Con una copa de vino y un sabroso pintxo en mano desfilaban ayer domingo las más de diez mil personas que no quisieron dejar escapar la oportunidad de disfrutar de la tradicional Fiesta de la Vendimia de Rioja Alavesa. Este año, en la 29ª edición de la cita del vino por excelencia, fue Moreda de Álava –pequeño pueblo de 227 vecinos– el encargado de alzar la copa y brindar por su querida comarca. Una fiesta en homenaje a la tierra y el vino, al viticultor y al bodeguero y, cómo no, a la tradición.

Reunidos en una mesa, degustando blanco y tinto en compañía de un tablón de quesos y una tortilla de patata, Cristina, Mario, Bea y Eider, llegados desde Labastida, y Silbia Grijalba, de Lapuebla de Labarca y diseñadora del cartel de este año, aseguraban que no hay fiesta que se pierdan. “Llevamos toda la vida viniendo, somos profesionales”, comentaba Cristina entre risas. Lo mejor a destacar de esta cita con el vino es “el ambiente” y “que cada año se haga en un pueblo”. También la forma en la que “se implican” los vecinos y vecinas que durante meses se han volcado en los preparativos para ofrecer una fiesta a la altura del territorio.

Una jornada que se abrió paso entre la multitud a las 10.30 horas de la mano de grupos de danzas de Rioja Alavesa, que animaron a todos aquellos que se iban adentrando a la Plaza Mayor. Desde ese mismo escenario, a eso de las 11.00 horas, fue la alcaldesa de Moreda, Mara García de Cerio, la encargada descorchar la Fiesta de la Vendimia. “Mi labor como alcaldesa es daros la bienvenida y las gracias por estar aquí. Moreda es tierra de aceite y de vino, pero, sobre todo, es un pueblo de buena gente, como los más de setenta voluntarios y voluntarias que tenemos hoy trabajando para que todo salga bien”.

Agradecimiento público también a Juantxu Martínez, el que fue responsable de comunicación de la cuadrilla de Rioja Alavesa que mantuvo —y mantiene— un vínculo muy estrecho con la Fiesta de la Vendimia. Emocionado, recibía como muestra de cariño por parte de todo el pueblo de Moreda un ramo de flores y una txapela. “He llegado a otra etapa. Hoy, por primera vez, he empezado a disfrutar de la Fiesta de la Vendimia a este lado, y las sensaciones que he tenido desde un primer momento han sido sensacionales. He tenido la suerte de haber trabajado en, por y para Rioja Alavesa. No os olvidéis nunca de esto: somos Rioja Alavesa”, transmitía a sus vecinos y vecinas.

Pregoneros de primera

Pero, sin duda, había gran expectación por lo pregoneros de este año. ETS (En Tol Sarmiento) es el grupo que se formó en Yécora y que, en el panorama musical actual, rompe esquemas y el más escuchado en euskera”, deleitaron a su público con unas bonitas palabras a su tierra; a Rioja Alavesa. “Aunque ya hayan pasado veinte años desde que Rioja Alavesa nos vio nacer, a día de hoy, todavía nos cuesta entender la realidad que estamos viviendo. Nos cuesta interiorizar cómo podemos ser el altavoz de tanta gente y punto de encuentro de diferentes generacionales”, arrancaba Iñigo Etxezarreta, líder de la banda alavesa.

Tras pasar siete años recorriendo la toda la comarca, tocando versiones en municipios como Lanciego, Laguardia o Labraza, hoy, afirman que todo lo logrado les ha permitido “colocar en el mapa a Yécora y a Rioja Alavesa” y, como decía el integrante del grupo Rubén Campi, a “poder hablar con orgullo de nuestra tierra”.

“Para nosotros, Rioja Alavesa es familia, es cercanía, es buen tiempo, aroma a vino, olor a sarmiento quemado, a chuletillas, es cuadrilla, es chamizos, buen aceite, pequeñas verbenas, paseos al atardecer entre viñedos, sonidos de tractores y pequeños pueblos que arropan a personas que se conocen en ellos. Creemos que esa es la esencia de la zona, el alma que no deberíamos de perder para poder seguir siendo diferenciadores en un mundo tan globalizado”, destacaba el músico. Y especialmente, en relación al mundo del vino, añadía que esa particularidad “que nos ha llevado hasta aquí es la clave para poder seguir adelante, y más ahora, en una situación no tan favorable para el sector”.

Degustación de vinos

A partir de las 12.00 horas, la degustación de la cuadrilla iniciaba su andadura en los diferentes estands habilitados para ello. Hasta Moreda se desplazaron bodegas como Eguren Ugarte o Luis Cañas. Por un precio de 10 euros, se ofrecía a los amantes del vino una copa de cristal y cinco catas de vinos; además de una pequeño saco para guardar la copa. En total, fueron más de 250 vinos llegados de 60 bodegas. Del pueblo de Leza, viajaron hasta el epicentro de la fiesta las bodegas de Luis Cañas, Aitor Iza y José Ramón Gutiérrez (Patxontxo).

Cómo ya es sabido, la vendimia de este 2024 “se ha retrasado un poco a diferencia de otros años”. De hecho, tal y como apuntaba Amaia Pérez de Loza detrás del mostrador, “hoy han podido venir a la fiesta agricultores que otros años han tenido que estar trabajando en la recogida de la uva”.

En el terreno de las ventas, la joven aseguraba se “apostando por Leza y por la Rioja Alavesa” en su conjunto. “Lo encuentran como un lugar atractivo para invertir”, añade Ane López de Munain a su lado. “Es verdad que las tendencias del vino han bajado un poco más durante los últimos años peor sigue habiendo movimiento en la comarca”, exponía la joven.