2023 fue el peor año en violencia machista desde 2019. Hubo 55 mujeres asesinadas y 56 menores huérfanos de madre. El 16 de mayo, Lourdes, de 50 años, fue asesinada en Orio por su expareja que, después, se suicidó. El 28 de mayo, Maialen, de 32 años, fue asesinada en Gasteiz por su expareja. La Ertzaintza registró 4.879 delitos en las diferentes formas de violencia contra la mujer y 5.616 mujeres reciben algún tipo de protección, 39 en la situación de riesgo alto. Además, los delitos contra la libertad sexual subieron un 20%. Con esta premisa, resulta difícil poder ver la botella medio llena. No obstante, la realidad estadística muestra que la tasa de mujeres víctimas de violencia de género de Euskadi es la más baja de del Estado: 0,7 por cada 1.000 mujeres de más de 14 años, menos de la mitad de la media estatal que se sitúa en 1,7. En el otro lado de la moneda está Melilla con una tasa de casi seis víctimas por cada 1.000 mujeres. Y resulta cuando menos sorprendente la situación de Cantabria, donde esta tasa creció un 26% hasta el 2,7. 

Esta es una de las conclusiones de la Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género (EVDVG) del año 2023 publicada ayer por el INE, según la cual el pasado ejercicio se registraron 36.582 mujeres víctimas de violencia de género correspondientes a los asuntos en los que se habían dictado medidas cautelares u órdenes de protección. Casi la mitad (el 47,8 por ciento) tenían entre 30 y 44 años. Se trata de un incremento del 12%, el mayor en 12 años. El informe ofrece datos de víctimas y de denunciados con órdenes de protección o medidas cautelares dictadas que han sido inscritos en el Registro Central para la Protección de las Víctimas de la Violencia Doméstica y de Género del Ministerio de Justicia.

En el caso de Euskadi, el trabajo del INE deja dos datos para la reflexión. Por un lado, la violencia vicaria ha escalado de forma alarmante en la CAV. Y por otro, se constata un año más que el cuento de las denuncias denuncias falsas es eso, un bulo inventado por el sector negacionista de la violencia machista y que en los últimos tiempos ha logrado el aval de partidos que sostienen varios gobiernos autonómicos. Y es que el año pasado ningún acusado de los 1.871 juicios celebrados con sentencia firme por violencia machista fue absuelto . Pero es que si se echa la vista atrás hasta 2015, solo 14 hombres salieron libres de los 11.976 juicios celebrados lo que supone una tasa de absolución del 0,1%. 

La violencia vicaria, la que ejercen los agresores sobre los hijos e hijas para hacer daño a la madre, es harina de otro costal y un problema al que no perder de vista. La cifra de menores víctimas de la violencia machista que también sufrieron sus madres el año pasado en Euskadi aumentó más de un 50%, hasta llegar a los 110 frente a los 73 de 2022, aunque el número de mujeres víctimas descendió a 754, un 3,7% menos. Además del incremento de niños y niñas víctimas de este tipo de violencia, que fue del 32% en el conjunto del Estado, la estadística registra un descenso de las mujeres maltratadas por su pareja o expareja con medidas cautelares y órdenes de protección (754) y del número de hombres agresores, que baja hasta los 750 de los 780 de un año antes.

Esta tendencia en Euskadi difiere de la del conjunto del Estado, donde aumentó el 12,1% el número de mujeres víctimas y un 9,7% el de hombres denunciados. De las 754 mujeres maltratadas en el País Vasco, 226 eran exnovias, 157 cónyuges de su maltratador, 144 novias, 104 parejas de hecho, 88 exparejas de hecho, 30 excónyuges y 5 estaban en proceso de separación. Del total de mujeres maltratadas, la gran mayoría (460) tenían entre 25 y 44 años. Además hubo 14 con menos de 18 años y 18 con 65 o más años. Entre los 750 hombres denunciados por violencia machista también la mayoría (451) tenían entre 25 y 44 años, y ninguno era menor de edad. Se imputaron un total de 1.005 infracciones penales de las cuales 5 fueron por homicidio en todas sus formas con sentencia firme, cuando el año anterior fueron 7.