Las matemáticas y la Inteligencia Artificial están obligadas a entenderse. Verónica Álvarez, investigadora en BCAM, ha sido galardonada con el premio Frances Allen por su tesis doctoral en la que el jurado destaca su contribución significativa al avance del conocimiento en el área de aprendizaje supervisado en entornos cambiantes en el tiempo y con garantías de rendimiento.
¿Qué significado tiene el premio?
—Estoy muy agradecida por haber recibido el premio Frances Allen, que sé que impulsará significativamente mi carrera en el campo de la Inteligencia Artificial. Este reconocimiento no solo valora mi dedicación y trabajo, sino que también destaca la importancia de la diversidad y la inclusión en la comunidad científica. Estoy emocionada por las oportunidades que este premio abre para mí y espero aprovecharlas al máximo.
¿Qué le llevó a centrarse en la Inteligencia Artificial?
—Empecé en BCAM con una beca cuando acabé la carrera de matemáticas en Salamanca. Me apunté a una oferta que llegó a mi universidad para hacer una beca en el grupo de Machine Learning. Me cogieron y luego al hacer el máster me gustó y seguí con el doctorado en Inteligencia Artificial. Me gustó porque me permitía juntar las matemáticas, que era lo que había estudiado y me gustaba, con la informática, que también me gustaba bastante. Y además todo lo que hacía tenía una aplicación directa en la sociedad. Entonces mezclar esas tres cosas fue lo que me hizo seguir con la Inteligencia Artificial.
¿En qué puede afectar a la ciudadanía?
—La investigación, en disciplinas como la estadística, las matemáticas y la Inteligencia Artificial estudia, generalmente, problemas del mundo real para ayudar a mejorarlos. Durante mi tesis he desarrollado técnicas para predecir el consumo de energía mediante métodos que obtienen predicciones precisas y evalúan de forma fiable las previsiones. Esto tiene un impacto directo en la economía del consumidor. También he desarrollado otros métodos que podrían utilizarse en problemas reales como la detección del fraude, predecir el retraso de los aviones, correos spam...
¿Cuánto considera que están evolucionando las matemáticas y la IA?
—Pues últimamente mucho. Las matemáticas y la Inteligencia Artificial se han metido de lleno en muchas áreas de la vida cotidiana. En medicina ayuda a hacer tratamientos más personalizados mediante diagnósticos médicos más rápidos y en la industria ayuda a la automatización de según qué procesos.
¿Qué evolución prevé?
—Seguirá avanzando y no me imagino hasta qué punto porque tampoco te imaginabas hace dos años que iba a aparecer ChatGPT y te iba a ayudar tanto y eso es solo un ejemplo. Hay muchos ejemplos de Inteligencia Artificial que no utilizamos directamente, pero están en nuestro teléfono móvil y nos ayudan día a día.
Al igual que tiene aspectos positivos los hay negativos. ¿Está previsto tomar medidas?
—Habrá que tener mucho cuidado con qué datos nuestros hacemos públicos, porque están al alcance de cualquiera, eso queda ahí y lo que la gente hace con tus datos no puedes imaginártelo ni controlarlo. Yo creo que es bueno que avance la Inteligencia Artificial, el uso que se haga de ella ya veremos, habrá que regularlo seguramente pero creo que es bueno que avance.
¿Cómo contempla la presencia de las mujeres en el mundo de las matemáticas?
—Cuando estudié la carrera de matemáticas éramos más o menos 50/50 en la carrera, pero es verdad que luego en puestos en investigación o en puestos más altos no hay muchas mujeres. Mis directores de tesis son hombres, la mayoría de mis compañeros son hombres, pero bueno, yo creo que poco a poco, o sea, siempre y cuando haya igualdad de oportunidades. Luego otra cosa es que decidas no hacerlo y ser profesora de instituto, que era la salida la mayoría de mis compañeras han tenido pero ha sido porque no han querido otra cosa. Cada uno elige por dónde va. Que cada vez va habiendo más, porque hay más visibilidad de que las mujeres también hacen investigación, que las mujeres también hacen un doctorado, que acceden a puestos altos, pero poco a poco tiene que ser.
El premio ayuda a las mujeres a tener visibilidad...
—Sí, pero honestamente, ojalá no tuviera que influir el hecho de ser mujer para ganar un premio. Yo no quiero competir con las mujeres que hacen Inteligencia Artificial, quiero competir con la gente que hace Inteligencia Artificial, independientemente de que seas un hombre o una mujer. Entonces, me gustaría que existiera un premio para la mejor tesis de Inteligencia Artificial. Si me lo dan bien, y si no pues no he sido la mejor.
¿Qué aspiraciones de futuro tiene?
—Si quieres seguir en la investigación tienes que irte fuera una temporada para luego tener aquí una posición permanente. Entonces la idea es irme dentro de poco y hacer un posdoctorado fuera. Creo que en Estados Unidos pero no estoy segura todavía.