El 29,6% de los gases de efecto invernadero en el Estado provienen de transportes, una problemática que para 2050 tendría que estar solucionada si se quieren cumplir los objetivos fijados por Bruselas, y para ello se necesitará una movilidad mucho más sostenible.

A pesar de la paralización de la nueva ley de movilidad sostenible debido al adelanto de las elecciones generales a este mes de julio, lo cierto es que el presupuesto del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para este año es de 21.273 millones de euros, que en buena parte se están utilizando para tratar de impulsar esa sostenibilidad.

Según el Gobierno español, se trata de la cifra “más ambiciosa” en 13 años y supone un incremento del 9% respecto a un año antes, gracias, en gran parte, a que casi el 25% proceden de los fondos europeos Next Generation.

La movilidad sostenible pasa por reducir los trayectos que se realizan cada día con medidas como aumentar el teletrabajo, reducir las distancias entre la casa y el trabajo, mejorar los servicios de transporte público y aumentar su frecuencia, según explica a la portavoz de Greenpeace Cristina Arjona.

En la actualidad, y según datos de esa organización, el coche ocupa el 70% del espacio público de las calles del Estado, y utilizando medidas como añadir dos días más a la semana trabajando desde casa y reduciendo de esta manera sus trayectos derivados, se ahorrarían 790 toneladas de CO2 en Madrid y 1.153 en Barcelona, lo que equivale a un 5-6% de las emisiones producidas por la movilidad de personas en dichas ciudades.

En torno al 60% de las plazas ferroviarias son de media distancia y cercanías, de los cuales casi la mitad de la flota de Renfe son trenes de tracción eléctrica, convirtiendo a este método de transporte junto a la alta velocidad en el más respetuoso con el medio ambiente. Además, el 100% de la electricidad consumida por sus vehículos es de origen renovable, según la propia compañía.

Para Arjona, no es tanto una cuestión de infraestructuras, sino de servicios. “En infraestructuras es suficiente, España es uno de los países con más vías de tren de Europa. Lo que hay que hacer es aumentar los servicios para que haya mayores frecuencias y horarios”.

La inversión en red convencional y Cercanías será este 2023 un 43% del presupuesto del MITMA (3.467 millones de euros), lo que supone un aumento del 22% respecto a 2022 en la inversión de los presupuestos generales del Estado en este ámbito.

Bajas emisiones

Las zonas de bajas emisiones como Madrid 360, que ha reducido las emisiones del centro de la ciudad un 31% desde la implantación de medidas como una flota de autobuses 100% limpia, todavía no se han implementado en el 92% de las ciudades de más de 50.000 habitantes que deberían según el real decreto que las reguló en diciembre.

Estas zonas que hasta el momento estaban siendo sustituidas de manera poco eficaz por almendras peatonales, tendrán que ser implantadas por los ayuntamientos antes del final de 2023 o si no deberán devolver las subvenciones recibidas de Europa del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).