habían sufrido un ictus, el 54,5% hombres y el 45,5% mujeres. Más de la mitad de las y los pacientes tenía más de 75 años, y el 40% de los casos registrados pertenecía a personas de entre 46 y 75 años. Por territorios, en Araba se atendieron 1.101 pacientes con esta enfermedad, 4.445 en Bizkaia y 3.373 en Gipuzkoa.

Sube la incidencia

En los últimos años, se aprecia un ligero aumento en la incidencia, ligado al aumento de la edad media de la sociedad vasca. De hecho, Osakidetza atendió en torno a 8.400 pacientes en 2022 y a 7.900 en 2021. A pesar de los datos la esperanza de vida sigue creciendo. En concreto, un 4,8% anual entre 2001 y 2014, y un 3,8% anual entre 2014 y 2023. 

Factores de riesgo

El ictus esta relacionado con enfermedades como la hipertensión, la diabetes hipercoleserelomia o la fibrilación auricular, pero también hay otros factores que aumentan el riesgo como el tabaquismo, el sedentarismo, la dieta no saludable, la obesidad extrema, el alcoholismo, el consumo de drogas o el estrés.

Síntomas

Para dar un rápido tratamiento al ictus y aumentar las posibilidades de sobrevivir y reducir los riesgos de sufrir secuelas incapacitantes es básico que los pacientes y su entorno conozcan los síntomas, y en caso de padecer alguno de ellos llamar al 112

Los síntomas más comunes del ictus son pérdida de fuerza en brazo, pierna y/o cara, pérdida de visión total o parcial o visión doble, pérdida o dificultad en el habla, inestabilidad o desequilibrio e incapacidad para andar, dolor de cabeza muy intenso, o sensación de hormigueo o acorchamiento en la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo.