FUE una mañana de sol a la que estaban invocadas vidas de mucho peso, vidas que han hecho camino pese a las dificultades o con los vientos a favor que alguna vez soplaron, historias que merecían al abrazo, el aplauso y los besos que ayer recibieron en el teatro Arriaga a la hora del angelus durante la gala del XXXV edición de los premios Sabino Arana. A la hora de las recepciones la presidenta de Sabino Arana Fundazioa, Mireia Zarate, estuvo acompañada por componentes del Patronato de la Fundación, como Ignacio Etxeberria, Ainara Zelaia, Mikel Hidalgo, Aitor Alzola, Asier Barandiaran, Miren Azkarate y Koro Garmendia. Juan Mari Atutxa, patrono de honor, tampoco quiso faltar a una cita que, según explicaba en los exteriores Iñaki Anasagasti, nació de su empuje, acompañado en la propulsión de Iñigo Camino y Koldo Mediavilla. Fuesen quienes fuesen los padres, la criatura hoy reluce. Como la mañana de ayer.

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La entrega de los Premios Sabino Arana, en imágenes NTM

Pronto llegaron al teatro la presidenta de Euskal Artzainak Ameriketan (EAA), Laura Igantzi, que bajó del autobús junto con algunos de los pastores y familiares que emigraron de Euskal Herria a Estados Unidos. Entre ellos, Félix y Vicente Almirantearena, Maite Ancho, Ignacio Marmaun, Lucio Irisarri, Santi Hualde y Tomás Ibarra. Estuvieron entre los primeros en llegar, aunque uno juraría que Javier Clemente ya estaba por allí. El músico donostiarra Antton Valverde llegó junto a su mujer, Carmen Bilbao, y sus hijas, Elena, Miren y Garazi mientras que Joane Somarriba iba regalando sonrisas, como acostumbra, en nombre del equipo femenino de ciclismo Laboral Kutxa-Fundación Euskadi. Subió al escenario junto a las corredoras Naia Amondarain, Catalina Soto y Eneritz Vadillo, acompañadas de Aitor Galdós, presidente de la Fundación Euskadi. El investigador y arqueólogo alavés Armando Llanos Ortiz de Landaluze iba emocionado junto a Mari Nieves Urrutia, y sus hijos Daniel y Cristina. Vidas con mayúsculas que se gestaron a pulso.

A las doce en punto todo comenzó. Empezó con las ilustraciones musicales del arpa de Ana Arteche y la voz de Haizea Muñoz y la presentación de Iranzu Calvo y Javier Vizcaíno. Allí se pudo ver al lehendakari, Iñigo Urkullu, acompañado por Lucia Arieta-Araunabeña se saludó con Imanol Pradales, quien acaba de ser proclamado por EAJ-PNV candidato a lehendakari, y con Andoni Ortuzar. Estaban también los diputados generales Elixabete Etxanobe (Bizkaia), Ramiro González (Araba) y Eider Mendoza (Gipuzkoa); la alcaldesa en funciones de Bilbao, Amaia Arregi, la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, y el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde, los consejeros Bingen Zupiria, Gotzone Sagardui, Josu Erkoreka, Olatz Garamendi, Pedro Azpiazu, Jokin Bildarratz y Nerea Melgosa; María Esther Solabarrieta, Iñaki Egurrola, Carlos Lauradogoitia, Ramón Sota; los senadores Luke Uribe-Etxebarria, Nerea Ahedo, Estefanía Beltrán de Heredia, María Dolores Etxano e Igotz López; José Ángel Iribar, Markel Iribar, Nati Aranaga, el director del museo de Bellas Artes, Miguel Zugaza, Anton Taramona, María Bereziartua, Agurtzane Ortiz, presidenta de ACM, Agustín Martínez Ibargüen, Jon Ortuzar, los rectores de las universidades de Deusto, Juan José Etxeberria y Mondragón, Vicente Atxa; cónsules varios, Ricardo Barkala, Francisco Olarreaga, Alejandro Ormazabal, José Ignacio Zudaire, Luis Rodríguez Llopis, Kepa Rekakoetxea, Javier Mata, Juan Pablo Aia; Julia Basabe y Antxon Elósegui, del Orfeon Donostiarra entre otra gente procedente del árbol de la vida política, económica, social y sentida.